•Cuatro•

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—Bien, que los demás se preparen para salir— dijo JeongHan dando por terminada la reunión.

Todos salieron del comedor, algunos con enfado y otros con nerviosismo por salir de la casa. No había mucho que preparar, la mayoría de las armas estaban en las camionetas, por si debían huir de improvisto.

Vernon se acercó a SeungKwan, ambos se sonrieron y terminaron con la distancia entre ellos, dejando un profundo beso en los labios del contrario. Lo que menos querían era que esa fuese la última vez que se vieran, pero con la situación de esa manera, lo mejor era disfrutar de cada segundo que tenían juntos y despedirse adecuadamente cada vez que se separaban.

—Cuídate mucho, ¿si? Regresa a salvo— susurró SeungKwan sobre sus labios al terminar el beso.

—Lo haré, tu también cuídate mucho.— Ambos tenían los ojos cerrados, con sus frentes pegadas sintiendo la respiración de contrario —te amo— susurró.

—Te amo— un último beso antes de separarse.

No estaba triste, Vernon tenía la confianza de que en unas cuantas horas más regresaría a casa, sano y salvo para poder ver nuevamente a su novio. Esa esperanza y confianza lo mantenía en pie para seguir en un mundo donde la mitad de la población se encontraba muerta.

Condujeron por varios minutos hasta salir del vecindario y llegar al centro de la ciudad, la última vez que estuvieron en aquel lugar fue hace un par de meses, antes de que la noticia de los zombies saliera a la luz. Ahora parecía un pueblo abandonado, como aquellas películas de terror donde los edificios se deterioran y una ligera capa de neblina cubre el suelo, haciendo el lugar aún más terrorífico. Sólo hacía falta que los fantasmas salieran de sus escondites, con aquellas caras ensangrentadas con sed de venganza, aunque con los zombies, no estaban muy lejos de llegar a eso.

Comenzaron a investigar en las casas, divididos en dos grupos para abarcar más terreno, siendo precavidos y cubriéndose la espalda por cualquier acontecimiento inesperado, pero las casas estaban vacías, lo único que se apreciaba era el polvo acumulado sobre los objetos y las arañas que comenzaban adueñarse del lugar. No habían muchos objetos servibles, o al menos no necesarios.

—Comida enlatada, verduras podridas, leche cuajada, y comida para gato, es lo único que hay en la cocina— dijo Mingyu.

—Ésta familia si se encargó de llevarse todo lo útil— comentó Wonwoo revisando las últimas alacenas.

—Encontré municiones en el sótano— habló Jihoon mientras le entregaba unas cajitas a WonWoo.

—Nada en el segundo piso— llegó Chan al punto de reunión junto a SoonYoung.

—¿Será que a los demás les está yendo mejor que a nosotros? Es la tercera casa que saqueamos y no hay nada que nos sea útil— Hoshi se sentó en una de las sillas del comedor.

—Aunque dejaron buenas cosas, yo me quedaré con esta chaqueta, es justo de mi talla— rió Chan.

—Al menos podemos llevarnos un poco de ropa gratis— se unió a la plática MinGyu.

WonWoo iba a acercarse a la mesa del comedor para sentarse junto a sus amigos, pero su celular vibró con una llamada entrante de JeongHan. —¿Cómo les va?

Horrible, los necesitamos de este lado, no sabemos de dónde salieron tantos zombies— su voz sonaba agitada.

—¿En dónde están?

Lo sabrás rápidamente, está infestada de zombies, por favor, sean cuidadosos y si no encuentran alguna manera, váyanse sin nosotros.

—¿Estás loco? No los dejaremos.

|•Zombies 2: Sobreviviendo•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora