|•Zombies 2: Sobreviviendo•|

•Dieciséis• |Final|

El día para ellos comenzó desde muy temprano, se sentían cansados, agotados mentalmente, y la falta de sueño de algunos hacía doler sus cabezas. Pero no podían cumplir su objetivo si se quedaban ahí aterrados, habría sido todo en vano y el peligro por el que pasaron no habría valido el trauma por el que sufrirían a partir de ahora; así que debían moverse, emprender aquel aterrador camino, salir del túnel oscuro y llegar al extremo donde la luz se observaba, pues desde que el Apocalipsis comenzó, entraron a ese túnel y por dos largos años, habían estado caminando a oscuras sin saber a donde dirigirse, pero finalmente, encontraron la salida, sólo debían caminar hacia ella.

Nadie tenía el valor para hablar, muchos miraban hacia la nada, recordando y repitiendo en sus mentes aquellas aterradoras y desesperantes imágenes; los pocos que aún mantenían la cordura, que aún estaban conscientes de que debían seguir caminando hacia adelante, no tenían la fuerza para interrumpir los pensamientos de los demás. El cuerpo de SeokMin temblaba, se sentía débil y cualquier movimiento repentino lo asustaba, pero poco a poco su mente se aclaraba y sabía que quedarse ahí no sería lo último que haría en su vida.

—¿Estamos seguros de que esto es lo que queremos?— preguntó finalmente levantando la vista del suelo.

De alguna manera todos habían bajado de las camionetas, y ahora estaban sentados en una especie de círculo deforme bajo la sombra de un gran árbol, donde los zombies caminaban cerca de ellos bajo el intenso sol del medio día. Si lo pensaban ahora, las próximas personas que llegaran podían culparlos de haber extendido más el territorio de los zombies, al menos por unos quinientos metros más, haciendo cada vez más lejos y más difícil la entrada a la ciudad.

—Ya estamos aquí, ¿no?— comentó Vernon mientras abrazaba con fuerza a SeungKwan para mantenerlo en calma. Estar entre los brazos de su novio era lo único que hacía mantener tranquilo y protegido a SeungKwan.

—Además, necesitamos ir a un hospital— dijo Jun —el brazo de Chan está mal herido, y temo que lo pierda si no hacemos algo rápido.

—Todos necesitamos un hospital— dijo JeongHan cansado —seguro que con el susto ya somos diabéticos, o alguno sufrió de un infarto y no lo sabemos...

—Entonces vayamos, cuanto antes mejor— SeungCheol se puso de pie y extendió la mano hacia Jihoon para ayudarlo a levantarse.

Con mucho pesar todos se levantaron de sus lugares, pero se detuvieron un instante cuando Chan habló —¿huelen que algo apesta?

Mingyu se detuvo a oler el aire —no, nada— respondió.

—¡Exacto!— expresó el menor —ya no sentimos el olor de la sangre podrida, y no sé si es porque ya nos acostumbramos al olor, o si ya se nos pasó— dijo con un poco de duda lo último —y si ya no sentimos el olor nosotros, ¿los zombies tampoco lo harán?

Los chicos se miraron entre sí, antes de que Jihoon respondiera —si ya se hubiera pasado el olor, ya nos habrían atacado los de allá— dijo señalando a los que se encontraban cerca.

—Haré la prueba de todos modos— dijo Minghao, y sin esperar a que alguien lo contradijera, caminó hacia el grupo de tres zombies que estaban cerca de ellos. Aunque no lo demostraba, tenía miedo de ser atacado, pero sabía que nadie más tenía el valor de hacer eso. Suspiró aliviado cuando los zombies lo ignoraron por completo y regresó con sus amigos.

Con aquello se sintieron un poco más seguros para emprender el viaje hacia las puertas de la muralla. El motor de los autos atrajo la atención de más de un zombie, pero parecían estar aturdidos por alguna razón, así que no hicieron más que mirar con desesperación y chocar unos contra otros. Sin embargo, cuando se adentraron nuevamente en la carretera y pasaron junto a varios zombies, estos se volvieron locos y comenzaron a atacar los autos. Los chicos dentro de los autos se se sorprendieron demasiado por la fuerza que tenían aquellas criaturas, se supone que sus cuerpos estaban debilitados por la descomposición de los músculos muertos, pero aún así eran capaces de dar fuertes golpes.