4.

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No podía cerrar los ojos, y cuando por fin lograba hacerlo el sueño jamás se hacia presente, nunca he padecido insomnio ni nada parecido, pero lo cierto es que tampoco estaba acostumbrada a dormir con nadie mas y menos con alguien que me abrazaba como si fuera su almohada, toda la noche y madrugada permaneció apegada a mi sin despegarse siquiera unos centímetros, no se en que momento pude conciliar el sueño, aunque no dormí tanto serian algunas dos horas a lo mucho. Pero aun así me sentía bien de haber pasado la noche con ella, era extraño pero me gustaría seguir teniendo más días como estos.

De pronto escuche hasta ahora el sonido mas desagradable y era la inevitable alarma que indicaba que ya era hora de despertar e irnos, justo cuando dormía mas profundamente, ni modo casi que haciendo un esfuerzo sobrehumano me levante de la cama, ella aun no se despertaba, por lo que la deje dormir mientras yo iba al baño y me cambiaba de ropa. Salí del baño y moví a Irene para que despertara, ella manoteaba poniéndose la almohada sobre la cabeza parecía una niña pequeña y entonces yo hice algo que no hago muy a menudo que incluso me sorprendió a mi misma y eso fue sonreír viéndola. -¡Hey! Ya despierta se nos hará tarde- no obtenía respuesta alguna. -Y tendré que acelerar a lo máximo en la moto.

-Ya…ya… tu ganas- se levanto bostezando y casi como zombie se dirigió al baño, tomo una ducha de casi media hora, se cambio y nos fuimos, el camino estaba bastante despejado pues aun no era entrada de las demás escuelas, llegamos una hora antes de las clases por lo que la lleve a los dormitorios.

-Toma asiento, no tardare mucho- busque la ropa que usaría, me bañe rápido calcule que tarde unos siete minutos, cuando salí del baño la encontré revisando mis libros que estaban sobre el escritorio, y recordé que a pesar de todo lo que hablamos anteriormente, en realidad no nos conocíamos.

-¡Wow!, ¿segura que te bañaste?- me preguntaba sorprendida por lo rápido que lo hice.

-Si, es que yo voy a lo que voy, no voy a jugar con mi patito de hule- puse cara de amargamiento, es que no me gusta tener que esperar tanto.

-Pero si ni patito tengo, por cierto deberías llevarte algo de ropa, una toalla y lo que  necesites para que puedas cambiarte en mi casa y así ya no tenemos que levantarnos tan temprano- dejo de hojear mis libros cerrándolos nuevamente y dejándolos en el escritorio pero esta vez de una forma desordenada.

¿Acaso ella me estaba pidiendo que me quedara a dormir con ella tiempo indefinido? Me le quede viendo sin saber muy bien que contestar.

-No, quiero estar sola, tú sabes, por todo lo que ha pasado, pero si no puedes aunque sea solo de vez en cuando- decía algo triste, me moría por decirle que podía dormir con ella toda la vida si me lo pidiera.

-Bueno yo… si, esta bien, solo que no puedo dejar solo aquí tampoco- estúpida excusa, que no lo era tanto, pues se darían cuenta que no pasaba la noche aquí y es inevitable que la gente empiece a rumorar que estoy en malos pasos, aunque me tiene sin cuidado la opinión de los demás.

-Podría a veces quedarme aquí contigo- me miraba como una niña pequeña a la cual sus padres no tienen el corazón de negarle nada.

-Esta bien, nos turnaremos- ella me abrazo fuerte por mi respuesta positiva, luego me soltó y se sentó en el escritorio.

-Tengo hambre- me miraba como si yo pudiera hacer algo al respecto.

-¿Y que quieres que haga al respecto?

-Aliméntame- dijo como si nada.

Negué con la cabeza. –Esta bien vamos, al menos tenemos cuarenta minutos libres, desayunemos algo.

-Eres la mejor- sonrió y se aferro a mi brazo, salimos de ahí, hacia la cafetería de la uni.

Nos formamos y ella compro un chocolate caliente y unos hot cakes, yo un café y un poco de pan, nos fuimos a sentar a una mesa.

Me llamo Seul... Seulgi • Seulrene [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora