Entramos a la habitación, en la mesa estaba ya una charola con dos hamburguesas y papas fritas, por supuesto, en platos separados, hasta en eso era diferente mi niña. Cuando las vio el rubor inundó sus mejillas, me encantaba que aún hubiera momentos en que se ruborizara después de tantas cosas que ya habíamos hecho juntos.
{_____}
Se acercó y me tomó por la cintura, con la punta de su lengua lamió mi oreja izquierda y exhaló haciendo que su aliento entrara y me provocara una cálida sensación que recorrió cada centímetro de mi cuerpo hasta arquearlo. Bajó lamiendo hasta mi cuello y, una vez ahí, me dio pequeños besos mientras colocaba sus dedos en los tirantes del vestido y los bajaba, al llegar a la altura de mis senos deslizó hasta éstos sus manos y los masajeó por encima de la delgada tela del vestido, mis manos estaban sobre sus codos sujetándolos fuertemente, sentía que me desvanecería por las intensas sensaciones que sus caricias me estaban provocando.
Bajó su cabeza para lamer y besar el inicio de mis senos, hice la cabeza hacia atrás y después sujeté con mis manos su cara y la llevé hacia la mía para volver a besarlo apasionadamente, una de sus manos bajó hacia mi muslo y la metió por debajo del vestido hasta mi nalga que masajeó. Dejamos de besarnos para tomar aliento, dirigí mi boca a su cuello y lo lamí hasta llegar a su oreja.
Entonces Harry se alejó y se sentó en la orilla de la cama, así que le sonreí seductoramente y comencé a terminar de quitarme mi vestido mientras las yemas de mis dedos acariciaban la piel que iba quedando al descubierto. Él tenía sus ojos fijos en mí y esa mirada de amor y excitación era razón suficiente para sentirme amada
Le di la espalda y bajé por completo mi vestido y lo tiré al suelo, desabroché el sostén y me lo quité. Me di la vuelta con mis manos sobre mis senos que impedían verlos, ya los había visto muchas veces pero me gustaba torturarlo me los acaricié con los dedos pulgares sin quitarle los ojos de encima, me masajeé los senos y después jugueteé con mis pezones apretándolos un poco y él colocó su mano sobre el bulto que se le marcaba en el pantalón, yo le sonreí, me agradaba demasiado ver que yo era la causante de esa erección. El bajo su vista a mis nalgas. Traía una sutil tanga de encaje que comencé a bajar lentamente. Una vez completamente desnuda. Lo hice parar y lo senté en un sillón frente a la cama. Y yo fui y me senté en la cama frente a él me acaricié el cuello, mi mano bajó por entre mis senos, pasó por mi estómago y finalmente se colocó en mi parte más íntima, me arqueé un poco mientras me frotaba con dos dedos que después inserté y saqué en repetidas ocasiones ya jadeando, cerré los ojos al sentir que casi llegaba al orgasmo cuando, de pronto, él me detuvo, evitando que eso sucediera.
Tomó mis dedos y se los llevó a la boca, los chupó unos instantes, después soltó mi mano y vi cómo se colocó sobre mí y se introdujo de un tirón, emití un grito al sentirlo dentro con esa fuerza, sus manos sostenían mis piernas a la altura de las rodillas mientras entraba y salía de mí fuertemente, gimiendo al igual que yo, su expresión retorcida me fascinaba y entonces lo detuve obligándolo a salir de mí, me miró confundido.
- ¿Qué haces? - preguntó con la voz entrecortada.
- Quiero complacerte como lo hice una vez en uno de nuestros encuentros - susurré en su oído.
Hice que se sentara en el sillón y yo me senté encima de él, hincada son las piernas abiertas, absorbiendo su miembro en mi interior, él puso sus manos en mi cintura, pero, yo las retiré y las entrelacé con las mías colocándolas a un lado de él, impidiéndole que me tocara, él me miró fascinado mientras yo me movía libremente lamiendo su cuello y después gimiendo en su oreja, asegurándome que mi aliento le llegara al interior. Comencé a moverme con más velocidad, faltaba poco para llegar al éxtasis y juntos lo alcanzamos emitiendo un gemido bastante audible. Me dejé caer sobre su hombro.
ESTÁS LEYENDO
Nobody Compares |H.S|
FanfictionTres simples reglas a seguir. Número 1: no nombres, número 2: no preguntas personales, número 3: no lazos afectivos. Son las indicaciones que el desconocido da a _____ en su primer encuentro, pero, ¿para ambos será igual de simple seguirlas al pie...