Strangers Again;; SongKim

Capítulo 1

-¡Sigo sin estar de acuerdo con esto! -insistió Dong-gul.

-No me importa -le aclaré-. La decisión es mía, a lo mejor mi padre puede opinar, pero solo eso. Ir o no lo elijo yo.

-Soy tu novio -comentó con un tono prepotente.

-¿Y? -dejé de meter cosas en la maleta para mirarle a la cara-. ¿Acaso es tu madre? No, pues fin de la conversación -alcé la voz más de lo que quería.

-Jinwoo -se arrodilló a mi lado-, me preocupo por ti -puso un brazo alrededor de mis hombros y me acercó a él.

-Lo sé cariño -imité una de mis mejores sonrisas para que no pareciese falsa.

-¿Volveras pronto? -preguntó.

-Ni idea.

Y suficiente con esa respuesta, él se levantó y se marchó. Obviamente despidiéndose antes de mi con un beso.

Una vez lo tenía todo metido en mi maleta, me puse de pie y tomé el asa de esta. Mi padre se ofreció a llevarme el aeropuerto. Desde que se enteró de la carta su actitud ha sido más calmada y pacífica. No ha vuelto a echarme nada en cara, incluso habintentado pasar más tiempo conmigo.

Salí de la casa cerrando la puerta detrás de mí, mi padre y mi novio estaban charlando animadamente apoyados en el coche. Su conversación finalizó cuando me vieron.

-He decidido acompañarte yo también -habló el idiota de mi pareja.

-Gracias, amor -definitivamente mi plan de intentar sacar información a mi padre estaba jodido.

-Bueno, pues vámonos -interrumpió el mayor-, tu avión sale dentro de tres horas y hay que estar con tiempo.

Yo asentí y abrí la puerta del copiloto, pero mi padre me detuvo.

-Mejor ponte atrás, ya sé que no me gusta cuando estaís muy juntitos, pero lo aguantaré esta vez, tan solo porque pasará tiempo sin verte -me dio una sonrisa de complice antes de entrar a su asiento.

-Gracias, papá -susurré entre dientes.

Me senté en el lado izquiero, Dong-gul en el derecho. El motor del coche empezó a rugir, poniendose en marcha segundos después.

-¿Está nerviosa mi princesita? -preguntó, rompiendo el silencio.

-Para nada -mentí.

En verdad mis nervios me estaban quemando por dentro. El cosquilleo establecido en mi estómago era espantoso. Sin embargo, realicé mi mejor actuación por ocultarlo.

Él me extendió su mano, yo le di la mia y este la pretó sutilmente. Fijé mi vista en él y me dediqué a analizarlo.

Su piel era morena, bastante bronceada. Tenía pelo largo hasta sus hombros, extrañamente demasiado lacio para como se lo cuidaba. Era de un tono castaño oscuro.

-¿Qué me miras tanto? -cuestionó divertido.

Me avergoncé un poco por haber sido pillado, pero no añadí nada, ni siquiera aparte mi vista de él.

Estuvimos así un rato, seguramente él contemplando mi rostro y disfrutando del poco tiempo que nos quedaba juntos. Mientras que yo, miraba su cara, pero lo único a lo que estaba pendiente eran a mis pensamientos.

¿Cómo consiguió encontrarme? ¿Por qué ahora con veinticinco años y no con veinte? ¿Sabía dónde había estado todo este tiempo? ¿Se habrá vuelto a casar? ¿Tendrá pareja? ¿Qué habrá estado haciendo hasta el día de hoy?, y lo más importante... ¿Qué fueblo que hizo mi padre?.