Capítulo 6

184 28 10
                                    

—¿Y bien? —inquirió mi amigo.

—A ver, ¿por dónde debería empezar? —suspiré.

Hacia rato que habíamos llegado al parque, y nada más sentarnos mi amigo exigió que le contase todo.

—Desde el principio —se cruzó de brazos.

—Bueno, no me gusta nada Imjado —confesé—, estoy tan solo con mi novio porque nunca conseguí superar a Mino —mascullé.

Su expresión cambió de repente a una de sorpresa. Yo miré hacia el suelo.

—Lo odio. Odio a Dong-yul —mis ojos se llenaron de lágrimas y maldije por lo bajo.

—Jinu —contestó con tono triste—... No llores, venga, todo va a mejorar, ¿sí? —me abrazó de tal manera que yo dejé mi cabeza en su hombro—. Si tanto lo odias, ¿por qué no lo dejas y ya? —preguntó ingenuo.

Yo negué con la cabeza.

—Lo único que hace que mi padre esté orgulloso de mí, es que sea novio de ese cretino —sollocé—. Él es el tipo de hijo que mi padre siempre ha querido.

—No digas eso, Jinu —acarició mi pelo.

—Pero es cierto, la única que vez que ví a mi padre feliz conmigo fue cuñado fuimos a pescar.

—Bueno, algo es algo, ¿pescastes algún pez? —su tono fue más animado.

—No, ni siquiera fui capaz de poner el cebo —cerré los ojos, recordando aquel momento, sin esperarlo en la comisura de mis labios se formó una débil sonrisa.

—¿Qué está pasando en esa cabeza tuya? —quiso saber.

—Salió volando.

Él frunció el ceño, dando a entender que no comprendía.

—El cebo —aclaré—, salió volando. Cuando cayó al agua, mi padre pensó que era un pez que estaba cerca —solté una carcajada.

Él rió. Seguí contándole todo, incluso lo que pasó anoche con todo detalle, él no añadía nada, tan solo me escuchaba.

Cuando terminé, sentí que me quité un peso de encima, hacía años que no hablaba de como me sentía.

—Todo tiene solución, ¿sabes Jinu? —añadió.

—¿Y cuál es? —quise saber.

Él seguía acariciando mi cabello.

—Te ahogas en un vaso de agua, ya tienes veinticinco, puedes irte a vivir a donde quieras, relacionarte con la gente que quieras y mandar a la mierda a la que quieras. Por ejemplo a Mino —susurró lo último.

—Ojalá fuese tan fácil —fruncí el ceño.

—Lo es, créeme que lo es —fue añadir algo más, pero su móvil sonó de repente.

Descolgó la llamada y comenzó a hablar, yo aproveché para enderezarme. Por el tono de voz de Jinani supuse que era June. Después de unos minutos colgó.

—¿June? —pregunté con una sonrisa de medio lado.

Él asintió como loco, se le veía muy feliz.

—Hemos quedado para la hora de comer, así que creo que debería irme ya —me miró con cara de pena—. De verdad me gustaría seguir contigo y ayud-...

Le interrumpí.

—No te preocupes Jinani, ya has hecho mucho —le abracé muy fuerte—. De verdad, muchas gracias, lo necesitaba.

Él correspondió mi abrazo, soltó un "de nada" y se puso en pie. Acto seguido, se despidió de mí y se fue. Yo lo ví alejarse poco a poco, todavía no quería volver a casa, sabía lo que me tocaba si regresaba.

Medité un poco sobre los consejos de Jinhwan, no le faltaba razón en sus palabras, todo tiene solución.

Me levanté, caminé un poco por el parque, todo estaba muy tranquilo. Curioseaba los alrededores, había personas mayores entablando conversación con otras, niños jugando y algún que otro animalillo.

Todo iba genial, hasta que un fuerte olor golpeó mi nariz. María.

Olía fatal, no podía soportalo, decidí ir a ver quien estaba fumando semejante cosa.

Ví a tres chicos sentados en un banco, el humo procedía de ahí, fui acercandome cada vez más, hasta que pude reconocerlos. Unos ojos cafés se cruzaron con mi mirada. Tragué duro, eran Mino, Hoon y otro chico.

—¡Hola Jinu! —saludó Lee, el único—. ¿Te acuerdas de P.O.?

Parpadeé, un par de veces, asociando aquel niño con este chico, sí que le daba aún aire, pero debía reconocer que también estaba muy cambiado.

—Oh, sí, lo recuerdo, hola —saludé algo incómodo.

Él tan solo levantó un poco la mano y volvió a llevarse a la boca aquella cosa tóxica.

—Joder, pasamelo, ¿no? —se quejó Mino.

P.O. le hizo caso, pasándole aquello, del cual dio unas cuantas caladas. Luego, expulsó todo el humo por su boca.

—¿Y qué te trae aquí? —preguntó SeungHoon.

Noté como su pregunta más que interés, era por incómodidad, como si quisiera que me fuera ya, como si no entendiese por qué estoy parado aquí, delante de ellos. Aunque debía de admitir que yo tampoco lo sabía, pero mi cuerpo no reaccionaba.

—Estuve paseando con Jihnwan —dije.

De repente, Mino soltó un gruñido molesto.

—El plumero, que asco —susurró.

Yo me crucé de brazos, con el ceño fruncido.

—¿Cómo?

Él puso sumirada en mí, cosa que hizo que mi cuerpo temblase un poco. Era intimidante.

—Dije que es un plumero —repitió—. Un maricón de esos —aclaró, restando importancia a lo que había dicho.

—¿Y qué pasa que sea gay? —mi pecho estaba empezando apretar.

—¿Cómo que qué pasa? ¡Qué es maricón! ¿Estás sordo? —su tono era bastante agresivo.

Pero no, yo no iba a mostrar debilidad.

—Wow, tranquilo amigo, relájate —habló Hoon divertido.

—Es que no sabes como de mal humor me pone la gente así —masculló—. Sin maricones, el mundo mejor —rió amargamente.

P.O. y Hoon le acompañaron, riéndose también. Yo me quedé serio, mirando fijamente al pelinegro.

—¿Sabes Mino? —llamé su atención—. También pienso una cosa parecida, pero no con los homosexuales, sino con los gilipollas.

Los tres borraron su sonrisa, el ambiente se puso tenso. Mino se levantó, parandose a unos pocos centímetros de mí.

—¿Qué pasa? ¿Te has sentido identificado con lo del plumero?

—No sé, ¿tú te has sentido identificado con lo de gilipollas?

No aparté mi vista de sus ojos. No iba a mostrar debilidad ante él.

—Te has soltado mucho desde que te fuistes allí, ¿no pescador? —dijo en tono bromista.

—No todo el mundo sigue igual, tú también eres un claro ejemplo.

De repente Hoony nos interrumpió.

—Oye, Mino, tú hermana me está diciendo que vayamos ya para ayudarla.

—Está bien, dile que vamos en camino —contestó.

Se separó de mi, volviendo al banco para recoger ciertos objetos. Los otros dos se levantaron. Y se fueron, sin decir nada, menos Hoon, él sí se despidió.

Me quedé como un tonto viendo como se iban. Apreté mis puños de la rabia.

Creo que no me será tan difícil olvidar a Mino.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 16, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Strangers Again;; SongKimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora