ausencia ; kookmin [pausada]

n u e v e

Bueno definitivamente fue una mala idea ir al jardín. Dos pacientes comenzaron a golpearse por alguna razón, no estaba prestando atención, sólo sé que cuando desvié mi mirada las vi peleándose. Aunque no voy a negar que fue entretenido ver la pelea, sólo faltaban mis palomitas. Dios, ¿qué cosas digo?

A las pacientes las llevaron a la zona de aislamiento, he oído que es horrible estar ahí, te vuelves completamente loco, bueno, más de lo que ya estás. La zona de aislamiento es una habitación alejada del psiquiátrico, es un cuarto alejado donde al parecer te dejan ahí hasta que aprendas ¿una lección?, no sé, ojalá nunca me toque estar ahí.

Bien, terminó el show así que subí a la habitación y rezaba internamente para que a Tae se le haya pasado el mal humor, aunque no lo culpo, su enfermedad lo hace ser así.

En el camino encontré a Jungkook que al parecer tenía otro moretón, mi mente trataba de pensar que simplemente se golpeó torpemente con algo pero en el fondo yo sabía perfectamente que nuevamente había sido golpeado. En el momento en que cruzamos miradas el se me acercó y me advirtió que las cosas estaban un poco alteradas en los pasillos debido a la pelea así que por lo tanto debería quedarme en la habitación por si acaso. También me dijo que en un momento iría a llevarme mis medicinas y que jugaríamos al jenga. La verdad no tengo ni idea de qué sea el jenga pero suena divertido.

Terminé de hablar con Jungkook y me dirigí a la habitación, para mi sorpresa Tae no estaba, quizá Jihyo lo llevó a algún lugar, no lo sé. Me gustaría poder conversar más con Tae, parece un gran chico.

Estaba recostado en mi cama pensando en qué estarían haciendo mis padres, me preguntaba si me extrañaban pero ¿a quién quiero engañar? es obvio que ellos no me extrañan en absoluto.

Nuevamente entra ese impulso de idiotez en mi, me carcomen las ganas de cortarme nuevamente, no ha pasado ni un día de que lo hice. Nuevo record!

Jungkook me mataría si se entera, además, le prometí que no lo volvería a hacer. Y bueno, hablando de Jungkook, éste se encontraba cruzando la puerta con mis medicinas en mano y una caja donde imagino que estaba el famoso juego llamado jenga.

— Hola! Te dije que vendría a traer tus medicinas y aparte prometí venir a jugar contigo.— Reí por eso, suena como si tuviera 5 años y Jungkook es mi niñero que trata de que no me aburra.

— Jungkook, suenas como mi niñero, me tratas como a un bebé.

— Oh, ¿te molesta? Lo lamento. — Bajó su mirada y se veía decaído, dios, Jungkook parece un niño indefenso en busca de mimos y cariño.

Las ganas me ganaron y corrí a abrazarlo, yo necesitaba el abrazo y él también, lo podía sentir, algo me decía que las cosas en su casa han empeorado.

— Nada de lo que hagas podría molestarme, Jungkook. — dije sin romper el abrazo.

En el momento que lo abracé el me aceptó rápidamente el abrazo pasando sus brazos al rededor de mi cadera mientras mis brazos rodeaban su cuello.

— Jimin, ¿por qué me abrazas?

— Tengo ganas de abrazarte.

— Me alegra eso, yo también quería abrazarte.

— ¿Y por qué no lo hacías?

— No lo sé.

Forzosamente rompí al abrazo pero me quedé a unos pocos centímetros de su rostro.

— Dime Jungkook, ¿te golpearon de nuevo? — Rápidamente él bajó su cabeza sin responder. — ¿Por qué lo hacen? ¿Qué es lo que ganan? — Ahora Jungkook estaba ¿sollozando? Dios, no. — Ven aquí.

Nuevamente nos estábamos abrazando de nuevo, pero más yo a él que él a mi. Simplemente lo apertaba tanto tanto para hacerle saber que yo estaba ahí con él.

— Jungkook.

— ¿Si?

— Me gusta más esto que jugar al jenga. — le dije acomodando mi cabeza sobre su hombro.

— Si, a mi también. — dijo él afirmando sus brazos al rededor de mi cadera.

•••

Tanto fluff en éste capítulo, alguien que me pase la insulina porque a mi se me acabó.

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— caro🍒