Héctor subió al colectivo y se fue a sentar al fondo en el segundo asiento desde la ventana. El vehículo estaba casi vacío. Detrás de él venía una chica. Pasó ligera como el viento y se sentó en el asiento libre entre Héctor y la ventana. Algo en ella inquietó al joven mestizo pero pensó que no era nada. Sin embargo la cara de la chica le sonaba de algún lugar.
-Me gusta tu mochila.- le dijo ella luego de unos instantes en silencio.
-Gracias...
-¿Vos te llamabas Paris?
-Cerca, Héctor.
-Te estoy cargando. ¿No sabés quién soy?
-Y mirá...me suena mucho tu cara pero la verdad que no me acuerdo de vos.
-Soy Liani.- Ese nombre lo llevó unos meses en el tiempo. Una mañana de sábado, esperando que abrieran en laboratorio de química del colegio, había conocido a una chica que iba al cursillo.
-¿Liani? ¿Posta? Cambiaste bastante.
-Crecí, sí.
-¿Entraste?
-Sí. Hoy no fui porque tenía turno en el médico así que...
-Te felicito
-Gracias. Fue genial cuando me enteré.- ella era como una muñequita de porcelana. Su piel era muy blanca y su pelo y ojos negros como la noche. En sus pupilas ardía el fuego de mil infiernos.
-¿Cuántos años tenés?
-Once. Cumplo doce en noviembre. ¿Vos?
-Tengo trece. En agosto cumplo catorce. Y no sabía que Hades tuviera más hijos.
-No sé de qué hablás.
-No te hagas la boluda. No nací ayer.
-Bueno, sí pero callate. Tengo un par de compañeros mestizos que estarían encantados de tener una excusa para meterse conmigo. ¿Y vos?
-Yo soy hijo de Atenea y Hernesto. Hernesto con H. Hernesto es hijo de Poseidón y Maya que es hija de Mariana y de Ladislao que era hijo de Zeus y una petunia
-¿Una mujer llamada Petunia?
-No no. Una flor petunia...no preguntes.
-Ok...raro. La cosa es: ¡Sos más inmortal que mortal!
-No, las petunias son mortales.
-Sí pero después de la petunia casi toda tu sangre es inmortal. Salvo la madre de Maya...
-La madre de Maya también tenía lo suyo. Era hija de Démeter.
-Ah bue
-Alta mezcolanza de cosas raras.
-La verdad que sí
-Es lo que hay. Más teniendo presente el hecho de que el nombre de mi papá es Hernesto con H. O sea ¿wtf?
-Mal. ¿Qué pensaba tu abuela?
-No tengo idea. Ya casi es mi parada.- en ese momento, subió al transporte un sujeto vestido con unos pantalones de lona, una campera deportiva y una gorra. Sacó un arma de la mochila y empezó a decir a viva voz:
-Nadie se mueve. Me van a dar todas las cosas de valor y las van a poner en la mochila.- le dio la mochila al primer pasajero que estaba aterrado.-Manejá- le dijo al chofer.
-¿Dijiste que era casi inmortal?
-¿Qué hacés?
-Pruebo tu punto.- Héctor se puso de pie y se acercó a la salida del colectivo para tocar el timbre.
-No te movás o te quemo.- el muchacho volteó y miró al asaltante a los ojos. Atenea, que todo lo ve, hizo que el muchacho pareciera más grande y amenazante a la vista del otro sujeto.
-Dame eso.- extendió la mano para que le diera el arma. El ladrón temblaba pero siguió apuntando. -No lo voy a repetir.
-¡Sentate!
-¡Dame eso!- los demás pasajeros estaban con el corazón en la boca. El chofer frenó y se puso de pie. Héctor le hizo un leve asentimiento y el hombre se acercó despacio por atrás. -No quiero enojarme.- el conductor tomó al ladrón por debajo de los brazos haciéndolo perder el equilibrio y soltar el arma. Antes de perderla, el asaltante disparó en dirección a una señora sentada en los últimos asientos. Héctor lanzó su mochila (Cargada de libros) hacia el regazo de la vieja y la salvó. Liani tenía ganas de aplaudir pero pensaba que no era lo óptimo en aquella situación.
El chofer llamó a la policía que llegó al cabo de unos minutos y tras tomar la declaración al conductor, fueron a buscar a Héctor.-¿Cómo te llamás?
-Héctor Olimpikhôz
-¿Sabés que lo que hiciste es muy peligroso?
-Digamos que sí.
-¿Estás bien?
-Sí, yo sí. Mis libros no.
-¿Cómo hiciste eso?
-¿El qué?
-Tuviste menos de medio segundo para actuar.
-Pienso rápido.
-eh...bueno, fue muy...¿valiente? nunca tuvimos que felicitar a nadie.
-No hace falta. Lo hice porque debía hacerlo.
-Bueno, excelente igualmente.
-Gracias.
-Andá con cuidado.
-Nos vemos.- Héctor bajó del colectivos y tras él bajó Liani. -¿Vivís por acá?
-Sí, vivo a unas cuadras. Pero no hay nadie en mi casa así que prefiero caminar desde acá.
-¿Te acompaño?- le preguntó el joven.
-Me encantaría.
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Hijo de Atenea
Fantasyun hijo de Atenea en el mejor colegio de Córdoba. Suena a lugar ideal, ¿verdad? sí pero justo en el Olimpo, hay tensión y conflicto. ¿Quieren saber por qué? bueno, lean