El padre de Camila, Alejandro Cabello, no se parecía en nada a su hija. Por un lado, era mucho más alto y podía mirar a los ojos de Lauren desde la misma altura. Su saludo tampoco fue tan agradable como el de Camila. Mientras Camila le dio un rápido beso en los labios, su padre le estrechó la mano con fuerza, como si quisiera hacerle saber que podía golpearla en cualquier momento.
"Es un placer conocerlo, señor", dijo Lauren, tratando de sonar como si conocer al padre de su novia no fuera un gran problema. "Camila me ha hablado mucho de usted."
Alejandro Cabello la miró con sus oscuros ojos marrones, la única característica que tenía en común con su hija. Lauren tenía la sospecha de que, al igual que Camila, él tampoco la dejaría escapar con nada. "Me gustaría poder decir lo mismo, pero ella no me ha dicho nada sobre ti".
Ay. Lauren se estremeció. ¿Qué se suponía que iba a decir a eso?
"Basta, papá." Camila apartó a su padre. "Ya expliqué por qué no te lo dije antes y prometiste interrogarla"
Alejandro se acomodó en el sofá, pero aún vigilaba a Lauren.
"Um, he traído el postre. Déjame ponerlo en la nevera." Lauren escapó a la cocina.
Camila la siguió y trató de mirar por encima del hombro de Lauren mientras ponía el recipiente en la nevera. "¿Qué trajiste? ¿Tiene, por casualidad, chocolate?"
Lauren se volvió y asintió. "Hice mousse de chocolate nuevamente, con la esperanza de que tu padre también pudiera derretirse por el chocolate."
Camila se rió. "No, lo siento. Tengo ese rasgo de mi madre."
"Genial", murmuró Lauren. "Ni siquiera mi famoso mousse de chocolate me hará ganar ningún punto".
"No dije eso". Camila bajó la voz a un ronroneo seductor y presionó su cuerpo contra el de Lauren. "Es posible que mi padre no aprecie el chocolate, pero obtendrás muchos puntos con su hija, que considera que el chocolate es un afrodisíaco."
La boca de Lauren se secó, y ella luchó por no inclinarse y capturar los labios de Camila con los de ella. "Tu padre está en la habitación de al lado", susurró ella.
"¿Y?" Camila susurró de vuelta, con un brillo divertido en sus ojos. "Me ha visto besar a mis novias antes."
La idea de las novias anteriores de Camila hizo que Lauren frunciera el ceño. Odiaba pensar en ella con alguien más.
Camila frotó el lugar entre las cejas de Lauren. "Estás frunciendo el ceño. ¿Estás segura de que quieres estar aquí?"
Ya era demasiado tarde para echarse atrás, así que Lauren asintió. "Me quedaré. Pero tal vez deberíamos permitirle que traiga la escopeta del coche y que acabe con esto."
"Oh no. Todavía no estoy lista para rendirme contigo." Camila la besó en la mejilla y llevó a Lauren con ella a la sala de estar.
Se acomodaron alrededor de la mesa de café y tuvieron una conversación bastante agradable sobre el baloncesto y los países a los que habían viajado. Descubrieron que tanto Lauren como Alejandro habían pasado algún tiempo en Alemania, Lauren en viajes de negocios y Alejandro cuando estuvo estacionado allí antes de que naciera Camila. Justo cuando parecía que estaban empezando a unirse, Camila se levantó para comprobar el asado que tenía en el horno, dejándolos solos en la sala de estar.
Lauren se frotó las manos sobre la costura exterior de sus pantalones y buscó otro tema de conversación. Hablar de política era demasiado peligroso, ya que ella no tenía idea de la afiliación de su partido. El clima era aburrido y no quería hablar sobre su trabajo, ya que eso solo le recordaría el hecho de que ella era la jefa de Camila.
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Bajo una Estrella Fugaz (Camren)
FanfictionSe supone que las estrellas fugaces son un signo de suerte, pero no para Camila. Su nuevo trabajo, como secretaria en una compañía internacional de juegos en Portland, OR, no ha tenido un buen comienzo. Su primer trabajo, decorar el árbol de Navidad...