A Night of Betrayal - Camren G!p|

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La cena ya estaba lista, hice un postre de fresas pero todavia tenía que ponerlo en el congelador.

- Te ayudo en algo amor - dice Alex que está guapísimo, me encanta verlo en jean.

- Pon el postre en el congelador - le pido mientras tapó la olla del arroz.

- Ok- apago la cocina - ¡Mierda! - y escucho como algo se hace trisas.

Me volteo y veo el postre en el suelo y toda la ropa de mi amado esposo lleno de postre de fresa.

- Amor - le digo mientras me acerco a el.

- Lo siento - se disculpa.

- No pasa nada - lo tranquilizó pero él sigue maldiciendo en voz baja - No te preocupes ya limpio, ve a cambiarte ¿Si?.

- Lo siento mi amor - se vuelve a disculpar mientras me da un beso.

- No pasa nada, date prisa que tu amiga no debe tardar - desaparece de la cocina empiezo a limpiar pero el timbre suena.

Camino hacia la puerta Será su amiga? Abro la puerta me quedo embobada era una mujer, pero bien mujer ¡Joder! Tenia unos ojos verdes hermosos, unos labios dios parecia una modelo salida de una revista. Tenia un cuerpazo bien formado, sus brazos eran grandes.

- Hola, soy Lauren Jauregui - dice cob una sonrisa que derretiria a cualquier hombre e mujer. - ¿Tu eres la esposa de Alex? - me cuestiona ya que no me presento.

- Si, pasa - abro la puerya para que entre - Soy Camila Cabello - él coge mi mano son previo aviso y sus labios se posa en mi mano, fue raro pero senti un cosquilleo.

- Un placer - suelta mi mano, no deja de verme, su mirada me resulta muy intimidante - ¿Y Alex? - cuestiona mientra camiba hacia la sala, cierro la puerta respiró y me obligó a reaccionar ¿Que me pasa?.

- Está cambiandose, enseguida baja - le explicó él se sienta en el sillón cruza una pierna encima de otra de manera sexy, sin dejar de verme - Mi amigo tenia razón eres muy guapa - siento mis mejillas sonrojarse antes sus palabras.

¿Qué diablos de pasa, Camila? Pareces una adolescente hormonal, solo es una mujer guapa, que es amiga de tu esposo que está arriba - tiene razón debo controlarme.

- Mi esposo bajara enseguida, dejé algo en la cocina enseguida vuelvo - md excusó para salir, sin esperar respuesta voy a la cocina no entiendo que me pasa, porque me siento asi. 

Respiró hondo cierro mis ojos, los vuelvo abrir y olvidó lo que pasó, el cosquilleo que senti, las sensaciones que sj mirada provocaban. Busco la escoba y limpio el desastre que hizo mi esposo, terminó de limpiar todo.

Busco en el congelador para ver si hay helado para el postee, pero no genial, no tengo nada para dar.

Cierro de golpe el congelador doy un paso atrás y me doy la vuelta de golpe, si percatarme que Lauren esta tras mio, chocó contra su pecho retrocedo el piso resbaloso no me ayuda, pierdo el equilibrio pero los brazos de Lauren me sujetan la cintura evitando mi caída.

Me atrae a su cuerpo, alzó mi rostro para verla gran error, su mirada me pone muy nerviosa al igual que su sonrisa, tragó saliva estoy nerviosa, sus manos se aferran más a mi cuerpo y siento como dos dedos tocan mi piel debajo de mi blusa.

- Debes tener más cuidado - me dice yo asiento ya que al parecer no puedo hablar - Tienes unos labios hermosos - susurra seductora, sus manos pegan más mi cintura a la suya, abro mis ojos como platos al sentor un bultó entre sus piernas.

¿Esta excitada? Yo que mierda estoy haciendo, por qué no lo separo y le doy una cachetada y llamo a mi esposo, Camila ¿¡Qué diablos te pasa!?

- Ves cómo me pones - susurra sin quitarle la vista a mis labios, se lame los labios - Tu tambien lo sientes - mueve su cadera y mi cuerpo no pudo evitar sentor excitación al sentir su miembro rozar mi sexo - Y si te follo aqui, en este mesón - siento como una mano deja mi cintura va hacia mi culo, sd hunde entre mis piernas y encima de mi pantalón mueve sus dedos.

- Ah - mi respiración se acelerá y el deseo que continuara no me dejaba pensar.

- Pero, no podemos - se separa de mi, sonrie - ten cuidado, no debemos estar solas eres mucha tentación y no sé si para la otra podré controlarme - sin más sale de la cocina.

Yo no puedo creer lo que he hecho, lo que permiti, he dejado que me tocará, que hablara de esa manera. Me había excitado, la humedad de entre pierna lo confirmaba, dios como deje que pasara esto.