A Night of Betrayal - Camren G!p|

Epílogo

1 años después.

Un año desde que me separé de Alex desde que me rompió el corazón, el divorcio fue fácil no dije la verdad no quería dañar a Álex, aunque no entiendo por qué oculta su sexualidad. Él cree que fue fácil para mí pero no lo fue yo si lo amaba fue el primero y no solo en la cama fue el primero en que se ganó mi corazón, renuncie a mi trabajo por él, siempre intenté dar lo mejor de mí para que él estuviera orgulloso.

Fui la esposa perfecta hasta que lo engañe y él de algún modo fue mi hombre perfecto hasta supe la verdad.

En fin nos separamos, su familia contenta que nos hayamos separado, me costó trabajo olvidarlo, olvidar tantos años juntos fue duró.

Pero el trabajo ayudó mucho, me encantaba al fin poder ejercer mi carrera profesional me sentía tan bien, era de algún modo una mujer independiente.

Ya me mudé a mi propio apartamento era pequeño pero suficiente para llegar dormir y disfrutar una gran noche.

—Me encanta verte así — giro mi rostro para verla — sentada en esa ventana, desnuda solo usando mi camisa — sonrió ante su comentario — porque no vienes a la cama y me acompañas — levanta su mano así a mi dirección llamándome.

—No — niego con la cabeza — estoy cómoda aquí — ella se pone de pie rápidamente y se acerca a mí.

—De eso nada — me carga entre sus brazos — no pienso perder mi valioso tiempo sin besar eso labios tan hermoso — sonrió ante sus palabras y me besa mientras camina hacia la cama y nos recostamos en la cama juntas.

— ¿Valioso tiempo? — preguntó divertida mientras ella continúa besándome.

—Si muy valioso — dice con una sonrisa — no sé pero ¡Joder! No puedo dejar de pensar en besarte esos labios tan hermoso — acaricia mis labios con su pulgar, me da un beso — tocar tu piel — sus dedos recorren mi cuello hasta llegar a mis pechos —ah — gimo mientras ella continúa besándome y acariciando mis pechos.

Su mano baja poco a poco pero sus labios no dejan los míos entonces su mano llega a mi sexo y juega con mi clítoris.

—Lauren—susurro contra sus labios.

—Eso guapa — continúa estimulando mi clítoris — solo di mi nombre, solo el mío — me pide.

—Lauren, Lauren— repito una y otra vez, por cada beso, por cada caricia que me daba mis labios pronunciaba su nombre con locura, con pasión.

Jamás olvidaré aquella noche en que traicioné a Álex, porque había sido la mejor noche de mi vida.

Esa noche entro a mi vida una mujer maravillosa que no se dio nunca por vencida por mí, que me busco que me conquistó día tras día hasta entrar a mi corazón y no solo en mi cuerpo, como ya lo había hecho.

Después de aquel día en que me emborrache en aquel bar que ni siquiera recuerdo su nombre, me llevo a un hotel para que descansará.

Cuando me levanté no digo nada solo me dio un vaso de jugo y una pastilla para el dolor de cabeza. Me trajo el desayuno, ni ella ni yo hablamos para nada, me había comprado ropa me di una ducha y salí lista.

Salimos del cuarto aún sin vernos dicho ni una sola palabra, me llevo a la casa de Dinah. Abrí la puerta del auto para bajarme entonces me cogió la muñeca y me detuvo.

—Volveré por ti — dijo segura— cuando hayas resultó tu divorcio y haré las cosas bien — acerca mi mano a sus labios dejando un casto beso que hace que aquel cosquilleo que produjo el primer día en que nos conocimos vuelva nuevamente — te conquistaré — mi pulso se acelera — me meteré no solo en tu piel, porque eso ya lo hice — acaricia mi mano — me meteré en tu corazón eso te lo juro y no habrá nada ni nadie que logre sacarme de ahí una vez que logré entrar — una pequeña sonrisa se formó en mis labios y ella sonrió como respuesta.

Soltó mi mano y sin decir nada me bajo del auto y camino así la casa Dinah.

A cada paso que daba mi sonrisa se hacía más grande, espero y rogando que Lauren cumpla su promesa.

Acarició su cabello con suavidad me encantaba sentir su cabello entre mis dedos era tan suave, su cabeza reposa en mi pecho desnudo.

—Lo cumpliste — susurro recordando su juramento, ella alza la cabeza y me mira juntando sus cejas.

— ¿Cumplí que cosa? — me cuestiona, sonrió.

—Tu juramento de meterte en mi corazón — ella sonríe y me da un beso.

—Yo siempre cumplo mis juramentos guapa — muerde mi labio — no quiero levantarme pero tengo que ir a trabajar — dice con una cara triste.

—Lo sé yo tampoco quisiera hacerlo, pero tienes que trabajar y yo también así que arriba — le digo con una sonrisa.

Sin mucho gusto lo hace se va a al baño, me levanto y me siento en la cama.

Miro mi reflejo en el espejo que está en un rincón de mi cuarto, sonrió.

Quien me iba a decir que el día en que me sentí como una basura, ahora lo atesoraba como la mejor noche de mi vida.

Ese día empezó todo, desde el momento en que abrí esa puerta esos ojos verdes que me fascinan me atraparon, su voz, si esa voz a la que no puedo resistirme y sus labios.

¿Cómo olvidar sus labios? Si fueron los primeros en tocar mi piel, cuando me saludo con una caballerosidad.

—Espero ser yo responsable de esa hermosa sonrisa — miro a Lauren quien sale recién duchada, con un top y una toalla alrededor de su cintura con una hermosa sonrisa.

—Eso siempre — le aseguro me pongo de pie y le doy un beso apasionado, que ella responde gustosa como siempre — mientras nunca me engañes, tu siempre serás la responsable — susurro contra sus labios.

—Eso nunca, jamás te engañaré— me vuelve a besar con la misma pasión y entrega que desde el día en que la conocí lo había hecho.

Fin