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|Camila|

Para todos tengo la vida perfecta un esposo perfecto, trabajador, leal, educado, cariñoso, sencillo, sexy y sobre todo me ama con todo su corazón. Yo la tipoca ama de casa, mi única obligación era mi hogar aún no teniamos hijos queriamos esperar para disfrutar nuestro matrimonio, pero no le he difrutado como pensé que lo haria.

Alexander mi esposo era un hombre cero pasión, pero muy romantico, muy antigüo, sexo convencional es lo único que hemos tenido durante estos últimos tres años de matrimonio, no es que desee hacer trío o que usemos juguetes sexuales, pero han visto las escenas romántocas de las novelas o peliculas cursis algo asi es lo que siempre me hace, no hay pasión jamás me ha hecho sexo oral y jamás ha pedido que yo se lo haga y vaya que intento.

Es que acaso estoy mal, quiero más pasión que me haga temblar, ya ni siquiera puedo llegar al orgasmo cuando hacemos el amor, solo los actuó para que no se sienta mal, es que lo amo y no quiero lastomarlo.

Además ya hemos hablado, le he dicho que hagamos algo más intenso y saben lo que él me hizo, lleno la habitación de flores, velas, fresas y chocolate derretido fue un hermoso detalle, lo admito pero fue lo mismo, la misma manera de haerme el amor.

Mis sueños ahora son de sexo, las formas en como desearía que me hiciera el amor, en la cocina, en el baño, en tantos lugares de la casa.

Parece como si fuera una adolescente hormonal, que en lo único que piensa es en sexo

- ¿¡Hola, Camila amor!? - me grita mi esposo, sonrió y veo el reñoj  son las tres  de la tarde que hace tan temprano es viernes, normalmente llega más tarde

- ¡Alex, estoy en la cocina amor! - le gritó mientras termino de guardar los platos .

- Hola - me doy la vuelta, envuelvo mis brazos en su cuello y le doy un beso, gracias al cielo que permite que hunda mi lengua en su boca, el hace lo mismo. Pego mi cuerpo más al suyo deseo de que me haga suya en la cocina, pero no se separa de mi y me carga en sus brazos así como en las novelas.

Llegamos en la habitación le saco la camisa y aprovecho para besar su abdomen, llegó a sus pantalones se los saco junto con su bóxer dejando su duro mienbro libre, lamo mis labios tenga ganas dd sentirlo en mi boca, pero Alex me pone de pie de golpe me saca la blusa y me tira a la cama.

Sus manos van directo a mis pantalones me los saca, dejando mi cuerpo casi desnudo, ya que aún tengo el brasier puesto.

Se sube encima mío, me besa y al instante se desliza dentro de mi y comienza a moverse, el problema no sentoa nada ya no era como antes me habia cansado , hacer lo mismo y mismo todos los dias.

Empecé a gemir, a decir su nombre mientra su ritmo aumentaba, envolvi mis piernas en su cintura acariciaba su espalda, mientras el me besaba los labios o mi cuello nunca los pechos, rara la ocasión en que lo hacía.


Mi cabeza reposaba en su pecho mientras el acariciaba mi cabello con ternura.

- Te amo - me dice alzó mi rostro le doy un beso casto.

- Y yo a ti - le digo sincera lo amaba con todo mi corazón., de eso no tenia ni un poco de duda que no difrutará cada vez que me hacía el amor no cambiaba mis sentimientos hacia él.

Me enamore de su forma de ser, tan amable, leal con sus amigos, romántico y cariñoso y las muchas cualidades que tiene.

- Por cierto hoy viene, una vieja amiga mia - me dice mientra jugaba con mi cabello.

- ¿La conozco? - le interrogó.

- No, es una amiga de la infancia se viebe a quedar el fin de semana - asiento - debe llegar en una hora o dos

- Ok, entonces voy a preparar la cena - me pongo de pie me acomodo el brasier y me pongo mis bragas, el pantalón y mi blusa

- Eres la mujer más hermosa del mundo - se levanta de la cama y se acerca a darme un beso - te amo, voy a bañarme y bajo.

- Ok, te amo Alex - le doy otro beso y bajo para preparar la cena.

A Night of Betrayal - Camren G!p|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora