EL ALMACÉN DESCUBIERTO

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¿Ella también era un demonio? ¿Ella era Lujuria? La explicación que nos dio después de confesar su identidad fue algo confusa, pero no imposible ¿Habría algo imposible después de vivir lo que me hizo la maldición?

          — Este lugar es la nada y lo es todo, está aquí en esta ciudad justo ahora y puede estar en otras en paralelo — Se puso de pie y cogió un libro — Existen líneas paralelas a la nuestra, esta biblioteca recoge toda la información sobre esos lugares.

         — Eso explica que haya todo tipo de libros — Dijo Leo.

         — En efecto — Respondió Cristina.

         — Si sabias de mi maldición ¿Por qué no me ayudaste? — Miré fijamente.

         — Existen reglas, estas reglas vienen de un mundo del cual ustedes nunca podrían comprender, allí hoy en día no existe más que un 20% de la población humana, las guerras constantes colapsaron todo, el hombre que viste es quien intenta arreglar todo ese desastre, los ángeles y demonios aquí solo son mitos o leyendas, pero ellos existen, se originaron en ese mundo del que les hablo.

Leo echó una carcajada e intentó salir de la habitación, pero Cristina la detuvo con una frase.

        — ¿Quieres ir al almacén? — Ella se recogió el cabello — Se lo que has estado haciendo, recuerda que soy la lujuria que existe en el mundo, me encargo de controlar todo el deseo malo.

       — ¿A qué se refiere? — Pregunté confundido.

       — Abre esa puerta — Ordenó Cristina.

Él no lo hizo, sucumbió ante el miedo, supe de inmediato que algo malo estaba pasando, me puse de pie y abrí la puerta que señaló, al ingresar encontré a muchas chicas semidesnudas y atadas. El impacto de predecir lo que estaba pasando, de saber que el culpable de la desaparición de las mujeres de la ciudad era mi mejor amigo.

Volteé para enfrentar a Leo, pero recibí un golpe detrás de la cabeza que me dejó inconsciente, acto seguido uso su don para ordenar a Cristina, pero frente a ella no hizo efecto.

        — Es cierto, no funcionara la lujuria contra Lujuria — Su mirada era sombría — Pero no eres como la verdadera ¿o sí? Te ves muy humana.

       — Detente ahora mismo, has sido consumido por ella — Respondió.

       — Desde que te vi... si, desde que te vi soñé con provocarte orgasmos, eres tan bella — Comenzó a sonreír como desquiciado — Lo haré, lo voy hacer y lo vas a disfrutar.

Cristina intentaba usar sus poderes en él, pero parecía inútil, Leo arremetió como una fiera en celo, ella forcejeaba, las cosas de la habitación caían y yo seguía inconsciente.

         — ¿Esta es la nueva Lujuria? ¿Una niña virgen? — La tomó del cabello — Has honor a ese título y tengamos una buena fiesta entre nuestras partes.

         — ¿Tanto le emociona a un hombre la virginidad de una dama? — Ella mordió los genitales de Leo.

Él golpeó su rostro contra la mesa y empezó a gritar groserías por el dolor, en ese momento ella lo embistió fuera de la puerta que conectaba la biblioteca y el almacén. De entre las sombras la Lujuria pelirroja apareció para sostener a mi amigo, de inmediato Cristina me arrastró dentro.

Sus miradas conectaron, las dos representantes del pecado capital Lujuria estaban allí, Cristina en la habitación iluminada de la biblioteca y la traidora abrazando a Leo en el oscuro cuarto del almacén.

        — Así que eres tú a quien eligieron — El demonio se acercó.

La nueva representante mostraba inexperiencia y algo de miedo.

         — No te preocupes, no puedo ingresar a esa biblioteca — Lamió la cara de mi mejor amigo — Pero si quieres encerrarme de nuevo tienes que venir por mí.

En ese momento la biblioteca cerró su puerta, estaba amaneciendo y desperté en el sofá de la habitación. Tenía ganas de ir al baño y me dirigí buscándolo, vi a Cristina a través de su puerta mal cerrada, ella estaba desnuda y con el cuerpo lleno de moretones.

Volví al sofá, ella regresó vestida y me dio el desayuno.

        — Leo... ¿Él te hizo eso verdad? — Pregunté con un nudo en la garganta.

Guardó absoluto silencio y después metió unos libros a su mochila, se la colocó en la espalda y me extendió su mano.

       — Es hora de irnos.

       — ¿A dónde? — Pregunté.

      — Voy a remediar mi descuido, te quitaré la maldición y salvaremos a tu amigo.

      — Pero tu estas... lastimada.

Salimos de la biblioteca y me llevo directo a donde fui la noche anterior, estábamos en Sex House. Fuera del lugar había cintas que prohibían el ingresó... la razón la supe al llegar a la habitación de Lauren, un gran charco de sangre estaba frente a mis narices.

        — Lauren fue asesinada por Lujuria mientras estaban conmigo — Se agachó a recoger el bastón — Pero necesitamos de esto para acabar con el enemigo.

50 COGIDAS ANTES DE MORIR © #Wattys2019 (Completa) Sin editarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora