50 COGIDAS ANTES DE MORIR

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Los jóvenes se dejan llevar por el momento, la calentura...la pasión. El joven maldito se desviste y luego deja a Cristina totalmente desnuda, levanta su cabello con delicadeza, besa el cuello de su mujer, ella está nerviosa por el rose de los labios del hombre que la acaricia, hace gestos delicados y tiernos, su piel se escarapela con cada movimiento.

Él la acuesta boca abajo, recorre su espalda con sus besos, llega a sus glúteos, los toca con fuerza, se acerca a su oído y pregunta si puede entrar en ella. La joven lujuria responde que sí, aprieta las sabanas con sus manos lista para llegar al siguiente nivel, hace gestos de dolor mientras Dilan la empieza a penetrar, da un pequeño gemido y se muerde los labios, pues le apena que la pareja de al lado los escuche.

       — ¿Puedo empezar a moverme? — Propone el joven que ya no resiste la idea de quedarse quieto teniendo una mujer tan hermosa delante.

Ella gira el rostro, sus ojos demuestran su amor... ella acepta.

      — Hazme tuya, soy tu mujer ahora.

La fiesta empieza en la habitación, Dilan está sobre ella moviéndose hacia atrás y hacia delante, ella siente su pene introducirse cada vez más con los movimientos.

La gira en un instante la sienta sobre él, ella abre las piernas y sigue gozando del pedazo de miembro que se está embutiendo, él tiene el pecho desnudo de ella justo a la altura de su rostro... por instinto empieza a mamar sus senos, hace uso de su lengua para jugar con los pezones de la dama, en consecuencia, ella da un grito de placer. Dicho grito es escuchado por Leo y Deysi quienes tomaban un descanso después del tremendo polvo que se mandaron.

     — ¡Eppa! — Dice — Están follando. Esos gritos hacen que se me ponga erecto de nuevo.

     — ¡Hey! Cierra la boca y respétame... no puedes excitarte escuchando a mi amiga — Ella coge el miembro del tipo.

      — Sigamos, vemos quien dura más cogiendo esta noche — Responde.

Esa noche se tornó en el tributo al sexo y orgasmos, Dilan tenía Cristina galopando sobre él, después de mucho tiempo llegaron al primer orgasmo, su contador ascendió a 30 en ese momento. Mientras descansaban, la acarició en el rostro y agradeció lo que hizo, sin embargo, ya no quería acostarse con otras mujeres, se resignó a morir si así lo quería la vida.

Entre una risa coqueta, ella le dijo algo que él no se lo esperaba, pues Cristina volvió a ser virgen en ese momento.

        — Es una de nuestras habilidades como demonio de la lujuria es el multiplacer, es verdad que ya dejé de ser virgen pero el contador seguirá avanzando con el mero hecho de que tu pene atraviese un himen nuevamente.

        — Entonces solo una vez mas y...

        — No — Interrumpe — Otro acto sexual conmigo no te dará la misma cantidad para reducir el número de tu maldición.

        — ¿Entonces necesito acostarme con 20 vírgenes más? — Pregunta.

        — Eso... o tener sexo conmigo cuatro veces más — Responde.

La respuesta era obvia pues no veo a ningún hombre rechazando a la mujer que le gusta y con la que ya cogió decirle no a tal propuesta. La noche aún era larga para poder satisfacerse mutuamente, y entre descanso y descanso lo números se reducían.

Era el último round necesario, Dilan y Cristina habían pasado de la ternura al sexo salvaje, practicaron desde sexo oral, hasta sodomía... Ellos habían gozado su noche juntos. Estaba amaneciendo y agotados después de tal experiencia, se recostaron mirando el techo.

       — Fue increíble — Dice de repente.

      — Sí que lo fue — Responde ella.

Se viste y se dirige al baño, Cristina lo espera en la cama. Estando allí, se percata de algo... se siente observado y de entre las sombras alguien aparece, nada más y nada menos que Lujuria. Ella se ve bien, usó ese tiempo ausente para recuperarse y vino para cobrar un trato.

       — Hola — Saluda — Vine a llevarme lo que me debes.

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La próxima actualización sera en 2020 :) JAJAJA

50 COGIDAS ANTES DE MORIR © #Wattys2019 (Completa) Sin editarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora