Prólogo

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Ya sé que soy un caso perdido, pero me gusta pensar que todavía hay esperanza.Ya nadie lucha para conservar algo, todo lo reemplazan.
Padre dijo una vez que el tiempo arregla los problemas, pero, cada vez me siento peor que ayer. No tengo a nadie ni nada, mi tío es una persona cruel, todos son crueles.

Impresionante es cómo se te queda grabado en la cabeza algo que te dijeron y que de verdad dolió. Ha pasado un tiempo desde que todo comenzó; así como todo tiene un inicio también hay un final, ¿no?
He visto todas las cosas que me importan destruirse, vi a todos los que me importaban alejarse, ¿en serio esperas que siga pensando que algo vale la pena?

Siempre he sido odiado, aborrecido por el pasado de mi familia. Fui tratado como basura, como nada. En un mundo simple y miserable, ¿por qué lo abstracto es criticado?

Dolor.
Soledad.
Asco. 
Miedo.

Todas estas voces en mi cabeza se hacen más fuertes.
No puedo dejar de pensar ni un sólo instante... En realidad, quisiera dejar de hacerlo.
Ya nada me huele a flores y armonía, ahora el aire es azufre.
Creí ciega e ilusamente que esta vez sería feliz. Siento algo parecido a querer arrancarte el corazón o echarle cemento para que esté duro e indolente.

Dormir es lo mejor, porque no estás muerto, pero no estás despierto, y no sientes nada, así que es una situación en la que todos ganan.

Mi nombre es Friedrich Kleist-Hohenzollern, mi padre de pequeño me decía de cariño Deutschland. ¿Por qué les cuento esto? Simple. Dicen que morimos dos veces a lo largo de nuestra vida. La primera vez cuando dejas de respirar y, la segunda, un poco más adelante, cuando alguien pronuncia tu nombre por última vez, cuando aquel apodo que ahora odio es lo último que mi padre dijo antes de morir.

Y de pronto tantos, recuerdos volvían. Las lágrimas y sonrisas se confunden, a por lo que no sabía si mi alma lo soportaría de nuevo; las palabras de mi padre resonaron nuevamente en mi mente casi como un pequeño mantra:

«No olvidaré tu nombre, porque, incluso en mi último aliento, tú serás lo que pase por mi mente. Tu nombre serán mis últimas palabras, tú vas a ser lo último de lo que intentaré hablar, tú mi querido Mein kleiner Sohn»

Y no pude evitar llorar.

No pude evitar morir lentamente.

No pude evitar...

Querer morir.

Si es que no estoy muerto aún.

▓ ÖFFNE DIE TÜR ▓ ✠RusGer✠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora