Alumno nuevo

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Estaba agotada, ayer había tenido una fiesta muy pero muyyyy.... Alocada. Tenía una jaqueca terrible, y estaba completamente desnuda, en una habitación que no conozco y con un chico que no conozco.

Me levanté de la cama, coloque mi ropa y salí de ahí lo más rápido posible.

Busque las llaves de mi auto en mi bolso, y salí de la gran casa, me metí en mi auto y arranque. Mi celular comenzó a vibrar.

- No me grites, tengo una jaqueca terrible - dije através de la línea.

- Lo que digas, pero tienes que apresurarte en llegar - dijo mi amiga desesperada desde el otro lado de la línea.

- ¿Por? - dije irritada.

- Solo ven, a llegado una nueva presa para ti - dijo mi amiga con un tono de picardía.

- Cristi, espérame afuera de la universidad - dije mordiendo mi labio inferior.

- Como digas, Patrona - dijo Cristina provocando una risa en mi.

Colgué rápido, debía llegar a mi departamento y cambiarme lo más rápido que podía.

Me bañe rápido y salí.

Me coloque un pantalón jean negro y una blusa de color vino ajustada a mi torso, que tenía un gran escote en forma de corazón. Y para finalizar mi atuendo, me puse unos converse negros.

Tomé mi mochila y algunos libros, salí de mi departamento, subí a mi auto y comenzé a conducir.

(....)

Llegué a la universidad, baje y como siempre empezaron a joder, todos esos pubertos.

Idiotas.

Vi a Cristi a lo lejos, ella me miró y fui hasta ella.

- Hola mi amor - dije dándole un beso en la mejilla a mi amiga.

- Hola mi vida - dijo y respondió a mi saludo.

- Lesbianas - dijo mi amigo.

Éramos el trío perfecto.

- Ella es mía - dijo Cristi dándole un apretón a mi trasero.

- Y ella es mía - dije pasando mi lengua por el lóbulo de Cristi.

Lo sé, un acto de lesbianismo puro, pero a Cristi y a mi nos gusta actuar así.

- Lesbianas sexys - dijo el mordiéndose el labio inferior.

- Algún día encontraras a tu media naranja Vic - dije divertida y el soltó una risa.

- NUNCA mi vida, por eso ya no soy virgen - dijo el divertido.

- Ni yo tampoco - dijo Cristi sonriendo.

- Pueden dejar de hablar de la virginidad - dije molesta.

Cada vez que hablan de ese tema, lo recuerdo a él, a ese maldito imbécil.

- Lo sentimos, no fue nuestra intención - dijo Víctor.

Cristi y Vic son las únicas personas que saben de mi pasado.

- Bueno entremos a clases hoy tenemos un exámen - dije y ellos abrieron los ojos como platos.

- ¡¿Que exámen?! - dijeron ambos.

- Es sobre lo que hemos visto en las últimas clases - dije riendo por sus caras.

- Debes ayudarnos, Viki - dijo mi amiga acompañada de un puchero.

- Si Viki, hazlo por tu hermano mayor - dijo el con un puchero.

- Está bien.... - dije cansada.

- ¡Si! - dijeron al unísono.

- Pero es la última vez que los dejo copiar - dije amenazante.

- Está es la doceava vez que dices eso - dijo ella chocando puños con Vic.

- Por decir eso ya no les ayudo - dije y me fui caminando a mi casillero.

- ¡¿Que?! - dijeron ambos.

Llegar a mi casillero fue más tardado de lo normal, pues tenía a dos irritantes personas detrás de mi, jodiendo por el examen.

- Anda Viki - dijo Vic. - somos hermanos debes ayudarme - dijo el levantando la ceja.

- Número uno, no tengo hermanos, Número dos, no porque casi nos llamemos igual no significa que somos hermanos y número tres, que crees que no me cuesta estudiar - dije levantando mi ceja.

- ¿No..? - dijo Cris.

- Correcto, no me cuesta, solo prestó atención a lo que me dicen - dije orgullosa.

Al final terminé diciendo que los ayudaría, cerré mi casillero, esos tarados me habían dejado completamente sola en el corredor.

Sentí como alguien chocaba con mi cuerpo, casi me caigo pero logré pararme firme y así no choque con el suelo.

Miré a la persona que estaba en el suelo, me dio rabia que no se fijará por donde iba.

- ¡Fíjate por donde vas inútil! - dije enojada.

- No fue mi in-intención - dijo tímido.

No pude ver su rostro ya que una gran capucha lo ocultaba, me puse a su altura o bueno me arrodille frente a él.

- Quítate la capucha - dije en tono de órden.

- No a-asi estoy bien - dijo casi en un susurro.

- No es una pregunta, es una orden - dije con la paciencia agotada.

- Lo si-siento - dijo en un susurro.

- ¿Sabes algo?, Yo no le ruego a nadie - dije para después retirar su capucha.

Wow, era impactante la belleza de este chico, no me parecía guapo, el me parecía tierno, adorable. Sus ojos miel eran hermosos y su nariz y mejillas cubiertas por pequeñas pecas le daban un mejor toque a su rostro, esos labios rosados carnosos y esponjosos, se veían apetecibles.

Me quedé analizando todo su rostro, pero mis ojos se centraron en sus labios. Mordí mi labio inferior, estaba acercando mi rostro al del adorable chico. Pero un carraspeo nos hizo separarnos.

- Señorita Victoria y Señor James, deberían ir a sus clases -

- Tiene razón - dije incorporándome.

- Señor James, acompañe a la señorita. Les toca en el mismo salón - dijo la maestra.

El y yo asentimos, y nos dirigimos a nuestra primera clase. Yo no podía evitar no mirarlo.

- Así que James, eh.. - dije con una sonrisa coqueta.

- ¿Disculpa? - dijo el mirándome.

- No, no te disculpo. Por tu culpa llegaré tarde a clases - dije fingiendo enojo.

- Yo...lo siento mucho - dijo el bajando la cabeza.

- Te ves muy débil, no bajes la cabeza. Demuestra lo fuerte que eres - dije con una sonrisa.

Un leve sonrojo se apoderó de las mejillas de el hermoso espécimen frente a mi.

- Además - me acerque a su oído. - se que me divertire mucho contigo - susurre en su oído.

Su cuerpo se tensó, y el trago duro dándome a entender de qué estaba nervioso.

Caíste muy rápido mi tierno y lindo James.

Eres mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora