Eres mío.

Fue un completo error

- ¿De q-que estás ha-hablando? - dijo un James con mejillas rojizas.

Me separe de el así para que el tuviera más espacio.

- Te propongo algo James - le dije mirandolo fijamente.

- ¿Que cosa? - dijo el con nerviosismo.

- Quiero que tú seas de mi propiedad - dije lo más fría posible.

- Lo siento, no te eh escuchado bien - dijo con su voz tímida

- ¿Aceptas o no? - lo miré esperando una respuesta.

James me miró y luego su semblante cambio hacer uno serio.

- ¡Piensas que soy un objeto! - dijo él.

Vaya si que se enojó.

- Escúchame Victoria, podré ser tímido y toda esa mierda. Pero no dejaré que tontas como tú vengan a tratarme así - dijo frustrado.

¿Adónde te fuiste timidez?

- Pensé que eras distinta, pero eres igual que todas - dijo con un poco de tristeza. - eres una maldita interesada -

- Lo único que te interesa, es que, te follen - dijo sin una pizca de vergüenza.

Donde mierda te metiste timidez.

- Ya escuché suficiente, James tú no me conoces, yo soy capaz de todo por tener lo que quiero - dije enojada.

- Tu no sabes por lo que yo pasé - dije mirando a otro lado.

- Y créeme, yo incluso puedo hacer que tus propios padres te vendan, y haci me pertenezcas -dije volviendo a ver a James.

- Fue un error confiar en ti - dijo el negando con la cabeza.

- Mi hermana tenía razón, pero soy tan tonto que no le creí - dijo el decepcionado.

Eso fue lo último que dijo, mi mano impacto con su mejilla. James me miró asustado.

- Créeme yo no soy lo que dice tu hermana - dije frustrada.

- Te haré un breve resumen de mi, haci dejas todas esas estupideces - hice movientos con mis manos.

- Soy una chica fiestera, amiguera, lista, y sobretodo muy posesiva, debiste haber tenido cuidado de no toparte conmigo James.....-

- Ahora vete - dije sería.

El no dijo nada, solo agachó la cabeza y salió de mi casa.

Suspiré agotada. - Fui muy rápida - dije y me senté en el mueble.

La colonia de James invadía mis fosas nasales, busque el olor y lo encontré. Su chaqueta, vaya a este chico sí que le encanta los perfumes fuertes.

Deje la chaqueta en donde estaba y subí a mi habitación.

- Dulce camita, ¿Me extrañaste? - dije para haci caer rendida en mi cama.

(...)

Hice la misma rutina que todos los días, pero esta vez sí estaba en mi cama.

Decidí por un vestido color blanco muy cómodo, pero igual se pegaba a mi cuerpo dándole a este un mejor aspecto. Tome unas zapatillas blancas para combinar.

Tome mi mochila y la chaqueta de James.

Salí de allí.

Llegue a la universidad con un poco de molestia por el tráfico.

- ¿Viki? - dijo una voz gruesa muy varonil.

- ¿Frederick? - el corrió hacia mi, como típica película.

- Mi muñequita - dijo abrazándome.

- Mi muñequito - dijo juntando mi mejilla a la suya.

- ¿Que haces aquí? - dije alejándome un poco de el.

- Oh, seré profesor de remplazo aquí - dijo sonriendo.

Les contaré. Frederick Belkis un chico super dotado, fue un viejo amigo. Cuando vivía con ese infeliz. El me ayudó con la denuncia.

- Bueno.. ¿y si entramos? - dijo sacándome de mi breve narracion.

- Ups, tienes razón - dije y le di una sonrisa de boca cerrada.

Entramos a la universidad, y todos nos miraban, las chicas le guiñaban el ojo a Fred. A mí me lanzaban piropos y miles mierdas más.

Vi a James y Jenna hablando con otros chicos.

Es hora de darle su chaqueta.

Me acerqué a ellos, moviendo mis caderas como si fuera la puta ama.

- Ush! Huele a zorra - dijo Jenna, por mi parte solo la ignoré.

- Toma - mire a James el solo trago duro.

Le entregue la chaqueta. -¿nervioso querido? - susurre en su oído.

- Viki, no lo molest.. - dijo fijándose en Jenna.

- Jenna - dijo completamente el cubo de hielo de Fred.

- Fred - dijo ella mirándolo muy dolida.

- Frederick para ti - dijo el mirándola con desprecio.

- ¿Viki, puedo hablar contigo? - dijo James mientras miraba a Fred con mala cara.

- No - dije fría y mostrando algo de desprecio.

- Considerarte como amigo - dije.

- ¿Q- que? - dijo James mirándome confundido.

- Fue un completo error -