Eres mío.

¡Feliz cumpleaños Viki!

Pues aquí estamos, hoy es mi cumpleaños la verdad esto me trae muy distraído y muy triste.

Otro cumpleaños sin ustedes...

Gracias a Vic y Cristi cada fiesta de cumpleaños han sido muy buenas, y me han hecho olvidar de muchas cosas entre esas el simple hecho de no pasar con mis papás, una vez más.

Enserio los extraño..

Huy los chicos estaba muy raros, sin contar que Fred no vino a la uni, ¿que estarán tramando?.

Era obvio pero debía fingir sorpresa para no dañar el ánimo de mis amigos.

Salí del baño después de lavar mi cara, refrescarme un poco, sentí como alguien entro y me miraba mientras me arregla.

La puerta se cerró, mire por el espejo y estaba ahí.

- ¿Que quieres Jenna?.-dije algo amargada mientras colocaba brillo labial en mis labios.

- Alejate de mi hermano Victoria.-dijo acercándose a mi mientras me miraba con desprecio.

- No lo voy hacer, James es mío.-dije sin más mientras me daba la vuelta y la miraba.

- Que haya perdido la virginidad contigo no te da derecho sobre él.-dijo casi gritando la peliteñida.

- Escucha Jenna, no tengo tiempo para eso, James me está esperando.-dije mientras acomodaba mi cabello.- Y, no, no lo voy a dejar en paz.- dije mirándola mientras sonreía con malicia.

- Te haré la vida imposible Victoria, te vas arrepentír de meterte con mi hermano.-dijo para intentar abofetearme.

La detuve rápido antes de que me golpeara.-Jenna no te permito  levantarme la mano.- dije mientras sostenía su brazo.

- No dejare a tu hermano en paz, entiende, tu sabes más que nadie que cuando me obsesióno no lo suelto hasta que me aburra de él.- dije mientras la miraba enojada.

- Mi hermano no es un juguete, es un ser humano.- dijo gritando mientras su voz se quebraba.

- Jenna yo le advertí a James.- dije mientras soltaba su brazo bruscamente.

- No te metas con el Viki, o me encargaré de que todos en la universidad se enteren de lo zorra que llegas a ser.- dijo mientras me señalaba con sus uñas postizas.

- ¡¿Que les vas a decir, eh?!.- grite enojada.

- ¡Habla, maldita sea!,¡¿Que carajos les dirás?!.- dije para acercarme a ella mientras ella retrocedía.

- Te recuerdo Jenna que tú no eres ningún angelito, y si yo me caigo tu caes conmigo.-dije mientras la señalaba.- No quieres que James se entere lo que hacía su hermana cuando desapareció?.- dije para alejarme de ella.

- Te odio, me quitaste lo que más amaba, y ahora me quitas a mi hermano así como si no fuera nada.-dijo mientras su voz se quebraba aún más.

- Mira Jenna, James ya está lo suficientemente grande como para tomar sus propias decisiones.- dije para salir de ahí.- Y si al amor de tu vida te refieres a el?.- dije mientras le daba la espalda.

- ¿Recuerdas que me dijiste que era un príncipe?, Pues ese príncipe nada más era un mounstro disfrazado de príncipe.- salí de ahí dejándola parada ahí muy confundida.

Me aleje lo suficiente y tome aire, empecé a buscar a mi baby  necesitaba verlo.

Sus hermosos ojos me harían olvidar de todo y todos a mi alrededor.

Lo encontré en la biblioteca, estaba muy consentrado en un libro, decidí sorprenderlo, me acerque poco a poco sin que se diera cuenta.

Cubrí sus ojos con mis manos, el se asustó, sentí como su hermosa carita ardía.