Eres mío.

Tú eres mío

Llegamos al salón de clases y todos no evitaron vernos.

- Nos vemos luego, James - dije sonriendo.

- Buenas noches señorita Smith - dijo la señora de aproximadamente unos, 35 años.

- Buenas noches para usted también - dije con un tono burlón.

- Veo que trajo al alumno nuevo, siempre tan amable - dijo ella haciendo que todos soltaran pequeñas risas.

- Es un chico indefenso, no lo iba a dejar tirado - dije mirando fijamente a James.

- Una excelente chica - dijo ella y procedí a buscar mi asiento.

A lo lejos vi a Cristi y Vic.

Desgraciados.

Me senté junto a Cristi sin dirigirle la palabra.

- Te extrañe mucho - dijo ella tratando de llamar mi atención.

- Amor háblame - dijo ella haciendo un puchero.

Vi por el rabillo de mi ojo como ella rodaba los ojos.

- Víctor, ayudame - dijo ella en un susurro fallido.

Víctor me miró y luego tomó mi mano.

Observe su mano y la retire con brusquedad.

Vic y Cristi me miraron confundidos.

Sonreí maliciosa, ya sé cómo me vengaria de ellos por a verme dejado sola en el corredor.

Levanté mi mano esperando que la maestra lo noté, Cristi y Vic me miraron confundidos.

- ¿Si? - dijo la maestra y todos dirigieron su mirada hacia mi.

- Maestra, usted dijo que hoy teníamos un exámen, usted dijo que ese exámen era muy importante - dije y todos empezaron ah abuchearme.

- Muchas gracias señorita - dijo la maestra.

- Chicos, saquen una hoja de papel y un lapicero - continuo la maestra.

Volteó hacia mis amigos.

Y ellos me dieron una mirada de pocos amigos.

Me acerqué a ellos dos y les susurre.

- Eso les pasa por dejarme sola en el pasillo - dije y ellos me fulminaron con la mirada.

(...)

Todo está muy bien, fui una de las primeras en entregar el exámen.

La maestra dijo que podíamos salir los que acabaramos el exámen.

Quería beber un poco de agua, así que empeze a caminar por los solitarios pasillos.

A lo lejos pude ver a James, estaba con una chica.

Esta chica no le dejaba de sonreír y él tampoco lo hacía.

¿Que les causaba tanta gracia?

Decidí averiguar, porque tanta confianza entre ellos dos.

Caminé por el costado de ellos, sentí la mirada de la chica en mi.

La dichosa chica comenzó a murmurar estupideces de mi.

- Ella es la zorra de la universidad - dijo y soltó una risa irritante.

Gire sobre mis talones y me enfrente aquella estúpida.

- ¿A quién crees que le llamas zorra? - dije lo más tranquila que podía.