- ¡Jjong, ya quita esa cara! Ya esta, no pasó nada. - Decía el menor de los dos jovenes que se encontraban en ese cuarto, uno temblando de miedo porque había visto una araña y el otro tratando de calmarlo.
- Minho, no me jodas. ¿Viste el tamaño de esa araña? Si no la veía yo quizá ahora estariamos muertos. - Insistió el más bajo, aferrandose a la camiseta de su marido.
- Era solo una arañita, ya se fue. - Susurró, acariciando con lentitud la cintura del mayor mientras inclinaba su cabeza y comenzaba a dejar suaves y lentos besos sobre la piel bronceada que tanto le gustaba.
- Minho, ahora no... - Jonghyun trató de negarse, pero cada vez que sentía los labios de Minho sobre su piel, su cordura se iba muy lejos y él quedaba allí, como una marioneta que se dejaba guiar por el menor.
- Aún no comprendo por qué de repente te asustan las arañas. - Murmuró el menor de ambos mientras sus manos descendian por los muslos del contrario.
Ante esto, Jonghyun se puso totalmente tenso. ¡Claro! ¿Como demonios iba a saber él que ''el otro Jonghyun'' no le tenía miedo a las arañas? A él le daban pánico. A lo largo de todo ese tiempo que llevaba viviendo con Minho, se había dado cuenta que entre él y Choi Jonghyun, habían demasiadas diferencias.Por suerte, hasta la fecha había podido evadir cada pregunta de Minho con respuestas inteligentes que le dejaban con la boca cerrada de una sola vez. El menor solo le sonreía y asentía con la cabeza, para que luego todo volviese a la normalidad.
- Es... por un documental que... que vi hace tiempo. - Contestó como pudo, puesto que las grandes manos sobre su cuerpo y los abultados labios en su sensible piel lentamente le estaban volviendo loco.
Minho solo soltó una suave risa, antes de tomar al más bajito entre sus brazos y comenzar a caminar hacia la habitación, mientras Jonghyun solo se dejaba hacer, asumiendo que esa noche, tampoco podría dormir.
Pero tampoco le molestaba aquello.~*~
Dejó la fotografía de nuevo en aquella libreta que solo él usaba. Guardó aquel objeto nuevamente en el cajón del escritorio, pero un par de minutos después ya se encontraba nuevamente con la fotografía en la mano, sonriendo levemente mientras la observaba.
En ella, estaban Minho y él. Aquella foto se la habían tomado por capricho del menor luego de haber hecho el amor la misma noche que Jonghyun había visto aquella araña. Minho estaba sentado frente al gran espejo que había en la habitación de la casa, tapado apenas con una sábana mientras Jonghyun se asomaba detrás de él, rodeando la cintura del menor con sus piernas y manteniendo sus manos en su pecho, quedando tapado casi en su totalidad por el cuerpo de Minho, a pesar de estar desnudo.Las sonrisas de ambos eran de felicidad pura. Aquello había sido alrededor de dos o tres meses antes de que todo se fuera al mismisimo infierno, antes de que su vida se transformara en una pesadilla.
Jonghyun apretó fuertemente aquella fotografia tan preciada contra su pecho, sin poder evitar que un par de lagrimas se escaparan de sus ojos y resbalaran por sus mejillas. Hacía años que no veía a Minho y cada día le amaba y le extrañaba más que el anterior.
Recordó que una vez, hacía tiempo ya, le había visto en una de esas reuniones a las que le invitaban. Jonghyun era uno de los mejores abogados de Corea del Sur, por no decir el mejor de todos, aunque era poco conocido y solo trabajaba para ciertas personas. Más que nada, conocidos suyos.
-*-
Esa noche Jonghyun había ido a la fiesta con su amigo Taemin, un estudiante de leyes que estaba a punto de recibirse. A veces, le ayudaba cuando tenía que rendir un examen o hacer un trabajo. También, le enseñaba como debía actuar en los juicios y todas esas cosas. El menor estaba tan interesado en eso, que solo se quedaba callado mientras Jonghyun le explicaba todo basado en las experiencias que había vivido a lo largo de sus años como abogado.
Estaba sentado en una de las mesas mientras bebía un café con sus amigos de la universidad, todos abogados demasiado conocidos a comparación de él. Se notaba en sus caras de cansancio que no tenian descanso y vivían para su especialidad. Jonghyun no era así. El trabajaba, descansaba y tenía vida social. No mucha, pero allí estaba.
Y de repente, entre todas las voces, escuchó una en particular que le llamó la atención. Un escalofrió bajó por su columna vertebral cuando pudo reconocer aquella voz, e inmediatamente se giró para comprobar con sus propios ojos si aquello era real o nuevamente estaba alucinando.
Pero no... no estaba alucinando. Minho estaba ahí, a un par de metros de él, buscándolo entre la multitud. Mierda, podía ver su cara de desesperación mientras observaba a cada persona en aquella sala, y Jonghyun sabía, sabía que lo estaba buscando a él. Pero aún no tenía el valor de enfrentarlo, asique decidió huir como el cobarde que era.
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El Usurpador {HoHyun}
FanfictionLa vida de Kim JongHyun da un drástico giro la noche en la cual conoce a Choi JongHyun, un joven idéntico a él tanto en nombre como en apariencia, que le hace una oferta difícil de rechazar. ''Si finges ser yo durante un año, recibirás una gran reco...