El Usurpador {HoHyun}

Capítulo 9

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Las manos grandes y cálidas recorrían su cuerpo con una lentitud que le enloquecía. Los labios abultados atrapaban los suyos propios de una manera tan necesitada que le desesperaba, haciendo que sus propias manos se aferraran a los cabellos del más alto. Los jadeos y suaves gemidos que escapaban de los labios de JongHyun solo lograban hacer que MinHo se desesperara aún más, apresando el cuerpo del mayor bajo el suyo propio, buscando más contacto.

El roce entre la piel de sus torsos hacía aquella situación mucho más ardiente, al menos para JongHyun, quien se deshacía entre suspiros mientras el alto besaba y mordía la piel de su cuello con ansias, recorriendo su cuerpo con ambas manos. Las prendas que cubrían la parte superior de su cuerpo se hallaban en el suelo hace rato, y JongHyun prefería no pensar en cuanto le costaría reponer aquella costosa camiseta que de seguro estaba llena de tierra y arena en el guardarropas de su hermano.

Pronto, su mente quedó completamente en blanco al sentir la cálida boca de MinHo en uno de sus pezones. La succión le provocaba escalofríos y ya no hallaba forma de disimular los gemidos que salían de su boca cada vez con más frecuencia. Sus pequeñas manos (a comparación con las del alto) se aferraron inmediatamente a los hombros ajenos, enterrando ligeramente sus uñas en la piel morena.

Una de las cosas que amaba JongHyun era el leve contraste que existía entre su piel y la de MinHo. Este último era ligeramente más moreno que él mismo, y aquello podía notarlo cuando el menor le pedía que durmiera desnudo con él o cuando se bañaban juntos. Aquel ligero contraste le enloquecia y le hacía querer observar a MinHo todo el día. Toda la vida si fuese posible.

Las manos de MinHo abriendo el broche de su pantalón le trajeron de nuevo a la realidad. El leve roce de sus dedos sobre su vientre, sumado a los besos y mordidas que el menor dejaba sobre la piel de su abdomen, simplemente le hacían perder la cabeza. Podía sentir que su miembro latía dentro de su ropa interior, pidiendo casi de forma desesperada el alivio.

Un escalofrío le recorrió el cuerpo entero cuando los ajustados pantalones comenzaron a deslizarse por sus piernas, pero no pudo evitar soltar una risa al escuchar las quejas de MinHo con respecto a su apretada vestimenta.

- ¿Podrías usar pantalones menos ajustados la proxima vez? - Preguntó entre leves risas el menor de ambos, mientras terminaba de quitar aquellos pantalones que ya habia comenzado a odiar, arrojandolos en algún rincón de la habitación, lejos, donde no estorbaran.

El alto levantó su cabeza para observar a JongHyun, quien tenía una sonrisa boba en su rostro que rapidamente le contagió, mientras acariciaba sus cabellos y los despeinaba en un gesto de amor que últimamente se había hecho normal entre ellos. Las grandes manos del menor se posaron sobre las delgadas caderas ajenas, causando estremecimientos en el mayor, pero poco antes de poder comenzar a quitar su ropa interior, JongHyun le detuvo y le atrajo nuevamente hacia su cuerpo, desabrochando los botones de su pantalón y quitandoselo de forma lenta y bastante sensual, rozando con sus dedos las piernas de MinHo.

Podía parecer que estaba muy confiado, pero lo cierto es que JongHyun moría de nervios en su interior. Tenía miedo de hacer algo mal, algo que le delatara y que MinHo (aparte de rechazarle) descubriera que él no era Choi JongHyun.

''¿Pero que demonios hago pensando en eso? Estoy aquí, a punto de entregarme al hombre que se ganó mi corazón, ¿¡Y estoy pensando en mi hermano!?'' Una mueca apareció en los labios del platinado, quien detuvo sus acciones una vez que la estorbosa prenda ajena se encontró en el suelo, junto al resto de su ropa. Aún seguía algo perdido en sus pensamientos, hasta que MinHo comenzó con aquella fricción entre sus miembros aún cubiertos por la tela de su ropa interior.