uno.

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La luz que provenía de la entrecerrada persiana de mi ventana provocó que me despertara. Tome unos momentos para despertarme y lista me senté en mi cama refregándome suavemente los ojos con los nudillos de la mano. Me paré con mis pantuflas y observé por la ventana; era invierno, por todos lados había nieve y eso me enamoraba. Deseaba poder salir afuera, pero eso no me haría bien. Noté que había una pareja jugando en la nieve, y no. No me puse triste, aprendí a ser una persona fuerte y neutral. Aunque estaba un poco celosa, fui a mi escritorio a sentarme como todos los días.

Saqué de uno de los cajones una libreta junto a un bolígrafo. Comencé a escribir las tareas del día de hoy. Soy una persona muy organizada y todo debía salir como yo lo planeaba. Por eso, desde muy pequeña utilize libretas para anotar las tareas que realizaría día a día.

Pasaron unos minutos y ya iba por la tarea 25, pues fui interrumpida ya que alguien llamó a la puerta de mi habitación del hospital. —Pase — dije. A mi habitación entraron Lalisa -que se apodaba como Lisa- y Jennie. Ellas son mis mejores amigas desde secundaria, y las únicas amigas que tengo. Solíamos ser muy unidas, pero el hecho de que tuve que volver a mi habitación del hospital por mi estado nos distanció un poco. Aún así, ellas son de las amigas que aunque pase el tiempo todo sigue igual.

—Con permiso~ —dijo Lisa. Estaban entrando a la habitación con unas bolsas que parecía que contenían ropa. —¡Las extrañe! —me levanté y corrí para abrazarlas. A ellas si podía, pero a las personas que también padecían fibrosis quística no.

—¿Como has estado? Te hemos estado echando de menos. —dijo Jennie. Dejó las bolsas junto a la cama donde Lisa y yo nos sentamos, y Jennie se quedó parada contra la pared. —Bien, supongo. Creo que ya falta poco para que vengan mis pulmones. Por lo menos en menos de un año— dije y suspiré. Jennie sacó el celular del bolsillo de su pantalón y empezó a mandarle mensajes a quien sabe quien; estaba en su burbuja.

—¡Que genial, Yeo! —dijo. Subió las dos bolsas a la cama y sacó de ellas bastantes bikinis. Estaba medio confundida hasta que habló.—Ya sabes, como viaje de fin de año de la preparatoria nos vamos a Brasil, esta al otro lado del mundo. Cuando aquí es invierno, allá es verano, y probablemente vayamos a las buenas playas que contiene. No podía decidirme por qué bikinis elegir para llevar... y pensé que podrías ayudarme. Jennie siempre esta pegada a su celular. —dijo mientras yo observaba las bikinis.

Obviamente yo no podría ir a ese viaje. Tendría que estar en el hospital. Y aunque me gustaría poder ir, el hospital siempre fue considerado como un hogar para mi.
Pasamos media hora calificando las bikinis, y ella hacía ademán de ponérselas. Jennie estaba en su burbuja, y le interesaba como mínimo lo que hacíamos.

—Creo que ya me he decidido. ¿Que opinas de este? —preguntó. La bikini era bastante provocadora y ajustada, no me gustaba para nada. Además, se notaba que le quedaba algo pequeña y se le iba a ver todo. —Mmm, pues, si lo que quieres es broncearte completa es el indicado. Pero eso no te cubre ni la mitad del seno —dije directamente. Yo soy muy buena opinando y decía lo que en verdad pensaba, si hería al otro que se joda, yo no iba a mentirle sobre mi perspectiva. —Yo creo que este es mejor, me gusta; es simple y bonito, y cubre todo. —dije con una bikini enteriza en las manos. —Vale, quizás tienes razón, pero no es lo suficientemente seductor para mi —sentenció. Luego de esto comenzamos a reírnos bastante, pero fuimos interrumpidas.

—No saben de lo que me acabo de enterar —dijo Jennie apartando la vista del celular. Las dos prestamos atención a lo que iba a decir — Rose y Jimin rompieron. —seriamente dijo. Lisa abrió los ojos sorprendida, y a mí me dio completamente igual. Sabía cuales eran sus intenciones. —¡¿Eso dice que podré ligármelo?! —preguntó. Comenzaron a discutir sobre quién se lo ligaría, y puse un basta a la discusión.

—Creo que la hora de visita ya ha terminado, pueden seguir su discusión afuera de mi habitación, por favor. —dije neutral. Ellas asintieron y se llevaron hasta la puerta las bolsas con bikinis. —¡Te vamos a extrañar! Es una pena que no puedas ir. —dijo Jennie y se despidió de mi con una reverencia, que devolví. —¡Yo también voy a extrañarte! Prometo mandarte fotos. —dijo luego Lisa. Nos hicimos una reverencia y ya estaban yéndose por el pasillo. Les grite suavemente —¡Sea lo que sea que vayan a hacer, usen protección! —entre risas. Entre a mi habitación y cerré la puerta.

Suspiré aún apoyada en la puerta de espaldas y caminé hacia donde estaba mi cánula nasal y me la puse en los orificios nasales. Luego de eso, camine a mi escritorio dispuesta a tachar las tareas ya realizadas del día, entre esas que vengan mis amigas. Decidí realizar la tarea 18, que era leer mi libro favorito: "Vida, muerte, inmortalidad". En realidad, amo leer, por lo que todos los libros que tengo son mis favoritos.

Es verdad cuando dicen que el tiempo pasa volando, ya había pasado alrededor de 1 hora y tampoco faltaba mucho para que sea adulta legal. Cerré el libro dejándolo en mi escritorio y caminé a otra de las mesas de mi habitación, observando la pizarra, llena de fotos y dibujos que realizaba mi hermana. Tome uno de los dibujos y lo mire con atención, admirando aquellos pulmones sanos dibujados por mi hermana. Tan solo deseaba tener unos pulmones así. Volví a colocar el dibujo en mi pizarra con las chinches y agarre mi cámara dispuesta a grabar. Tenía un canal de blogs en el que contaba como era la vida de una persona con fibrosis quística, admiraba el tener fans que me apoyaban y seguían mis recomendaciones para tratar esa enfermedad. Prendí la cámara para grabar en directo —¡Hola mundo! Espero que estén bien. Como ven no estoy en mi casa, estoy nuevamente en el hospital porque necesitaba unos tratamientos y medicinas controladas por los médicos...—paré de hablar cuando noté que mi enfermera favorita había entrado a la habitación. Esta enfermera, me cuido desde que nací hasta la actualidad. Se llama Haneul, tiene 41 años y la amo como si fuera mi vida.

—Yeong debe continuar con unos tratamientos, por eso continuará el en vivo luego. —dijo mirando la cámara. —Debo hacer lo que ella dice, así que hasta la próxima. —salude con la mano y apague la cámara.

—¿Por qué una visita inesperada, Haneul? —dije tranquilamente. Ya sabía la respuesta, pero me gustaba hacerla enfadar un poquito. —Ya sabes que soy tu enfermera encargada y puedo entrar cuando quiera, Yeo. Te traje tu nuevo carrito de medicinas, tiene al rededor de 20 medicinas pero se que sabrás organizarte tu sola. —dijo. Asentí y revisaba instagram mientras ella introdujo algo en mi boca -no sean mal pensados, por favor- que le hacia algún efecto a mis pulmones. Ella se fue y ni siquiera lo noté. Supuse que estaba apurada, así que dejé el celular en mi cama y me levanté directo a el carrito de medicinas, dispuesto a ordenarlo por color. Si, soy medió obsesiva con esto, y me tomo horas que ni cuenta me di de que ya era de noche.

Luego de que me trajeran la cena a mi habitación y que cenara, me recosté en mi cama dispuesta a dormir. Dormir era prácticamente mi parte favorita del día. Pero alguien entró a la habitación, y esa persona era Haneul. Supuse que venía con una noticia ya que se le notaba en la cara.

—Adivina que —dijo sin más. Hice un gesto con mi cara indicando que me diga la noticia. —Hay nuevos bebés, de seguro quieres ir a verlos. —salió y una sonrisa se formó en mi cara. Me levanté y puse los zapatos, salí al pasillo. ¿Por qué quería ir a ver bebés recién nacidos? Me parecían muy tiernos y eran la parte favorita del hospital. Con solo ver a los bebés dormir en sus incubadoras me ponía alegre.

Yendo al ascensor, pase por la habitación de Taehyung. Tae fue mi mejor amigo del hospital desde que tengo memoria. Lamentablemente el también tiene fibrosis quística y no podemos acercarnos menos de 2 metros, pero nuestra amistad era irremplazable. El solía ir a ver a los bebés conmigo, así que observé por la entreabierta puerta de su habitación y noté que estaba dormido. Lo dejé descansar y me dirigí sola a aquella sala.

Pero noté a través de una puerta abierta un paciente nuevo en una habitación que antes estaba vacía.

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si es que alguien está leyendo esto, muchas gracias por tomarte el tiempo de leer.
la historia será basada en la película a dos metros de ti pero no será igual, habrán algunos cambios.
espero que apoyen esta historia para seguir haciendo capítulos, me despido

So Far Away | Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora