Pasaron los días y nuestra rutina siempre fue la misma. Compartir el tratamiento juntos, usualmente por videollamada donde es más cómodo.
Me alegra decir que Yoongi siguió su tratamiento conmigo.Me encontraba en la pequeña cafetería del edificio, con mi madre. A ella le encantaba venir a visitarme, y me agrada que lo haga. No siempre puede venir porque están ocupados con su trabajo, pero tuve una charla muy divertida con ella hoy. Tal como ella me dijo, yo tampoco sé qué haría sin ella.
-La dieta de divorciada no te sienta bien. —dije jugando con el utensilio.
-¿De qué estás hablando?
-Estás delgada, papá no se baña, ya casi se parecen a mi. —tomé mi vaso y bebí luego de hablar, mirándola y recibiendo una mirada de parte de ella.
-¿Que me parezco a ti? —dijo y asentí. —Bueno, entonces yo me tomo esto. — dijo sacándome el vaso de las manos, acción a la cual respondí.
-¡No! —me levanté de la silla y al intentar sacarle el vaso nos volqué el interior a ambas. —¡Ay, perdón!
-¡Que asco! —exclamó mi madre mientras nos reíamos.
-¿Cómo paso eso? —dijimos al unísono.
-No puede ser, ¿tienes servilletas? —preguntó. Yo estaba aún riéndome y no le contesté, así que ella se me acercó a secarme la palma de la mano y la mesa.
Luego de que ella secara le tomé la mano y ambas nos miramos un poco más serias que antes. Froté con mi pulgar su mano mientras intentaba esquivar su mirada que iba aguándose.
-Sabes cuanto te quiero. —dijo. Las cosas siempre terminaban tornándose sentimentales.
-Lo sé. —sonreí intentando no ponerme sentimental, pero fue inevitable. —Yo también. —la miré.
-No se que haría sin ti.
No se que haría sin ti.
De verdad amo a mi madre. Algunos podrán ver esta situación como algo bipolar o extraño, pero realmente cada despedida era como un adiós. Nadie sabía que podía deparar la vida de un quístico: algo era claro, la muerte. Pero ninguno sabía cuándo llegaría.
Una vez que acabé el encuentro con mi madre, en mi habitación me esperaba una de las enfermeras que ayudaba a Haneul cuando estaba ocupada. Su nombre es Sook, y puedo admitir que es más joven que Haneul. Aún así, se que ambas son buenas amigas.Tenía un orificio en la zona de la barriga que desde que llegue me había comenzado a doler, por eso pedí ayuda, quizás una probable infección.
Sook revisó la zona mientras suspiraba y tocaba con cuidado, a lo que yo sostenía mi camiseta para que pudiera revisar. —¿Cómo se siente eso?
-No muy bien. —dije con parsimonia y ella suspiró.
-Probemos con bactoban. —dijo y se levantó. Supuse que se refería a una crema para infecciones sobre la piel. —A ver cómo estás en unos días y podríamos cambiarlo.
Sonreí y asentí, pero dejé de poner la atención en el asunto cuando recibí una notificación de la aplicación que yo misma había originado de que debía ir al gimnasio con Yoongi en cinco minutos. Sonreí. —Voy al gimnasio. Gracias doctora.
...
-Oye, esto no es justo. —dijo él. —¿Cuando empieza a beneficiarnos a los dos este trato? He hecho todo lo que haz pedido, y no he sacado ningún provecho.
Él se encontraba caminando de manera muy lenta el cinta mientras yo estaba en la bicicleta estática a una velocidad normal. Lo miré. —¿Quieres que cante luego del gimnasio?
-Si.
-No. —sonreí. —Estoy sucia, sudada, agotada, apesto y mi voz esta rasposa.
-Que cansancio. Tengo el pelo sucio, debo organizar mis medicinas. —bromeó sarcásticamente.
-Bien. Sudare un poco más para ti.
-Ese sudor será agregado en la letra de mi canción. —dijo con una semi sonrisa, y espero que bromeando.
Luego del gimnasio me mostró su letra, y en una sala más vacía comenzamos a practicar. Me sorprendió el hecho de que rapeaba perfecto, yo no sabía que le interesaba el rap en lo absoluto.
Luego de un rato de practicar y supongo que grabar, él estaba utilizando su computador portátil haciendo su trabajo de composición mientras yo sacaba de mi mochila mi diario de quehaceres.Levantó la mirada hacia mi y luego la devolvió a el computador. —¿Qué es eso?
-Mi lista de quehaceres. —tomé una lapicera.
-¿Lista de quehaceres? Muy anticuado para alguien que construye aplicaciones. —dijo sin despegar la vista de la pantalla.
-Pero la aplicación no me da la satisfacción de hacer esto. —dije tachando el número doce, "cantar con Yoongi". Él sonrió y yo también.
-¿Qué más hay en tu lista de quehaceres?
-¿La lista maestra o la lista diaria?
-Claro, tú tendrías dos listas. La maestra son las cosas importantes. —dudó.
-Bueno. Ser voluntaria en una campaña política, hecho. Estudiar todas las obras de Shakespeare, hecho. Compartir lo que se sobre la fibrosis quística, es mi página de youtube.
-Entonces tu plan es morirte siendo inteligente. —suspiró devolviendo la mirada a el computador. —¿Por qué quiere subirte al equipo de debate del más allá? ¿Por qué no viajar por el mundo?
-Aprender piano, hecho. Hablar perfecto francés, fait.
-¿Quieres oír mi lista?
-No.
-Ser un rapero internacionalmente conocido. Mhm... —pensó. —Sexo en el Vaticano.
Desvié la mirada y suspiré. —Prefiero que seas un rapero internacionalmente conocido.
-Me gustaría conocer el mundo. Llegar a ver algo de el y no... —miró el techo y devolvió la mirada al computador. —el interior de estos hospitales.
Observé su concentración en el computador. —Gracias.
Me miró. —¿Por qué?
-Por decir algo real.
-¿Cómo lo del Vaticano?
Rodeé los ojos. —¿Ya casi acabas? —le pregunte sobre lo de la canción. Sonrió.
Y sonreí también.
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So Far Away | Min Yoongi
Fanfiction¿Y si no pudieras tocar a los que más amas? ❝Adaptada de la película original Five Feet Apart❞ ╭┈╯ ┊ ╰➢ Shin Yeong es una chica de 17 años que sufre fibrosis quística y se termina enamorando de un am...