10.

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Capítulo 10.

Terminó mi fin de semana y llegó el tormentoso lunes, segundo lunes que él monstruo va a llevarme a mi casa.
Son las 7:27 am y estoy saliéndome de bañar, me coloqué un sudadera negra con una linea horizontal de arco iris, no llevaba ninguna blusa abajo, sólo la sudadera, un pantalón azul claro con tenis deportivos negros.
Tomé mi mochila y salí de la habitación, Mark tenía la puerta cerrada de su habitación, no me a dirigido la palabra en todo el fin de semana, y yo tampoco a él.
Bajé las escaleras y salí de la casa sintiendo la punta de mi nariz fría y mis pulmones llenarse de aire fresco, hoy decidí irme caminando a la universidad, queda bastante lejos caminado, pero me sentía feliz y tenía ganas de caminar con ese clima.
Al pasar unas dos cuadras caminado ya me sentía algo helada, debí haber traído algo abajo de la sudadera.

— Hey, ¿vas a la universidad? Puedo llevarte si gustas —Un auto azul se colocó a mi lado, dentro había una chica pelirroja con un ojo azul y uno verde, tenía pecas y labios muy pequeños en el lado del copiloto y en el lado del piloto un chico de cabello igual, pelirrojo, ojos verdes profundos, labios carnosos, pecas claras en la nariz y mejillas, eran hermosos, como angeles perfectos, eran muy parecidos asi que supongo son hermanos, él sonreía de lado, él había sido quien me habló, en cambio la chica mantenía sus pequeños labios en linea.

— Oh...no quiero causarles molestias, estoy bien, gracias. —Sonreí amable, si hacía frío, pero no subiría ya que son desconocidos y tampoco quiero ser un problema, tal vez llegan tarde a algo.

— Hace algo de frío, somos nuevos, así que vimos tu mochila y creímos que ibas a la universidad, pensamos que podías ayudarnos a ubicarnos en la escuela, no eres ninguna molestia —Sonrió mostrando sus dientes perfectamente blancos, quedé atontada por su sonrisa unos segundos.

Este ser magnífico es perfecto por todos los ángulos, es jodidamente hermoso.

— Está bien, gracias enserio chicos —Sonreí apenada, subí en la parte de atrás del auto, me senté en el centro para ver al frente.

— No agradezcas, más bien gracias a ti por ayudarnos —Dijo el chico viéndome por el retrovisor, podía perderme en sus ojos, profundos, misteriosos, cierta inocencia en ellos, eran bellos—. Me llamo Dean Brannigan y ella es mi hermana, se llama Scarlett Brannigan, ¿como te llamas tu?

Que apellido más extraño, jamás lo había escuchado, ni siquiera se si existe.

— Que lindos nombres, me llamo Amber —Vi el cabello hondulado de la chica, era largo, bastante largo y tenía una piel muy blanca al igual que su hermano, incluso más blanca que la de Evan—. No son de aquí ¿cierto?

La chica asintió con la cabeza y habló.

— Nacimos aquí, pero si lo dices por nuestra apariencia, nuestros padres son irlandeses —Ahora todo tiene sentido, la voz de Scarlett era delicada y baja, y la de Dean era grave y varonil.

Asentí— Ya veo.
Me quedé callada, no dije nada ya que no quería hacer más preguntas y verme chismosa.
El transcurso fue callado, de vez en cuando notaba que Dean me miraba por el retrovisor y apartaba la mirada cuando lo descubría haciéndolo, Scarlett parecía nerviosa, mordía sus uñas y movía la pierna de arriba abajo constantemente mientras miraba por la ventana.
Estacionó el auto y suspiró Dean nervioso.

— Llegamos, ¿puedes llevarnos a nuestro salón?

Asentí amable, me bajé del auto, comencé a caminar y ambos me siguieron.
Llegamos al edificio de información, dijeron su numero, les dieron el horario y caminamos fuera.

— Mi salón está en este edificio, me voy sola, gracias Amber —Dijo Scarlett corriendo y dejandonos ahí.

— ¿Donde esta mi salón? —Preguntó Dean dándome su horario.

•Tan Diferentes•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora