Escena Extra #8

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Tiempo después de la caída del muro María.

Diana y Reiner van juntos a la orilla del río a leer. Ella se recuesta en sus piernas y se duerme. Reiner le toca el cabello mientras le ve dormir, empieza a sentir algo más por ella. Él sonríe.

Diana acaba de irse, luego de visitar a Reiner. Es de noche y viene de regreso a su casa. Reiner tiene un mal presentimiento ya que ella se fue caminando, algo no habitual, él se va detrás de Diana sin que ella se dé cuenta. A mitad de camino Diana se detiene a hablar con unos hombres. Reiner se esconde. Comienzan a discutir, pero él no entiende que dicen. Ella está hablando.

—Estuvimos esperando la mercancía y nunca llegó —Lo dice molesta—

—Tuvimos unos retrasos, la Policía Militar está haciendo muchos cateos a las carretas que entran, al parecer ya sospechan del contrabando

—Con tan sólo haberme avisado a qué hora venían,yo les hubiera ayudado a entrar, pero lamentablemente ya tenemos otro vendedor  más responsable

—¿Qué? Si hicimos un trato —El otro hombre se enoja—

—Lo siento, pero esto es así, Kenny decidió hacer trato con otro ya que ustedes nos hicieron quedar mal ese día

—Ya te explicamos que pasó —Se enoja—

—La próxima será —Diana se va caminando—

Los hombres están furiosos.

—Dile a Kenny que con nosotros no se juega

La golpean fuertemente entre los dos. Todo pasa tan rápido que Reiner no pudo reaccionar. Luego los hombres la lanzan a un barranco y se van corriendo. Reiner corre hasta Diana y ve que ha caído sobre la rama de un árbol que está en el barranco. Reiner grita.

—¡Diana!

Ella lo escucha, pero está muy débil para responder y moverse. Él trata de bajar, pero ella se encuentra muy lejos. Mira para todos lados, no ve a nadie cerca, se muerde la mano, y se transforma en titán.

Diana antes de quedarse inconsciente ve un resplandor.

Reiner la toma en su mano y se va corriendo, aprovechando la oscuridad, llega hasta una villa cerca del muro. Sale del titán, la arrastra y busca ayuda.

Diana despierta en la madrugada, está adolorida. Tiene vendada la cabeza y las costillas. Ella ve a una señora a su lado.

—¿Dónde estoy? —Pregunta desorientada—

—Dos hombres te golpearon y te tiraron a un barranco, el niño te trajo hasta aquí

Diana ve a Reiner dormido en el suelo. Él se percata que ella despertó y se levanta rápido.

—Al fin despiertas, me asusté pensando que estabas muy grave

—¿Cómo me sacaste de allí?

—Todo fue rápido ni sé cómo lo hice

—No tenías que arriesgarte, no por mi

Reiner se acerca y le toma las manos.

—Eres muy importante para mí, era mi deber ayudarte después de todo lo que has hecho por mí, más bien, por nosotros

Diana sonríe.

—Eres tan especial —Ella le revuelca el cabello—

Reiner la abraza.

—Pueden descansar lo que queda de la noche y mañana mi esposo los puede llevar... ¿De dónde son?

—Soy de Mitras, pero tengo que llevarlo a él a su casa

—No, yo quiero acompañarte primero a tu casa y asegurarme que estarás bien con tu papá, luego busco como regresar

—No estaría mal que me visites, luego mi papá te puede traer

—Mi esposo y yo vamos a estar cerca de Mitras, los podemos dejar a la entrada

—Sería genial 

Ambos descansan. La señora les da desayuno y salen hacia Mitras. El señor los deja hasta la entrada de la ciudad.

—Gracias por todo —Diana se despide de ambos—

—Fue un placer conocerlos —Reiner les dice adiós con la mano—

—Adiós niños, cuídense

Reiner y Diana entran a la ciudad. Una soldado de la Policía Militar los detiene al ver a Diana con los vendajes.

—¿Que te ha pasado? —La soldado pregunta preocupada—

—Estaba haciendo una investigación, me descubrieron y me golpearon, casi matándome

—¿Hiciste un informe?

—No, pero luego iré al cuartel a hacerlo, primero quiero ir a mi casa

—Espero que los atrapen

Diana y Reiner siguen caminando.

—¿Estabas haciendo una misión? —Le pregunta Reiner—

—Si, como dije, me salió mal la investigación

—Yo me asusté mucho al ver cuando te lanzaron.
Debes tener cuidado con ellos

—No tienes que preocuparte, estoy bien y lo estaré... Una pregunta, antes de quedar inconsciente vi un resplandor, ¿Tu lo viste también?

—No —Mira hacia otro lado—

—Que extraño, tal vez fue una alucinación por el golpe... No puedo dejar de pensar como me llevaste desde el barranco hasta la villa que queda tan cerca del muro. Eres muy fuerte para cargarme

—Fue el mismo susto que me hizo sacar fuerzas

—Wow... Definitivamente cuando crezcas vas a ser grande y fuerte

Reiner sonríe.

Pasan por un puesto de comida. El cocinero al ver a Diana se emociona.

—Hace tiempo no te veía

—Harley que gusto verte, sí que llevaba buen tiempo sin pasar por aquí

Harley la abraza.

—¿Estás bien?, te veo un poco agolpeada

—Estoy bien, ya sabes son gajes de oficio

—¿Y él es tu familiar?

—No, él es mi mejor amigo, Reiner

—Mucho gusto —Harley le da la mano. Luego se gira y busca algo— Ten, siempre tengo que regalarte de mis famosas brochetas de jabalí gigante —Le da una a Diana y otra a Reiner—

—No tienes por qué hacerlo, pero gracias de todos modos

—Espero verte de nuevo algún día por aquí

—Claro que sí

Diana y Reiner siguen su camino mientras se comen las brochetas.

—Sabe muy rico —Reiner sigue comiendo—

—Son las mejores de todo Paradis

—Las estaría comiendo todos los días

—La próxima vez que vaya a visitarte te puedo llevar, también para que Bertholdt y Annie las prueben

—Genial —Reiner se emociona—

Llegan hasta la casa de Diana. Ella toca a la puerta. Su papá la abre.

—Papá, que raro verte aquí tan temprano

—Leena acaba de ir al médico, ya que la iba a examinar para ver si la inflamación en la espalda bajó. Ale la acompaña. Estoy por llevar a Eva a la escuela... Y pues decidí tomar el día libre... ¿Que te pasó?

—Luego te cuento... Voy a necesitar que me lleves a Stohess, pero antes tengo que dejarlo en la villa donde vive... Él es Reiner, el niño que estás ayudando

—Hola —Se alegra al verlo— ¿Tu eres el amigo de Diana y quién salvo a Eva?

—Si señor

—Pasa, ponte cómodo... Diana, por supuesto que te llevaré, igual a él... Primero déjame llevar a Eva e ir al mercado y luego regreso por ustedes

—Si papá, gracias —Diana le da un beso—

Andrew grita.

—¡Eva! ¡Vámonos que ya es tarde! —Luego mira a Diana— Tu hermana  que es lenta para arreglarse

—Idéntica a mamá —Diana ríe—

Eva baja corriendo. Saluda a Reiner, luego a Diana. Andrew y Eva se van.

—Me alegra que haya gente que se preocupe tanto por ti y que tengas una bonita familia a pesar de todo lo que ha pasado

Diana le sonríe triste.

—Jamás volveremos a ser como antes... Ven acompáñame a mi cuarto, necesito cambiarme de ropa —Diana lo lleva al segundo piso, por las escaleras le enseña las pinturas con su familia— Ella es mi mamá, Clara, y la que está a su lado es Beth, mi tía

Reiner observa el cuadro y se siente muy triste, en su conciencia sabe que tiene la culpa de la muerte de ambas.

—¿Y quiénes son ellos? —Señala otro cuadro—

—Es mi primo Erwin, él ahora pertenece a la Legión de Reconocimiento y él es su papá, mi tío, él falleció, no recuerdo haberlo conocido

Llegan al cuarto.

—Te puedes sentar en mi cama en lo que voy al baño a ducharme y cambiarme. Luego te puedes duchar si quieres

—Está bien, yo te espero

Diana rápido se ducha y se cambia la ropa. Reiner se queda en su cuarto mirando todas las figuras que ella tiene. Diana sale. Se ha quitado los vendajes.

—Tienes una casa y un cuarto muy bonito

—Ojalá pudiera traerte con tus amigos aquí

—No te preocupes, nosotros estamos bien allá, hemos recibido bastante gracias a ustedes

—Y lo seguiremos haciendo... Ve, aprovecha y date una ducha

Reiner se va a duchar. Al rato alguien toca la puerta de la casa. Diana baja para abrir. Es Roy quien vino.

—Kenny me envió por ti, quería saber si estabas bien, no hemos sabido nada de ti desde ayer... ¿Te pasó algo?

—Si, a ellos les dije que teníamos otro vendedor y no lo tomaron a bien. Por poco me matan

—Maldición —Se enoja—

Reiner sale y por la ventana del cuarto ve a Diana y Roy hablar.

—Me alegra que estés bien

—Dile a Kenny que hoy regreso. Ya mañana resolvemos esos asuntos

—Está bien... Te veré luego —Sonríe—

—Nos vemos —Sonríe—

Roy le da un beso en la mejilla y le agarra la mano. Diana se sonroja, se va y entra a la casa. Roy está emocionado por verla. Reiner se molesta.

Diana regresa al cuarto.

—Ya mi papá debe estar por llegar. Descansa en lo que llega —Diana nota a Reiner un poco serio. Se sienta a su lado— ¿Estás bien?

—Sí —Lo dice molesto— ¿Él es tu novio?

—¿Roy? No, él es compañero de trabajo... ¿No me digas que estás celoso?

—No —Se sonroja—

—Si lo estás —Diana ríe— Él no te va a quitar tu lugar, tú eres mi mejor amigo, eres muy importante para mí

—A veces desearía tener tu edad y ya poder hacer tantas cosas

—Lo dices como si yo fuera una anciana —Ríe— Yo sólo te llevo cuatro años... Aún hay muchas cosas que no he hecho

—¿Has besado algún chico?

Diana ríe nerviosa.

—Emm no... ¿Y tú has besado a una chica?

—No —Se avergüenza—

Ambos se miran tímidamente y se sonrojan. Diana se sienta a su lado y se rasca la cabeza. Se vuelven a mirar y sienten un impulso. Acercan sus rostros poco a poco y rozan sus labios suavemente. Ambos sienten algo extraño recorrer por sus cuerpos y se separan. Diana vuelve a sentir el vínculo que hizo aquel día que lo salvó. Reiner siente una corriente recorrer su cuerpo.

—Perdóname, no debí —Diana se levanta y toca sus labios—

Reiner se queda asombrado.

—¿Pudiste sentir eso? —Reiner toca su labio inferior— Como una conexión

—Yo también lo sentí —Diana mira a Reiner—

El papá de Diana entra repentinamente al cuarto. Ellos se asustan un poco.

—¿Ya están listos para salir?

—Si papá

Salen de la casa y se montan en una carreta. Se dirigen a la villa donde vive Reiner. Lo dejan frente a la casa. Bertholdt y Annie salen preocupados. Diana se despide, pero mientras se marcha del lugar se queda mirando a Reiner, él igual la mira. Ambos sonríen y suspiran.

Años después en Mare. Diana y el Escuadrón Élite están en una 
batalla. El enemigo comienza a lanzar llamas contra ellos. Diana intenta esquivarlos, pero se quema un poco el brazo y el costado. Reiner en modo titán la cubre y la agarra. También agarra a sus compañeros y se va un poco lejos. La batalla se ha complicado. Benton envía más soldados para darles apoyo. Reiner regresa como titán para seguir atacando. Los soldados enemigos se retiran. Llevan a los heridos al hospital. Diana está en un cubículo, sentada sobre la camilla. El doctor le pone una crema en las quemaduras, Reiner lo ayuda a vendar.

—Tus quemaduras son superficiales, como quiera te recetaré unos medicamentos para evitar infecciones... Reiner por favor termina de vendarle el brazo

—Si doctor

El doctor se va a atender a otros soldados heridos. Mientras tanto Reiner le venda el brazo.

—Gracias por cubrirme en la guerra

—Eres muy importante para mí, lo tenía que hacer

Diana sonríe y recuerda el día en que Reiner cuando era niño la sacó del barranco.

Reiner termina de vendarla. Diana lo mira a los ojos y lo toma de las manos.

—Te amo tanto... Más de lo que imaginas —Diana le acaricia el rostro y lo besa—

Reiner la abraza.

En muchas ocasiones Reiner le salva la vida a Diana en diferentes batallas y misiones. Él siempre es quién cura sus heridas.

A lo lejos se escuchan los gritos de Reiner.

—¡Diana! ¡Despierta!

Diana está boca abajo en el suelo. Ella abre los ojos. Ve que está en el calabozo. Reiner ha logrado entrar a su mente cuando Benton le quitó el collar. Él la ha ayudado a regenerarse más rápido.

—Diana mírame —Le agarra el rostro— Estás muy débil, necesito sacarte de aquí, dime de una vez donde estás

Diana habla incoherencias.

—Estaba soñando... contigo

—Te he buscado en todos lados... ¿Dónde estás? —Reiner lo dice llorando—

Diana no le contesta. Reiner se recuesta sobre ella a llorar desconsoladamente. Ambos hablan. Alguien abre la puerta del calabozo. Benton y Gardner entran para amarrarla y colocarle el collar. Gardner le amarra las manos con cadenas y se va. Reiner está furioso, lo mira con mucho odio. Luego de discutir con Diana, Benton pone su bota sobre el rostro de ella. Luego se arrodilla para colocarle el collar

—Ni pierdas el tiempo, ni gastes energía, para ese tiempo ya tu estarás muerta... Reiner despídete de tu amor, tal vez será la última vez que la veas con vida

—No... Hijo de... Reiner se despierta de un brinco. Está en un vehículo dando patrullaje para buscar la base de Benton. Mira enojado para todos lados—

Luego de ir a una villa abandonada y no encontrar nada se regresa a la ciudad amurallada, donde estuvo con Diana por última vez, busca entre las pertenencias que ella dejó y encuentra una pequeña libreta en el bolsillo del pantalón de Diana. Se regresa a la base.

Acaba de llegar a su habitación. Está triste por qué no encuentra pista del paradero de Diana. Se mete a la ducha, está llorando por la impotencia que siente. Recuerda un poco el día en que le dijo el paradero de Diana a Benton. Recuerda que estuvo bebiendo mucho, luego siente como lo acuesta en la cama y luego de algo un poco confuso, escucha a Benton hablar.

—Diana no cambia. Te enamora un día y al siguiente día te olvida y sigue feliz con otro, como si nada hubiera pasado. Suerte tienes que aquel día ella te eligió a ti y no sabes lo mucho que te envidié... Total para nada ya sabes lo fácil que ella se olvidó de ti —Benton lo arropa—

Reiner sale de la ducha y se sienta en la cama. Tiene aún remordimientos ya que todo lo que ha pasado ha sido en parte por su culpa. No para de llorar y sentir coraje. Abre una gaveta y saca un revólver, toma una bala y carga el arma. Comienza a tener varios recuerdos, de Paradis y Mare.

—Todo esto es mi culpa, ojalá nunca hubiera nacido —Apunta el arma a su cabeza— Perdóname Diana, perdón —Hala el gatillo, pero la bala no sale. Mira el arma y ve que no hay nada dañado. Vuelve a apuntar a su cabeza y hala de nuevo, pero tampoco sale la bala— Maldición, ni esto me sale bien —Él saca la bala y la arroja al suelo. También arroja fuertemente el arma contra una mesa, dejando caer algunas cosas—

Ve que cayó una pequeña libreta al suelo. Él la agarra y ve escrita varias notas de Diana. Se sienta y comienza a leer.

—"Esta es la única forma que tengo para desahogarme sin que este ser maligno me controle los pensamientos... Hay muchas cosas de las que me arrepiento, y de otras no. Cuánto hubiera deseado hacer las cosas bien desde el principio, pero ya el daño está hecho. Sé que todo lo malo que hice en el pasado ahora lo estoy pagando con creces... Cuanto hubiera deseado vivir en paz y tranquilidad, pero la vida ha sido injusta y me ha tocado vivir las peores experiencias que se puede tener. Me doy cuenta de que por más que trate nunca seré feliz. Por más que huya, los problemas siempre llegarán, y por más que lo intente, esto nunca acabará. Pensé que había encontrado mi felicidad, pero sólo fue el inicio de mi agonía... Quise comenzar una nueva vida y sólo encontré dolor"

Reiner comienza a ver las memorias de Diana. Siente todo el dolor en su corazón desde el día en que se destruyó la puerta del muro María. Siente su coraje, su frustración, pero lo único que la calma son los días en que lo va a visitar, el estar al lado de él le da paz. Ve él día en que ella se despide de él y del inmenso dolor que siente en su corazón. Diana se va de Paradis, mientras desde el barco observa la isla. Viendo todo lo que dejó atrás por ir a cumplir su misión. Siente cuando Diana obtiene el Titán Acorazado, cuando estuvo a punto de morir. Siente la decepción al ella enterarse que él es el Acorazado que destruyó la puerta. El odio comienza a consumirla cada vez más. Odia a todos, y sólo quiere vengarse. Durante su tiempo en el ejército intenta ser la mejor soldado para infiltrarse mejor y poder robar información, pero su odio aún sigue. Hasta que a los años vuelve a ver a Reiner y poco a poco se siente feliz, pero vuelve a sentir tristeza cuando falló en sumisión, muriendo sus compañeros y tuvo que regresar a casa sin nada, pero su mayor dolor fue el día en que pierde a sus hijos, se le derrumbó la vida. Tiene una mezcla de odio y culpa. Está días vagando. La depresión la consume lentamente. No tiene fuerzas para nada, siente un dolor y presión en su pecho, le pesa respirar. Tiene caída la mirada y los hombros. Camina sin ganas y sin rumbo, como si fuera un títere sin vida. No le encuentra sentido a seguir viviendo. Una mañana no puede más con el dolor, se roba un rifle. Debajo de un puente, donde nadie la ve, pone el rifle en su boca y se dispara en la cabeza, su cuerpo cae al suelo, mucha sangre sale de lo que quedó de su rostro. Un ser oscuro le devuelve la vida, y la ayuda a regenerarse.

—Aun no es tu tiempo —Dijo con una voz áspera—

Diana reacciona. Se toca la cabeza.

—¡¡¡Maldición, déjenme morir!!! —Llora desconsoladamente— No soporto este dolor


Reiner siente un dolor inmenso en su corazón. Deja de leer por unos minutos en lo que llora. Pasa la página y continúa leyendo.

—"Lamento tanto haberle roto el corazón a Roy, él no se lo merecía. Más bien yo no me lo merecía a él. Hubo tantos secretos que nunca le conté. Hay tantas cosas que me llevaré a la tumba, al menos Roy nunca las supo y no sufrió más por mi culpa"

Reiner se entera que Diana había perdido un embarazo de 16 semanas y el padre era Benton.

—¿Diana estuvo embarazada del General? —Continúa leyendo—

—"Me enamoré del enemigo e hice el amor con él varias veces. A uno lo quería matar por venganza y al otro por misión. A uno lo amé con todo mi corazón y al otro con pasión... Nunca pensé que fuera capaz de esto. Perdóname Roy por haberte lastimado, perdóname Reiner por haberte fallado."

Reiner al tocar la página de la libreta comienza nuevamente a ver las memorias de Diana. Ve lo feliz que ella fue al lado de Benton y todas las veces que ambos tuvieron relaciones.

Reiner aún sigue llorando.

—Fui un tonto en aquel tiempo. Mis estupideces la llevaron a los brazos de él... Diana encontró en Thomas lo que nunca Roy y yo hicimos, de verdaderamente preocuparnos por ella, escucharla, entenderla y dedicarle tiempo

Reiner ve una memoria de Diana, del día en que el Escuadrón estaba en una misión en la montaña. Benton ha comprometido a Diana para casarse, pero ella le pide tiempo. Luego de ambos tener relaciones, él ha pasado la noche durmiendo con ella en su habitación. Ella a las horas se despierta desorientada. En la mesa ve el desayuno preparado junto a una carta. La abre y la lee. Diana llora. Se viste y sale de su habitación rápidamente. Ve a Benton cerca de la puerta de la base. Ella se le acerca a él y se quita el anillo de compromiso que le había dado. Lo toma de la mano y coloca el anillo disimuladamente. Cuando ella le va a hablar abren la puerta. Ambos miran y ven al Escuadrón entrar. Ese día Diana toma la decisión de estar con Reiner.

—Con que eso fue lo que verdaderamente hiciste ese día... Diana puedo sentir que, si fuiste feliz a su lado, ¿Por qué me elegiste? Tal vez hubieras tenido una vida feliz con él y nada de esto hubiera pasado —Reiner sigue leyendo una última página—

—"No sé si aquel día tomé la decisión correcta, pero ya es muy tarde y ahora ese amor pasajero que sentí es mi verdugo... Sé que no me queda mucho tiempo de vida, y trataré de hacer las cosas bien. Lo haré por Eldia, en honor a mis hijos, Roy, mi familia y compañeros.... Sé que, aunque físicamente ya no esté en este mundo mis memorias siempre permanecerán. Sólo pienso en el día en que me reúna con mis seres queridos, aunque me duele el tener que dejar a otros."

Él deja de leer y se acuesta en la cama.

—No puedo quitarme de la cabeza todo el dolor que ella ha cargado en su corazón —Reiner se levanta y vuelve a tomar el revólver y la bala del suelo. Carga de nuevo el arma y ve que tiene el seguro puesto— Tsk... Con razón no funcionaba —Se vuelve a colocar el revólver en la cabeza— Quiero olvidar todo esto y ya no sentir más dolor... Ambos sólo vinimos a sufrir. Maldita sea mi vida

Antes de jalar el gatillo Reiner tiene otros recuerdos, fue un poco antes del ataque en el tren. Junto a sus memorias y las de Diana puede recordar mejor ese día.

Diana y Reiner han decidido pasear por la costa. Van en un vehículo. Diana le está enseñando a conducir. Ella no para de reírse al verlo frenando a cada rato. Está tenso mientras conduce.

—Respira profundo y relaja los brazos. No tienes por qué tener miedo... Sólo evita caer por este barranco —Ríe—

Reiner ríe nervioso.

—Los caballos son más fáciles... ¿Y tú has montado a caballo?

—Si

—Mejor te pregunto, ¿Que no sabes hacer?

—No es mi culpa... Sigue guiando. Vas bien —Diana mira el barranco un poco asustada, suspira profundo y se seca el sudor en la frente—

Por el camino ven un campo de girasoles. Se detienen y se bajan. Caminan por el lugar mientras se agarran de manos.

—Son hermosas

—Pero no tanto como tú

Diana se sonroja. Él arranca una flor y se la da. Luego la besa y la abraza.

Continúan su viaje hasta llegar a un lugar apartado.

—Al fin llegamos

—Y con vida

—Hey, pero no guíe tan mal —Reiner le guiña—

—No, no, no —Diana desvía la mirada— De regreso mejor guío yo

Reiner se ríe al verle la cara de espanto. Bajan sus pertenencias y buscan una zona donde acampar. Luego de preparar todo van a la orilla. Diana entra un poco al agua. Está feliz viendo y sintiendo el mar. Reiner no para de mirar su rostro de felicidad. Sus ojos azules brillan más que nunca, reflejando el azul del cielo y del mar. Reiner suspira. Diana lo mira y le sonríe.

—Si supieras cuanto te amo —Él la abraza—

Juegan un rato en el agua. Reiner se quita la camisa y se lanza a nadar. Ella lo observa. Diana se sienta en la arena, mirando el horizonte y se queda pensativa.

<<Al otro lado del mar está mi hogar, espero poder regresar pronto. Extraño a mi familia... Pero primero tengo que llevar esa maldita información para poder vengarlos. Haré todo lo necesario para vengar a Paradis, estos marleyanos no saben con quienes se metieron>> —Aprieta con coraje su mano contra la arena— <<Aunque tomé la decisión de quedarme en Mare, sé que no podré estar por aquí, pondría en riesgo mi bebé>> —Se toca el vientre— <<No sé qué haré cuando me tenga que ir lejos, no sé cómo dejaré a Reiner. Desearía que él pudiera venir conmigo y nos fuéramos a vivir donde nadie nos encuentre>> —Diana mira a Reiner nadar. Ella sonríe triste—

Escucha un susurro.

—Diana

Ella se voltea asustada pero no ve a nadie.

—¿Eres tú otra vez? —Ella pregunta confundida— ¿Qué quieres?

Diana comienza a tener un trance, se queda mirando hacia arriba viendo una gaviota volar. Comienza a ver un pasillo oscuro.

—Diana Ackerman... ¿Eres feliz? —Habla un ser con una voz gruesa—

Diana comienza a ver un atardecer, está con otras personas, alguien le echa el brazo, Diana sonríe, aunque en su interior se siente un poco triste.

—Te prometo que algún día te sacaré de aquí —Diana coloca su mano sobre las manos de alguien que está agarrando un barrote—

Ella comienza a sentir calor por su mano derecha. La mira y ve sus venas ponerse de color negro, va subiendo poco a poco. Diana grita de dolor. Lo negro llega hasta su corazón.

—La historia siempre se repite una y otra vez —Dice la misma voz gruesa—

Diana ve como su mano comienza a cambiar de forma, es como una garra, pero de titán.

Diana se escucha gritar.

—Nosotros no le importamos. Todo lo hace a su conveniencia. Sólo somos fichas en su juego... Tanto sacrificio para que todo sea en vano —Diana siente coraje—

Se ve dentro de una celda oscura.

—Lo quiero todo —Ella lo dice con coraje—

Una risa diabólica se escucha de fondo.

Diana siente todo su cuerpo quemarse por dentro.

—Tu mente débil y el rencor en tu corazón es lo que me alimenta —Dice la voz gruesa—

Luego escucha un sonido ensordecedor, muchas pisadas y rugidos de titanes. Hay una batalla enorme. Ella en el trance se tapa los oídos y grita.

En el trance ve detrás de ella una mano de hombre, la reconoce. Ve como ella misma la agarra, luego se gira hacia adelante y ve a Reiner, él se acerca a ella y le da la mano. Agarrada de ambos mira con odio a alguien. Todas las venas de Diana se vuelven negras, sus ojos rojos.

—Malditos sean ustedes y toda su descendencia —Grita una mujer con mucha autoridad—

Diana se siente caer al vacío. Ella despierta del trance.

*****

Reiner se asusta al ver esa memoria. Él también sintió todo.

—¿Diana que fue eso? —Lo dice sorprendido—

Reiner continúa viendo la memoria.

Diana sigue mirando la gaviota volando en el mismo lugar. Reiner aún sigue nadando.

—Que extraño todo esto. Fue tan real... Sentí como si hubiera pasado una hora, pero aquí fue al instante. Debo estar mal, tal vez el calor me está haciendo alucinar

Reiner sale del agua y se le acerca. Comienza a tirarle un poco de arena para llamarle la atención. Diana lo ignora hasta que agarra un puñado de arena y se lo lanza, Reiner lo esquiva y ríe. Diana le lanza otro más grande y le da en el pecho. Él cae para atrás riéndose.

—Auch —Se toca el pecho— Creo que me estoy muriendo, necesito primeros auxilios —Se hace el muerto—

Diana se ríe y se acerca. Le acaricia el pecho y los abdominales, luego toca suavemente su cabello y lo besa. Él la agarra y la acuesta sobre él. Ambos se miran a los ojos, pero no hablan nada, con solo mirarse se dicen todo.

Luego los dos caminan por la orilla agarrados de manos. Reiner la abraza y le da muchos besos. También él toca y besa su vientre. Están muy felices los dos.

En la noche se encuentran afuera de la caseta viendo las estrellas, Reiner está sentado, Diana se sienta sobre sus piernas, 
él la abriga.

—Cuando nuestro hijo nazca, y esté un poco grande, tenemos que venir a este lugar y hacer esto mismo. Pasar la noche juntos viendo las estrellas y escuchando las olas del mar... Quiero que desde pequeño aprenda a valorar la vida

—Sería genial —Diana suspira— ¿Ves esa estrella que está ahí? La más que brilla entre todas

—Si la veo

—Se llama libertad... Lo que algún día quiero lograr. Esa libertad para vivir en paz

—Yo también lo quiero... Aunque mi libertad será de otra manera —Llora un poco—

Diana se sienta y lo abraza.

—Algún día alcanzaremos esa estrella... Ya sea en esta vida o en la otra —Ella le seca las lágrimas—

Ambos se miran y se besan.

Entran a la caseta. Reiner comienza a tocarla y la sienta de frente a él sobre sus piernas.

—Te amo Diana. Jamás me arrepentiré de haberte conocido, fue lo mejor que me ha pasado en la vida

—Te juro que te volvería a escoger mil veces y te seguiré amando un millón de veces más. Eres quien me complementa, quien me da vida. Lo eres todo para mí... Te amo Reiner, te amo desde lo más profundo de mi corazón

Reiner la besa y le va quitando la ropa. Diana hace lo mismo. Ella aún sigue sentada sobre él. 
Reiner la agarra y la besa apasionadamente. Ambos tienen relaciones.

A la mañana siguiente Diana se despierta y no ve a Reiner, sale de la caseta y lo ve parado afuera. Ella se le acerca. Ya está por amanecer.

—Estaba por levantarte para que vieras el amanecer conmigo

—¿Llevas mucho rato afuera?

—No tanto, pero si lo suficiente para pensar y decidir en algo importante

—¿Qué es lo importante?

—Sólo mira el sol salir

Ambos ven como sale el sol. Se maravillan con su hermosura y resplandor.

—Así de hermoso es el amor que siento por ti, Diana... Nunca lo olvides —Reiner se gira—

Ambos se miran de frente con mucho amor. Diana se sorprende de lo hermoso que se ve Reiner, sus ojos color miel y su cabello rubio brillan con el sol.

Reiner se arrodilla. Ella se pone nerviosa.

—Diana Smith... ¿Te quieres casar conmigo?

Ella comienza a llorar.

—¿Quieres ser mi esposa y hacer una familia a mi lado el tiempo que me reste de vida?

Diana sonríe mientras sigue llorando.

—Si quiero Reiner... Quiero estar a tu lado... Acepto ser tu esposa

Reiner llora de emoción. Él le da un beso en el vientre, se levanta, se besan, y se abrazan fuertemente.

—Gracias Diana, y perdona que no haya podido ser más especial, fue algo que lo llevo pensando desde que me levanté

—Para mí todo momento es especial cuando estoy a tu lado... Tú me haces muy feliz

Se vuelven a abrazar.


Reiner termina de ver esas memorias. Tiene sus ojos lagrimosos.

—Entonces Diana si fue feliz conmigo... Y yo no hice más por ella... Perdóname mi amor

Reiner se siente un poco mareado, se acuesta y se queda dormido. Diana se ha conectado a su mente.

Tiene como una especie de sueño donde se ve en Paradis. En el lugar donde él y Diana pasaban el tiempo juntos. Reiner llora de felicidad. Está parado mirando el río. Tiene puesto su uniforme de Guerrero. Diana viene caminando, ella tiene puesto su uniforme de la Policía Militar. Ella lo mira y recuerda la última vez que se vieron antes de ella irse de Paradis.

—Sabía que ibas a estar aquí

Reiner se gira y le sonríe triste.


(Continúa en el volumen 3 parte 2)

Corazón Acorazado (Shingeki no Kyojin FanFic) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora