Escena Extra #11

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El ejército de Mare lleva a sus soldados a custodiar una pequeña ciudad ya que están trasladando equipo militar de un lugar a otro, pero la nieve en la vía del tren les ha impedido continuar. Dividen a los soldados en dos grupos, uno se queda dentro de la ciudad y otro grupo se queda en el bosque y a los alrededores. Se quedan a acampar. Durante la noche baja la temperatura, aunque deja de nevar un poco, todos los soldados tiritan de frío. Se reúnen en pequeños grupos para encender fogatas y calentarse. Mientras unos vigilan, otros descansan.

Diana está dormida, acostada de lado en el suelo, con el rifle entre las piernas. De pronto alguien le patea los pies. Ella se despierta, al ver que es Benton se levanta rápidamente.

—Vamos, hay que vigilar

Diana lo sigue hasta el borde del bosque. Se meten a una pequeña trinchera, colocan sus rifles al lado y se sientan a vigilar los alrededores y el valle que tienen de frente. Diana comienza a tener frío, ella a escondidas enciende un cigarrillo. Benton la ve.

—¿Desde cuándo fumas?

—No suelo hacerlo, pero tengo mucho frío y necesito calentarme con algo

—No deberías fumar —Se lo quita y se lo comienza a fumar él. Saca de su bolsillo la cantimplora— Ten, esto te mantendrá caliente

Diana bebe y lo escupe. Pone cara asco.

—¿Me quiere matar?

Benton se ríe en voz baja.

—Smith, que floja eres... Bebe otro sorbo

Diana bebe otro poco más. Se retuerce del asco.

—Siento que me quema el pecho

—¿Pero te sientes mejor?

—Tienes razón... Gracias —Le devuelve la cantimplora—

Benton bebe un sorbo y le devuelve el cigarrillo, ella se lo termina de fumar. Luego él extiende su capa.

—Ven, si nos juntamos así mantenemos el calor corporal

Diana se le acerca más y se arropa con la capa.

—Gracias nuevamente

Benton se quita el guante y se queja de dolor. Diana ve que tiene un poco de sangre.

—¿Que te sucedió en la mano?

—Se me enterró una astilla y no quiere salir

—Debería ir al médico

—Están descansando, no quise molestar a ninguno

—Entonces, déjeme ayudarle —Le agarra la mano y ve la astilla. Trata de apretarle, pero no sale—

Benton contiene el quejarse de dolor. Diana busca entre sus bolsillos algo. Saca una pequeña herramienta que tiene pinzas y otras cosas más. Ella con la pinza saca la astilla. Vuelve a buscar entre sus bolsillos y saca vendaje para cubrirle la herida. Benton se queda sorprendido mientras se mira la mano.

—Gracias —Se coloca el guante y bosteza— La noche hoy será larga y no he podido pegar un ojo desde esta madrugada

—Debería descansar unos minutos, y yo me quedo vigilando

—¿Y tú?

—Yo no suelo dormir mucho... Descanse, cualquier cosa le despierto de inmediato

Benton se acomoda un poco hacia atrás y se duerme. Diana se quita la parte de la capa de él y lo arropa. Usa los binoculares para vigilar el valle.

A los minutos Benton se despierta sobresaltado y mira para todos lados.

—¿Pesadillas?

—Si —Se sienta—

—¿No puedes dejar de ver sus rostros?

—¿Cómo lo sabes?

—Yo siempre tengo pesadillas... Veo rostros que conozco y otros que no. Algunos me halan y me ahogan en su sangre... La sangre que les hice derramar

Benton se queda sorprendido.

—Por eso y otras pesadillas más no suelo dormir mucho

Benton ve como ella se entristece. Él trata de cambiar la conversación y saca una barra energética de su bolsillo.

—Come, esto también te ayudará a mantenerte caliente

Ella comienza a comer.

—Sabe diferente al que nos dan

—Privilegios que tienen los oficiales de alto rango —Él ve que Diana tiene virada una correa de su casco. Se la quita, la endereza, pero antes de colocarla se le queda mirando a ella. Da un pequeño suspiro y sonríe—

Diana sonríe sonrojada y se arregla un poco el cabello. Él le coloca el casco y se lo amarra. Ella le da la mitad de la barra que él le dió. Benton come.

—General, ¿le puedo preguntar algo?

—Dime

—¿Por qué siempre estás en línea de batalla pudiendo estar con los demás oficiales de alto rango?

—Me gusta la acción y siento que tengo unas capacidades que no deben ser desperdiciadas detrás de un escritorio... Cada soldado es importante en el campo de batalla sin importar su rango

—Pregunto porque es raro ver batallando o haciendo misiones a un oficial con un rango tan alto como el suyo... Pero me alegro de que esté con nosotros. Muchos sentimos seguridad con usted a nuestro lado

—Yo no dejaría a mi unidad a solas, por eso siempre estaré con ustedes

Ambos se miran y sonríen.

—Usted es un General muy joven comparado con los demás oficiales

—Tenía veintinueve años cuando me promovieron de Teniente a General... Cuando Mare se quedó sin Guerreros abrieron una unidad para brindar seguridad a la nación. Me dieron esa oportunidad de dirigir mis propios soldados por mis capacidades en el campo de batalla. Por eso los entrenamientos son más rigurosos y exigentes, quiero tener buenos soldados... Una de mis razones para estar en el campo de batalla es que prefiero guiarlos de manera directa, será más efectivo el ataque, menos los errores cometidos y por ende menos los fallecidos

—Me parece estupendo su pensar —Diana no deja de mirarlo maravillada—

Benton le sonríe y ella se pone nerviosa, ambos miran hacia el frente.

Comienza a nevar, se cubren más con su capa y chaqueta. A la distancia Diana ve un movimiento en el valle. Ella le hace señas a Benton.

—Creo que vi algo moverse

—Puede ser ganado

—Pasó muy rápido

Benton mira por los binoculares y no ve nada. Diana vuelve a ver otro movimiento, le hace señas del lugar y él lo ve.

—Son soldados enemigos... Aún están lejos... Smith, ve agachada y avisa a los demás, rápido

—Entendido —Diana se arrastra por la nieve. Camina agachada entre los árboles, va lo más rápido que puede—

Benton recarga su rifle y está listo para disparar. Diana sigue agachada y se acerca a los demás para avisarles, cuando los enemigos disparan una bengala que ilumina todo el lugar. Los soldados se quedan sorprendidos, comienzan a recibir un bombardeo. Benton dispara su rifle a los soldados enemigos que se están acercando. Los soldados de Mare corren a sus posiciones, varios son heridos y algunos muertos. Un Sargento manda a evacuar a los soldados que están en el bosque. El ejército de Mare al fin logra contraatacar, permitiendo que varios de sus soldados huyan de vuelta a la ciudad. Diana corre entre los árboles que van cayendo, se tira al suelo y se arrastra en la nieve lo más rápido que puede. Llega hasta la trinchera con Benton. Él sigue disparando a distancia. Diana lo ayuda.

—Nos pidieron salir de aquí... Vamos a la ciudad

—Prepara el rifle, ya están demasiado cerca

Ambos colocan una bayoneta en la punta del rifle. Se van retirando, caminando de espaldas mientras siguen disparando. Varios enemigos se acercan y ellos los matan disparando o los apuñalan con la bayoneta. Vuelven a lanzar varias bengalas e iluminan el lugar, el bombardeo continúa. Los enemigos comienzan a dispararles con ametralladoras. Benton y Diana se tiran al suelo y se arrastran. Una bomba cae cerca de ellos haciéndolos salir disparados por el aire. Diana cae de nuevo al suelo y queda aturdida. Benton se arrastra hasta ella, verifica que no tiene una herida y comienza a tratar de que reaccione al ver que no se mueve. Ella lo ve gritarle, pero no lo escucha, un pitido fuerte retumba en su cabeza. Al fin recupera un poco la audición, él aún sigue gritándole.

—¡Soldado! ¡Levántate! —La agarra de la chaqueta y la alza—

Los dos se van corriendo y llegan a la ciudad. Gardner hala a Benton.

—General, ya se pidió ayuda y nos dieron orden por radio de movernos inmediatamente

—Aún hay soldados atrapados en la línea de fuego

Diana lo escucha y decide regresar sin decir nada. Ella corre entre las bombas y los árboles que caen por las explosiones. Ayuda a varios soldados a huir.

Benton corre hasta el tren. Un soldado se le acerca corriendo.

—General, aún no hemos podido quitar toda la nieve de la vía, hay demasiada por varios kilómetros... ¿Qué hacemos?

—Quiten vagones del tren para eliminar peso y salgan con el que lleva el equipo militar... De igual manera llévense a los heridos

—¿Qué hacemos con los demás soldados?

—Resistir y hacer retroceder al enemigo hasta que nos llegue la ayuda

—Entendido

Benton regresa a la ciudad, busca a Diana con la vista, pero no la encuentra. Prepara más soldados y estos salen con ametralladoras, lanza granadas y cañones. El enemigo retrocede un poco, aunque mantienen el ataque al bosque.

Diana ve un soldado ser herido al caer una bomba cerca. Él comienza a pedir ayuda, pero los disparos le impiden a Diana acercase. El soldado se arrastra con sus brazos, ella toma valor y rápidamente se acerca y lo hala por la chaqueta hasta detrás de una enorme piedra. Ve que tiene una pierna amputada y está sangrando mucho.

—¡Médico! ¡Médico! —Grita Diana—

Una soldado viene corriendo y se acerca, pero en ese momento recibe un disparo en el costado y cae al suelo. Diana la agarra y la arrastra con ellos. La médico se hace presión en la herida, Diana se le acerca a ayudar.

—Olvídate de mí... Usa su cinturón y hazle un torniquete en la pierna para controlar la hemorragia

Diana le quita el cinturón al hombre y le hace un torniquete. El soldado sigue gritando de dolor.

—Dale morfina, le ayudará a calmarse —Saca de su mochila una dosis de morfina—

Diana se la da al hombre. Se acerca a ayudar a la médico mientras ella busco algo en la mochila. Diana se quita los guantes de frío, le mete los dedos en la herida, haciendo que la mujer grite de dolor, y le saca la bala. Agarra un sobre con medicamento, lo abre y tira un polvo sobre la herida para detener el sangrado. Agarra varias gazas y le hace presión a la herida.

—¿Puedes caminar? —Le pregunta Diana a la médico—

—Eso creo

—Hay que irnos rápido

—¿Pero somos dos y él no puede caminar?

Diana agarra el hombre y lo coloca sobre un hombro. La médico se levanta y se recuesta de Diana, ella la sostiene con un brazo. Se van del lugar entre disparos y explosiones.

De vuelta a la ciudad Diana encuentra a Gardner. Él se sorprende al verla cargando a un soldado al hombro y llevando a otro recostado en su brazo.

—Sargento, aquí hay dos heridos, llévelos a un lugar seguro —Diana suelta al hombre en el suelo—

Dos soldados se llevan al hombre en una camilla y Gardner a la médico. Él al mirar hacia atrás ve a Diana irse de vuelta al bosque. Llevan a los heridos dentro de un edificio. Benton ordena a la gente que vive en la ciudad a huir inmediatamente. Ellos huyen a pies por la nieve, siendo escoltados por algunos soldados.

Desacoplan varios vagones del tren y comienza a marchar. Llevan a los heridos menos graves y el equipo militar.

De pronto la ciudad es iluminada con decenas de bengalas y comienzan a ser bombardeados por un ataque aéreo nocturno. El ejército de Mare comienza a atacar con sus ametralladoras a los aviones enemigos, derribando a varios. Luego de irse los aviones al tener problemas con la nieve, entran soldados enemigos por otro lado. Entre ambos bandos se disparan.

Algunos soldados se quedan en el bosque atacando a los enemigos que están en el valle. Diana está disparando y se queda sin balas. Otro soldado le entrega municiones. Ella continúa atacando y junto a varios soldados se acercan al valle.

Mientras tanto en la ciudad repelen el ataque. Benton detrás de una pared recibe un disparo por un francotirador. Trata de esquivar, pero la bala rebota en la pared y en su casco. Él cae al suelo asustado. Por un momento se lo quita, se toca la cabeza y ve el rasponazo en el casco, se lo coloca de vuelta. Se arrastra por el suelo y busca otra posición para seguir disparando, hasta que mata al francotirador.

—¡Sargento! —Grita Benton mientras sigue disparando—

Gardner llega corriendo y agachado.

—Necesito que saques a los soldados que están en el bosque... ¡Ahora!

Gardner se va a ir, pero Benton lo detiene.

—Tráeme a Diana

—Entendido —Gardner se va con varios soldados hacia el bosque—

Llegan decenas de soldados del ejército de Mare en vehículos militares. El Teniente Davis se acerca a Benton.

—Estábamos cerca cuando nos informaron del ataque, vinimos lo más rápido que pudimos

—Gracias por responder

Davis comienza a disparar. Sus soldados se dividen en dos grupos y atacan con todo.

Diana sigue en el valle junto a otros soldados. Van persiguiendo al enemigo que aprovecha la neblina y la nieve para huir. Algunos compañeros de ella caen muertos o heridos. Diana sigue disparando hasta que es herida en el rostro. Cae el suelo. Se toca la cara y siente la herida, se mira los dedos y ve mucha sangre. Ella comienza a tener un ataque de ansiedad, se arrastra nerviosa por el suelo y se esconde entre los matorrales. Los enemigos regresan y van rematando a los heridos que tienen cerca. Diana contiene la respiración para que no le vieran el aliento en el frío. Los enemigos se van. Diana se levanta enojada, ve que la neblina a cubierto todo el lugar y decide usarlo para poder regenerar su herida. Quita la bayoneta de su rifle y corre detrás de los soldados, los va matando uno a uno a cuchilladas entre los matorrales.

El enemigo ha retrocedido un poco, pero el ataque dura toda la noche mientras aún sigue nevando. Ambos se disparan desde la distancia. El ejército de Mare se resguarda en los edificios que no fueron dañados en el ataque aéreo. Gardner regresa donde Benton.

—No la encontré en ninguna parte... Soldados dijeron haberla visto ayudando a los heridos... La última vez que la vi justamente traía a dos, eso fue antes de que comenzara el ataque en la ciudad

Benton va donde tienen a los heridos. Encuentra a Roy ayudando.

—Rogers, ¿dónde está Smith?

—No sé, mis compañeros y yo hemos estado en la ciudad desde que comenzó todo... Y entre los heridos ella no está

Benton se queda preocupado y se va. Camina hasta la zona donde están los cadáveres. Va mirando uno a uno.

Más soldados de Mare llegan a la ciudad. Emboscan a los soldados enemigos que aún quedan y los atacan. Llaman a Benton y él se acerca molesto a la zona donde están los enemigos. Camina entre las filas donde los tienen arrodillados. Ordena a Davis ejecutar a los heridos y tomar como prisioneros a los demás. También ordena a buscar los heridos en el bosque y el valle.

Comienza a salir el sol. El frío ha menguado un poco, pero la nieve que cayó durante la noche impide caminar. Benton camina por el valle junto a Gardner, Davis y varios soldados que van rescatando a los heridos y recuperando los cadáveres. Davis y Gardner se acercan a Benton al verlo desanimado.

—Llevas toda la noche sin saber de ella, quien sabe si la tomaron como rehén

—O haya caído, es casi imposible resistir con un clima así y sin municiones por tanto rato

Benton se enoja y se entristece a la vez. Controla las ganas de llorar. Cuando se va a girar ve a través de la neblina a una silueta acercarse. Davis, Gardner y Benton apuntan con su rifle al no saber si es un enemigo. Cuando está más cerca Benton reconoce quien es, tira el arma y se acerca corriendo. Davis y Gardner se acercan detrás de él.

—¡Diana! —Benton ve que tiene ensangrentado todo el uniforme mientras agarra con fuerzas la bayoneta y está paralizada mirando el suelo— Ya se acabó todo —Agarra la bayoneta y se la quita, la arroja al suelo—

Diana tirita de frío al haber perdido su capa y chaqueta. Benton se quita la suya y la cubre.

—Vámonos —La lleva de brazos—

Davis y Gardner están sorprendidos, los escoltan de vuelta a la ciudad.

Van de regreso a la base en vehículos militares. Benton se lleva a Diana. Después de él quitarse el casco se gira a verla, nota que en todo el camino no dice nada y se queda mirando sus manos ensangrentadas.

Llegan a la base que está más cerca. Benton baja del vehículo con Diana. Un Oficial se acerca a él.

—El tren ha continuado el camino a su destino, antes de seguir nos dejaron a los heridos. Ya ellos están siendo atendidos en el hospital

—Bien... Luego me entregan el informe de todo —Sigue caminando y lleva a Diana hasta una sala privada—

Ella se sienta en una camilla, Benton se queda a solas atendiéndola. Él le quita el casco, toma un paño y lo humedece, lo pasa por su rostro y cuello, limpiando la sangre seca que tiene. Le verifica el cuero cabelludo, le mira los oídos, nariz, boca y los párpados.

—Te voy a quitar la camisa, me tengo que asegurar que no tengas heridas

Ella sigue en silencio. Él le quita la camisa y la deja con el sostén, le pasa el paño húmedo por los brazos, pecho, abdomen y espalda. Le quita las botas y el pantalón que está un poco roto, de igual manera la examina y no ve nada.

—No veo ninguna herida... Estás bien, deberías ducharte y cambiarte

Benton se aparta para ir a buscarle ropa.

—Aún despierta ya puedo ver sus rostros

Él se gira sorprendido donde ella.

—Traté de salvar a todos los compañeros que pude, pero no lo logré... Me quedé a luchar, pero me quedé sin municiones... Quise huir, pero tuve que quedarme a matarlos. Uno a uno entre la fría neblina... Toda esa sangre que traje encima es la de mis compañeros y enemigos —Diana aún escucha los disparos y las explosiones, comienza a temblar y llora desconsoladamente—

Benton la abraza y ella sigue llorando sobre su pecho. Él al escucharla le comienzan a bajar varias lagrimas por sus mejillas. La abraza con más fuerzas.

Dos semanas después los reúnen a todos. Comienzan a condecorar a los soldados caídos. Van a condecorar a un soldado que dió el todo con su heroísmo durante la batalla. Benton llama a Diana, todos le aplauden. Ella le hace el saludo militar, él le coloca la medalla de honor en su chaqueta y le contesta el saludo.

—Que esta medalla sea la primera de muchas —Benton le sonríe—

Ella le sonríe de vuelta. Ambos se giran frente a todos y le siguen aplaudiendo.

Al terminar la ceremonia Diana sale con sus compañeros; Roy, Jeff, Arla y Karl. Todos están felices y no dejan de abrazarla. Dos soldados se acercan a Diana. Una mujer lleva a un hombre en silla de ruedas. Diana los reconoce, se quita el sombrero y se les acerca.

—Smith, estamos muy agradecidos por habernos salvado la vida aquel día

—Aunque ya no podré servir al ejército sin una pierna, pero al menos puedo regresar a mi hogar para vivir con mi familia

—Para nosotros siempre serás una heroína

Ambos le hacen el saludo militar en forma de agradecimiento. Diana les contesta casi llorando. Ella los abraza. Sus compañeros aún siguen felices.

Continúan su camino hacia sus habitaciones. Diana se queda un poco atrás y ve a sus compañeros saludar a alguien al pasarle por el lado. Ella ve a Benton parado cerca de las barracas. Ella se acerca y se detiene, ambos se quedan mirándose. Se quieren decir algo, pero los nervios no les deja. Benton suspira fuerte y toma valor.

—Algo que admiro de ti es tu determinación en lograr las cosas. Nunca te rindes, nunca hay un no... Tienes una fortaleza física y mental increíble. A pesar de todo, sigues luchando sin importar como te sientas. Muchos no soportarían vivir lo que has vivido en el campo de batalla... Amo tu heroísmo, de igual manera amo tu compromiso con el ejército... Por favor, nunca cambies

—Lo prometo —Diana le sonríe—

Benton se le acerca lo suficiente para sentir su respiración, él roza su mano con la de ella, le da un beso en la frente y sigue caminando. Diana se sorprende y sonríe sonrojándose mucho. Ella sigue caminando a su habitación, ya que sus compañeros llegaron. Benton no deja de mirarla con amor mientras la observa irse, sonríe y suspira. También él se va a su habitación.

Corazón Acorazado (Shingeki no Kyojin FanFic) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora