Vieja solterona de los gatos

Noche de copas

Las chicas estaban tan intoxicadas que comenzaban a reír de hasta la mosca que pasaba frente a ellas. Incluso, ahora Sakura no tenía que ser presionada para seguir hablando sobre cómo había logrado juntarse con Itachi, el secreto más jugoso que querían exprimir hasta el más mínimo detalle.

—¡Les juro que yo no estaba tras él!, esos días nos encontramos por casualidad —dijo Sakura.

—Debe tener un fetiche con lo exótico —dijo Ino refiriéndose a su cabello rosado. Junto a ella Karin asintió mientras intentaba mantener el equilibrio y no irse de lado.

Para la siguiente ronda de tragos, esta vez fue Hinata que los traje con ayuda de un par de chicos que tenían sonrisas emocionadas plasmadas de lado a lado de sus mejillas.

—Muchas gracias —dijo Hinata sonriendo con gran ternura. Ambos chicos estuvieron a punto de tener un paro al corazón.

—D-de nada. ¿Les pa-parece si nosotros-

—Ya tenemos parejas y son ninjas. Si se enteran que nos están invitando los degollaran si no es que lo hacemos nosotras primero —dijo Temari con voz oscura.

Hasta el efecto del alcohol se les bajó a los dos chicos que salieron pitando de miedo del bar.

Tenten que fue la suficientemente atenta como para darse cuenta de lo que había pasado con los dos chicos.

—¿Cuándo crees que todo cambió entre tu e Itachi? —preguntó Hinata.

Vagamente Sakura pensó que no estaría mal invitar a Hinata a beber más seguido si provocaba que dejara de ser tan tímida como siempre. Si, eso sorprendería a Naruto y Kiba.

—Creo que fue al siguiente día, hasta la noche —respondió sin vergüenza. Seguramente mañana cuando finalmente la terrible resaca que tendrá se vaya desearía haber perdido la cabeza por revelar esto. Pero ahora... ¡Qué más da!

—Fue el día que nos juntamos porque veniste a un viaje diplomático —dijo Sakura directamente a Temari.

Los ojos de la rubia brillaron recordando esa noche mientras que las otras sonrieron, si, esa había sido una buena noche de diversión para todas. Incluso tal vez, la última noche de diversión como solteras, bueno, Ino salía con Shisui pero le había hecho un berrinche porque una ex-novia le coqueteo descaradamente frente a ella así que debía vengarse y hacerle sufrir, así que sí, la última noche de solteras.

Aquella noche las chicas estaban libres y eso ya era una gran hazaña, sobre todo con los horarios de trabajo de Ino y Sakura, la apretada agenda de Temari cuando venía a un viaje diplomático, los deberes de Karin en el laboratorio, los entrenamientos espartanos de Gai-sensei y las reuniones en el clan Hyuuga.

Se reunieron en el departamento de Sakura para arreglarse dejando la sala, el cuarto y el baño como si un huracán hubiese pasado desperdigado vestidos, maquillajes toallas y hasta ropa interior por todos lados.

No es como si Sakura se enorgullezca de ser fanática de la limpieza y el orden, con su trabajo tenía la tendencia de dejar de vez en cuando los trastes sucios y la ropa por el suelo, aunque si nunca ha llegado al punto de tener la casa como Naruto su departamento. Bueno, luego lo limpiará obligando a las chicas a ayudarla.

Las seis salieron de la casa listas para ir al bar más popular de la aldea para salirse de control.

—¡Esta será nuestra noche! —gritó Ino al entrar.

La música era buena, la gente se arremolinaba a beber y las risas, el aroma a sudor, alcohol y sexo se impregnaba en el aire emocionando especialmente a Ino y Karin.