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Julian
Desde que me propuse reconquistar a Vaitiare había pensado en diversas formas de llegar a ella, dentro de estas estaba viajar de nuevo a Gladbeck y buscarla, otra de ellas era organizar una fiesta falsa en casa de los Reus, para así poder hablar con ella, pero jamás me hubiera imaginado tenerla a escasos metros de mí.
Era como que si el destino se encargara de ponerla en mi camino y claramente no iba a desaprovechar la oportunidad.
No tenía idea de que estaba en la ciudad, ni mucho menos aquí, en el estadio. Marco me había dicho que Dinora, Alejandra y Toni vendrían y que con ellos veríamos la manera de trazar un plan para hablar con ella, pero nunca me imaginé que Vaitiare los acompañaría.
El amor de mi vida estaba justo ahí, parada dentro de toda la multitud, más hermosa que nunca, con aquel rubio cabello suelto, mirándome aturdida, con sus ojos color esmeralda acumulados de lágrimas, partiendo mi corazón.
No dude ni un segundo en correr hacia ella, grité su nombre con todas las fuerzas que tenía, desatando la curiosidad de todo el público que se encontraba ahí.
A medida que me acercaba, Vaitiare iba reaccionando, los tipos de seguridad me ayudaron a despejar a los fans que querían acercarse a mí, ella aprovechó ese momento para salir corriendo tapándose el rostro para evitar que la reconocieran, Ale viendo esto fue tras ella.
Traté de seguirla pero fue imposible, me sentía tan frustrado.
- Déjala ir Jule, no es momento - dijo Marco detieniédome.
- No, tengo que ir con ella - negué tratando de soltarme.
- Reus tiene razón Julian, debes de ir a calentar, el partido comienza dentro de poco, además la seguridad no puede controlar a toda esta gente- murmuró Toni que de alguna forma había llegado a nosotros.
- Está bien - me rendí y volví a dónde estaba todo el grupo.
Sentía de una u otra forma las miradas de todo el equipo en especial la de Leon, que claramente había presenciado todo.
- Te quiero concentrado muchacho, así no podrás jugar - Joachim que se caracterizaba por ser un técnico muy estricto, palmeó mi espalda y añadió - los temas del amor se quedan fuera, necesito que te tomes un tiempo y todo lo que sientas lo demuestres en la cancha.
Al finalizar el calentamiento todos volvimos al vestuario, para terminar de alistarnos para el partido y otra vez lo iba a ver el comienzo de este desde el banco.
- Aléjate de ella - dijo Leon a mi espalda mientras yo recorría el tramo hasta la explanada del estadio.
- Muy bien sabes que no lo haré, así que no te molestes en decírmelo - respondí sin voltear, siguiendo mi camino.
Se dió inicio al partido contra Estonia, claramente se veía la superioridad de nuestro equipo y como prueba de ello Marco abrió el marcador.
El público seguía alentando, yo por mi parte moría de ganas de entrar a jugar, además de que quería cerciorarme si Vai había vuelto.
Seguía metido en mis pensamientos cuando Gnabry anotó el segundo gol de la noche, el siguiente fue en anotar fué el imbécil de Leon, que celebró haciendo un corazón y señalando a la tribuna, confirmando mi sospechas, ella seguía aquí.
El primer tiempo terminó con un fulminante 5:0 a favor de nosotros.
- Es una gran noche, he anotado dos goles y eso que es el primer tiempo - dijo Marco a mi lado en el vestuario - y los dos fueron para mi Dino.
-Tú no fuiste el único que dedicó goles - fruncí el ceño al recordar como el idiota de Goretzka celebró.
-Calma amigo, tengo un plan y te aseguro que no fallará - dijo el rubio para luego acercarse y decirme al oído lo que tenía en mente.
El segundo tiempo fue la misma historia, esta vez sí entre a jugar, estaba tan entusiasmado que terminé dando dos asistencias a Leroy y Timo respectivamente, terminando la noche con un 8:0 desatando la algarabía de todo el público.
- Es hora Julian, ya sabes que hacer - murmuró Marco sonriendo de lado.
Me oculté en el vestuario hasta que todo mundo se fué, claramente no fue fácil, los asistentes siempre inspeccionaban todo para asegurarse que nada ni nadie se quedara.
Estaba nervioso, nunca antes había hecho esto, pero Vaitiare lo merecía y hoy sí o sí hablaríamos.
Sentí mi móvil vibrar en mis manos, era un mensaje de Reus.
-
Marco 💥:
Está en camino, no la cagues.
no lo haré.
Suerte hermano. ✓✓
-
Tenía tantas cosas en mente, tantos sentimientos encontrados, era una oportunidad de oro.
Me asomé a la entrada del vestuario, abriendo la puerta un poco y escondiéndome detrás de ella, esperando su llegada.
- ¿Leon estás aquí? - la escuché decir a lo lejos.
-¿Leon? - volvió a preguntar, oía sus pasos acercándose poco a poco, hasta que se detuvo.
Vaitiare ahora estaba justo al otro lado de la puerta, me dí valor internamente y me puse firme, era ahora o nunca.
Abrí la puerta completamente y la tomé del brazo jalándola hacia dentro para luego cerrar y poner seguro.
-¡Que mierda! - exclamó asustada, todo estaba oscuro, aún no me reconocía - ¡Si esta es una broma no me gusta nada!
La apoyé sobre la pared más cercana, tomándola de la cintura, tenía unas malditas ganas de besarla, pero me contuve.
- No es una broma bebé - susurré muy cerca de ella, sintiendo su nerviosismo - no sabes cuánto te he extrañado.
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Gritanding estoy ahre, próximo cap viene lo intenso.
