La Plataforma 9 3/4

Tercer año

El alfa de la familia que, desayunando junto a Lily, ve con orgullo a su primogénito, comiendo rápido a mas no poder a pesar de los regaños de su madre, emocionado porque hoy regresara al colegio por un nuevo año escolar.

¿Por qué esto le sonaba como un deyabu?

Harry ya está en tercer año, y entre más lo ve, más hermoso se hace ante sus ojos. A pesar que tiene 13 años, su estatura no ha cambiado mucho, pero sus rasgos si, su rostro era como de porcelana, sin ninguna imperfección con lados redondeados y no filosos, más una nariz pequeña que le daba un aire todavía infantil, y por supuesto, el cabello como nido de pájaros, pero le daba ese toque adorable en él.

Aunque si hay algo que le perturba en sus cambios físicos, y es el atractivo olor que estaba comenzando a desprender, y estaba seguro que este año, no dejara de pensar que cualquier alfa estaba detrás de su corderito.

No mientras viva.

Harry era un criatura inocente que debe ser protegía de todo alfa, no importa que sean sus amigos del alma, para el todos los alfas son iguales, y si, suena hipócrita de el cuándo era uno de esos que brincaba de flor en flor en sus años de colegio.

-¿quieres más Harry?- ofreció su esposa con algunos Hot cakes en un plato.

-estoy bien, ya saben, no quiero que me pase como Ron en segundo año- recordó como su mejor amigo comió demás, y a medio camino al colegio, se mareo y vomito por la ventana.

-y...¿has tenido otros amigos Harry?-pregunto con inocencia James ante el suspiro cansado de Lily.

Apenas dieron las primeras vacaciones en el primer año de Harry, ubicadas en navidad, James en sus viejos años de auror le saco toda información de Harry sobre sus amistades, no quedando contento por la amistad que tenía con los gemelos Weasley, ambos alfas de grado mayor que parecía andarse con muchas confiancitas con su hijo, enviando carta de una vez a la familia Weasley de un almuerzo "amistoso", para conocer a los amigos de su pequeño omega. Del resto, sus más allegados eran de otras castas, como la Hermione que era una hija de muggles beta, o el tal Ronald que era un omega al igual que su hijo.

Total, seguirá con la misma charla todos los malditos años que le quedan de vida.

-no, me basta con los que tengo. Pero...-

-Pero...- ese pero no le gusto.

-hay un alfa que sigue a Ron- hizo una mueca.

-¿ah sí?- pregunto Lily con curiosidad.

-se llama Blaise Zabini, le anda regalando cosas y le dices cosas sosas. ¿Pueden creer que dice que Ron es suyo? Típico de los amigos de Malfoy-

A Lily le sorprendía un poco volver a saber de los Zabini, nerviosa miro a su esposo que la analizaba con ojos entrecerrados, en el colegio fue cortejada por uno, y pues, no termino tan bien con James que también iba tras ella ese tiempo.

Aunque ya se veía venir las cosas con el nombramiento del apellido Malfoy en esta mesa.

-¿Qué hay de Malfoy? ¿te está molestando Harry?- interrogo su padre.

-no lo soporto, lo odio, se cree superior porque gano el anterior partido, pero ya vera, le borrare esa linda sonrisa de su cara, y a la estúpida de Pansy- comento apuñalando un Hot cake.

-así se habla- comento feliz su esposo ante su cansancio.

-es que enserio, es un idiota, y un raro, se la pasa toda la tarde en la biblioteca, o coqueteando con la hueca de Parkinson, se come las manzanas verdes y oída el jugo de calabaza, ¿Qué ser de esta tierra odia el jugo de calabaza?, le gustan los licántropos cuando los dragones son más geniales, sin ofender al tio Remus claro, y...-