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No podía mirar a la cara al profesor, sonreía de una forma que me dejaba babeando litros por él, ¿acaso es bueno?
Habían pasado días desde aquella confesión en ese cuarto, mi amiga había faltado porque se enfermo y tenía que estar en reposo, ¿coincidencia?
Intente escribir con mi pluma lo que estaba en el pizarrón, pero no podía, enserio, estaba tan distraída y todo por cual de ese hombre.
Levante mi mirada la calma chocó estúpidamente con la del maestro, sentí mi rostro ponerse caliente y rojo, él lo noto y sonrió con burla.

Ring, Ring.

Se escucho escandalosamente por el aula, anunciando que era hora de la salida, todos salieron como si tuvieran pulgas en el trasero, guardaba torpemente mis cosas en la mochila, estaba consiente que tenía una mirada fija sobre mi.

—¿No iras a casa? —pregunto acercándose, carajo, hoy en especial se ve precioso.

—Yo... —no podía hablar, sentía el corazón en la boca.

—¿Has pensando en lo que te dije hace 1 mes? —pregunto.

—¿Hace un mes? —pregunté confundida. Hice una mueca.

—Eres tan distraída que no te das cuenta que hace 1 mes te confesé lo que sentía —dijo tomando mi cuaderno. —Taeil más ____. Interesante. —dijo con una sonrisa.

¡Demonios!
Tomé el cuaderno con desesperación viendo como decía: "____& 태일"
Soy una idiota, siento mis manos sudar como chorros de agua.

Guarde el cuaderno como pude provocando que las hojas se arrugaran.

—¿Ese no es el cuaderno de mi materia? —pregunto señalando este.

Abrí los ojos como loca, nuevamente lo saque eh intente arreglarlo.

—Se mi novia, ____—dijo con las manos en sus bolsillos del pantalón de vestir.

Se mi novia.

Esa frase retumbó en mis oídos como el desesperante tono de alarma para un estudiante.

Oh no, mis hormonas.

—Profesor...

—¿Profesor? —pregunto con cara de fastidio.

Como ya sabemos que esta historia es cliché, camine dando pasos hacia atrás, mis pies se cruzaron haciendo que me cayera.
Pero justamente mi Salvador estaba conmigo; Moon Taeil.

Me tomo de la espalda y logró evitar que mi trasero pegara con el suelo de madera.
No voy a mentir, pero esto parecía una escena de dramas coreanos donde la protagonista contaba con la ayuda y amor del chico de sus sueños.

Taeil sonrió y acerco su boca a mi cuello provocando un espasmo de sorpresa en mi persona, sus labios dejaban su saliva en mi cuello, dando a entender que lo besaba. Sentí mil mariposas en mi estómago.

—¡Auch! —grite ligeramente al sentir una succión brusca cerca de mi clavícula, y si, seguíamos en la misma ridícula posición.
Él me vio a la cara, por Dios, que vergüenza, había dejando llevarme por este hombre.
Me ayudó a tomar la posición correcta y sonrió.

—Así sabrán que solo eres de Oppa. —sonrió victorioso, entendí todo, baje mi vista a mi clavícula semidesnuda.

Idiota.

—¡No es justo! —chille, pero a él poco le importo porque me envolvió entre sus brazos y tomando mis piernas para que estas quedarán en su cintura y me sentó en la mesa de una butaca.

OK.
ESTOY BIEN.
NO ES COMO SI FUETAN A VIOLARME, ¿CIERTO?

Beso bruscamente mi boca, se separo de mi a los segundos los cuales habían sido los suficientes para dejarme con la respiración agitada y muchos nervios.

—De ahora en adelante sólo eres mía, ______—dijo serio mirándome a los ojos y sus labios rozando con los míos.

Esto no está mal.
Creó.

♡♡♡
Esta vez actualice más rápido 😊💜 las amo, gracias por leer este intento de cliché.


"Maestro Taeil". (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora