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Taeil sacudió su cabeza y metió sus manos en el pantalón.

—Mark, siéntate en donde ya te había dicho. —sonrió la secretaria.

Taeil desvío la mirada, sabía que esta era una escena de celos pero no es mi culpa.

Mark se sentó y coloco su mochila sobre la butaca.

—Mucho gusto. —dijo atrapando mi atención y mirada, extendió su mano para saludar.

—Mucho gusto. Soy ___—dije tomando su mano.

Sin darme cuenta Taeil se encontraba enfrente de nosotros.

—Aquí venimos a aprender, no a socializar. —dijo enojado a lo que ambos asentimos bajando la mirada.
Este sería un día muy largo.

🌱🌱🌱

Sonó la chicharra la cual indicaba que era receso, guarde mis cosas despacio ya que quería hablar con Taeil.

—Disculpa.—hablo Mark.

—Dime.

—¿Podrías enseñarme la escuela? —preguntó nervioso.

Abrí levemente la boca haciendo un puchero.

—Tan linda... —susurro.

El calor subió a mi cara haciendo que mi sonrojo fuera notable.

—No puede. —se unió una tercera voz. —Pero Jisung lo hará. —dijo acercando al pequeño rubio, puso su mano en el hombro de este. —¿Verdad, Jisung?

El pelirubio asintió con emoción y tomó el brazo de Mark con emoción.

—¡Vamos, Hyung!

Mark se levantó en contra de su voluntad, a lo que Jisung seguía siguió insistiendo, cuando iban por la puerta Mark volteó.

—Nos vemos después. —apretó los labios al decir lo último.

Taeil camino a su escritorio, se veía realmente molesto, el salón estaba en silencio, podía por su respiración y el sonido de sus zapatos chocar contra el suelo, lo seguí con la mirada firme, jalo su silla y se sentó.

—¿Tienes algo que decir? —alzó su ceja y sus brazos los cruzó.

Me coloque enfrente del escritorio y con mis manos puse mi cabello detrás de mi oreja.

—Oppa...

Frunció el ceño.

Camine lentamente a su lugar.

—No hice nada malo. —dije bajo.
Lo mire unos segundos y una sonrisa salió de mis labios, seguí caminando hasta sentarme en sus piernas.

—B... Bebé, ¿qué haces? Nos podrían ver. —su tono de voz se ponía débil.
Lo abrace por el cuello.

—¿Me perdonas?

Él me abrazo.

—Tranquila. —dijo buscando la labios, cuando los encontró envolvió sus labios con los míos.
Baje de sus piernas y corrí a mi lugar, saque mi lonchera y volví con él, extendí mi mano junto con la lonchera.

—Te traje algo...

Taeil sonrió y lo puso en la mesa, abrió la lonchera y sacó la comida que le había preparado.

—¡Gracias! —corrió a mi me dio un beso en la mejilla. —Tu cabello se ve muy bonito así, bebé. —

Lo abrace muy fuerte, su colonia era tan deliciosa que inundaban mis risas nasales.

—Gracias por ser mi novio.

🌱🌱🌱

Por fin habían acabado las clases, la última hora era Cálculo, no la amo pero tampoco la odio, aun así había sido pesado.
Me levante de mi lugar, pude observar por la ventana que esta lloviendo, ¡demonios!
Olvide mi chamarra y mi paraguas, mire la ventana y la lluvia seguía cayendo.

—______—

Gire mi rostro y vi a Mark, sus mejillas estaban levemente rosadas, él extendió su mano y me entregó su paraguas.

—Yo no lo necesito, bueno, en realidad... ¿Quieres que nos vayamos juntos a casa? B-ueno, si vives cerca de m-mi. —dijo nervioso.

—Vivo hasta la calle Seúl. —sonreí pero él mostró decepción. —¿Y tú?

—Calle Daegu...

Desvíe mi vista de él hasta la puerta y me encontré con el pequeño Jisung esperando ansiosamente por su Hyung.

—Pero él. —señalé a Jisung. —vive en esa calle.

Le hice una seña a Jisung de que pasará y el pequeño corrió, tenía su chamarra negra grande que le llegaba a sus rodillas y con ojitos brillosos entrelazo su mano con la de su Hyung.
Mark se sorprendió.

—¡Hyung! ¡Vamos! —lo jalo y así me dejaron sola en el salón.
Jisung era tan adorable.

Mire de nuevo la ventana y la lluvia se volvía más fuerte, por lo menos tengo el paraguas de Mark.

—¡Bebé! —se escucho en la puerta del salón y vi a Taeil tratando de recuperar el aliento. Estaba inclinado, su largo abrigo café sobresalía, mantenía sus manos sobre sus rodillas.

—¡Oppa! —dije poniendo mi mochila en ambos hombros y corriendo a donde se encontraba.
Taeil se levantó y dejó ver que traía consigo una chamarra y bufanda.

—¡Eres una descuidada! —grito a lo que las risas se hicieron presentes en mi. —¿Donde esta tu chamarra y bufanda? —preguntó molesto.
Hice un puchero que al parecer son su debilidad.

—No hagas eso. —dijo cerrando los ojos y moviéndose exageradamente. Me quito la mochila y me dio la chamarra, me la puse.
Dejo sus cosas en una butaca y se acerco a mi, coloco la bufanda color rojo y sonrió.

—Pareces un pequeño panqueque. —sonrió mientras besaba mis labios y acomodaba mi bufanda.

—¿Qué está pasando aquí?—se escucho una voz.
Oh no.
No.
Sólo llevamos un día de novios y nos descubre.
Maldición.

🌱🌱🌱
Un poco de drama no le hace mal a nadie (?) 😘

"Maestro Taeil". (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora