"Maestro Taeil". (Completa)

11

Necesitaba de él, en tan pocos días han sucedido muchas cosas, sentía los labios de Taeil sobre los míos, esa textura tan suave, esponjosa y deliciosa era adictiva.
Se alejó de mi, se paró, sacudió sus rodilla y se sentó en el sofá de nuevo.

—Ven, cariño. —dijo sonriente.
Me levante con cuidado, y fui directo a sentarme en sus piernas.
Lo abracé con necesidad.

—Yo no sé como pasó...

—No tienes porque decir eso, ninguno de los dos sabe el porque. —se alejó un poco, nos miramos a los ojos con sí fuera de lo que dependiéramos para vivir.—En un par de días cumplirás 18.—mencionó suave, su rostro era iluminado por los rayos de sol que se filtraban por la ventana que indicaba la tarde.
—¿Cómo lo sabes?

—Te tengo un regalo, vamos, párate.

Me levante de inmediato y él también, fue a su escritorio, abrió un cajón y sacó de allí una cajita negra. Volvió a donde me encontraba con un brillo especial.

—Casate conmigo. —abrió la caja la cual contenía un anillo precioso, no sabía de que material era pero no me importaba, miles de mariposas volaron por mi estómago.

—¿Lo dices enserio? —aquello me había dejado incrédula.

—Casate conmigo, vámonos de aquí, ya pronto serás mayor de edad y nada nos impedirá estar juntos.

—¡Sí!—grite corriendo a colgarme de él como koala.

Me sentía tan feliz.

Me baje después de unos segundos y Taeil tomó mi mano para colocar el anillo, me besó nuevamente.

—Esto es a lo que me refería. —se escuchó a nuestras espaldas.

Yo conocía esa voz, no era justo.

♡

—Profesor, ¿puede explicar lo que vimos en su oficina? —la directora se encontraba en su escritorio, con las manos entrelazadas, su corto y castaño cabello café le dará aire de autoridad. —Estoy esperando su respuesta, profesor Moon.

—Papá, habla. —Mark se encontraba parado a lado de la directora con mirada burlona, deseosa de destruir.

—Fue mi culpa. —hablé de inmediato levantandome del asiento.

—Cariño... —susurró apretando su dentadura y  tomando mi brazo para que me sentará.

—Profesor Moon, desde estos momentos deja de trabajar en esta institución. —suspiró—Por favor, si no desea que arruine su vida hablando con las autoridades deje de dar clases...

—Señorita, necesito el trabajo.

Estaba sorprendida, demasiado.

—No le quite el trabajo, por favor. —suplique.

—Mark, ve a tu salón. —el mencionado asintió y salió de la oficina. —En cuanto a usted, señorita Kang. Me eh comunicado con sus padres, ellos llegan hoy de Japón, mañana tendremos una charla seria. Pueden retirarse.
Taeil se levantó bruscamente a lo que le seguí.
Estaba tan enojada.

—Oppa. —no recibí respuesta. — ¡Oppa!

—¡Ahora no, Kang! —gritó causando que me espantara, tropezara con mis pies y cayera al suelo con los ojos cristalizados.

Taeil se dio cuenta de lo sucedido y corrió a ayudarme.
—Ve a clase, bebé. Lo voy a solucionar, todo estará bien. ¿Si?

♡

Pasaron las horas, se había oscurecido el cielo, todos hablaban mal de mi, ignore a Mark lo más que pude, tomé mi chamarra que se encontraba en el respaldo de la silla, no tomaría clases extras, me coloque lo ya mencionado, puse mi celular en la mesa junto con mis audífonos, por último coloque mi mochila, quería estar sola.

—Tenemos que hablar. —se acerco Mark con las manos en sus bolsillos del pantalón.

Coloqué mis audífonos en mis orejas.

—No te puedo escuchar. —dije señalando mi cabeza.

Camine a la salida lo más rápido que puede, ese chico me había causado tantos problemas.
Sin darme cuenta estaba enfrente de mi casa, preguntándome si debía entrar la razón era porque no sabia si mis padres estaban esperándome.
Me arme de valor, abrí la puerta con cuidado pero lo primero que recibí fue una cachetada de parte de mi madre.

—¿Acaso estas loca? —

Puse mi mano sobre mi mejilla la cual ardía por el impacto tan fuerte que había recibido.

Mi padre me metió a casa y cerró la puerta.

—¡Te mandamos a estudiar! —gritó mi madre con desesperación. —Dame tu teléfono. —extendió la mano.

—No.—dije firme.

Mala idea.

Recibí otro golpe el cual me dejó mareada, mi celular cayó al suelo siendo aplastado por el pie del madre.

—¡Te prohibió que lo veas! ¡Me hice de la vista gorda la primera vez pero llegaste demasiado lejos!

—¡No puedes prohibirme que lo deje de ver!

—¿Porqué no? No digas tontería y media, niña.

—¡Porqué lo amo y nos vamos a casar!

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¿Qué ocurrirá en el siguiente capítulo? 😨

¿Qué les pareció el capítulo?
Nos leemos pronto. ❤