°O4°

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°O4: Chupón

Narra: Narradora

El chocolatero tenía sus ojos vendados, con una venda de un color Vinotinto, sus manos estaban en su espalda, este era guiado por el de ushanka.- Amor... ¿A-adonde me llevas?.- decía el más pequeño, estaba nervioso.-Tu solo relájate mi vida~...- últimamente Venezuela estaba tenso o estresado, así que Rusia planeó relajarlo un poco...

-Es aquí...- decía en su oído,lo que hizo que el menor se le ponga la piel de gallina, el más alto detuvo a vene, le quitó la venda de los ojos para que pudiera ver... Se tapó un poco los ojos mientras que su vista se estabiliza ante la luz.

Pudo visualizar que estaban en un tipo de balcón con unas sillas plegables, desde esa vista se podía ver el mar, el pequeño había malpesado todo... Debe ir a la iglesia.

-¿amor... Donde estamos?.- pregunto el venezolano hacia el ruso.- tu por eso no te preocupes mi vida, ahora mismo debes relajarte, últimamente estas muy tenso...así que mi deber es que te relájes.- decía el ruso propinándole muchos besos por toda la cara al menor.

El más joven, se sentó en una de las sillas, viendo lo que su pareja hacía. Buscaba una cremas para que el masaje fuera mejor.- acuestate boca a bajo cariño.- el de ushanka le indicó que hacer, el menor se quito la camiseta un poco nervioso, dejando ver su espalda, esta era pequeña comparada con la del más grande. En esta tenía cicatrices de guerra, moretones que eran de un color oscuro, tenía dos grandes círculos oscuro un poco más arriba del tronco. El mayor solo daba pequeños besitos en todas sus heridas, el menor poco a poco se iba relajando, le encantaba que su novio lo tratara como un pequeño oso de peluche.

El eslavo tenía crema en sus manos y empezó a frotar y masajear por toda la espalda, el veneco disfrutaba, tal vez... Si era lo que necesitaba después de todo. La escena era romántica, tranquila y perfecta, tanto que pensó que el menor se había dormido.

Un mesero del lugar tomaba las órdenes de sus clientes, un cóctel de fresa y vino y el otro pidió una botella de su más caro champán, para ser exactos... Era la suerte que Rusia fuera una potencia y tuviera demasiado dinero en sus tarjetas. Pero al menor no le interesaba su dinero o que fuera una potencia... Para nada, se había enamorado de un buen muchacho.

-¿Quieres meterte a la piscina?.- decía el ruso tomando en una copa muy refinada.- fuego marico... Vamos a jugar con la pelota aquella.- lo bueno es que tenían el lugar para ellos solitos. El venezolano salió corriendo a buscar la pelota y tirarla al agua artificial, el se dio un chapuzón, haciendo que mojara un poco el lugar. El ruso le siguió, no se tiro... Pero tampoco cayó como una tabla.

Risas se escuchaban por el pequeño lugar, el veneco disfrutaba de la atención que le daba su pareja. El chocolatero empezó a tener algo de frío apesar de que estuvieran bajo el sol. Así que decidió meterse al jacuzzi, pudo notar como el mesero venía con mucha frecuencia y lo miraba con los ojos llenos de lujuria.

Esto lo notó también el eslavo, digamos que no estaba muy feliz, se metió en el jacuzzi junto con el menor. Este le daba mimos, lo besaba y aprisionaba su cuerpo contra la pequeña pared de el jacuzzi, mientras más lo besaba más lo tenía sin escapatoria, hizo que el menor se sentara en su regazo y que sus manos hicieran un viaje por todo su cuerpo.

El eslavo poco a poco bajo hacía el cuello de Venecia.- Ahg... Ru-rusia~...- el mayor eschucho los pequeños jadeos de vene, no podía imaginarse como sería cuando lo estuvieran haciendo. Seguía besando y lamiendo aquella zona débil que desconocia el menor.-¿Ya te he dicho que me vuelves cada vez más loco?.- ahora succionaba y chupaba el cuello del veneco, continuó bajando hacia su pecho. Hacía el mismo procedimiento para dejar esas marcas moradas en todo el cuerpo.

Su hombro, su cintura, su nuca... Todo lo dejaba con marcas que se quitarían en una semana. El eslavo alzó su rostro para apreciar su obra maestra, podía ver esas manchas que su significado era hacer que todos vieran que el venezolano era de su propiedad. Venezuela solo estaba sonrojado, le gustaba que su novio hiciera eso... No sabía el porque, solo sabía que quería más. Así que tomó la iniciativa de besarlo apasionadamente, el mayor se sorprendió pero le siguió el juego.

Ambos se besaban con pasión y lujuria, el eslavo inspeccionaba con su lengua toda la cavidad bucal de su pequeño novio, el mayor bajo su mano por el pecho de su pareja hasta el vientre.- Disculpen la molestia...Pero no pueden hacer eso aquí, así que les pido con toda la amabilidad que se retiren a un lugar más privado.- la pareja dejó de besarse para ver a el muchacho que los atendió.- Emm... Cla-claro... Disculpe, no lo volveremos a hacer.- decía el chocolatero avergonzado, su cara tomó un color rojo muy notable, mientras que el mayor solo veía a su novio con todas esas marcas... El mesero tambien veía esas marcas. El de corbatín miro al más alto y este le sonrió malicioso viendo como los celos lo carcomian por dentro.

-Hasta luego... Oh y tome...- el ruso le dio un billete al muchacho para tomar de la cintura a su pareja y marcharse.- oye y gracias por haberme consentido... Es muy lindo cada vez que lo haces.- Venecia miraba a su pareja con una sonrisa satisfecha.- de nada... Pero... Esto no quedara así.- se acercó a su novio para volver a besarlo posesivamente.

-chingada madre... ¡LES DIJE QUE SE FUERAN!.- El mesero lo corrió de nuevo ya que ni estaban saliendo y ya se besaban otra vez, el eslavo solo alzó el dedo del corazón al muchacho para mirarlo y así al fin irse.









🌹🌹🌹

Ohhhh yeaaaa, el proximo capítulo zezoooo😎😎😎😎✌✌

Espero que les allá gustado!

Espero que les allá gustado!

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꧁ 𝟑𝟎 𝑫𝒊́𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝑶𝑻𝑷 +𝟏𝟖 ꧂  RusVeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora