O.1

153 11 5
                                    

Canción : le festín

0.1 el consejo y una terrible idea

4 de enero de 1791
Francia

—¡Lizzy! ¡Lizzy por favor baja de ahí querida!— la voz de su tía resonaba en los oídos de la joven, se negaba a bajar, estaba en el ático sentada en uno de los rincones. Sus ojos miraban la madera del suelo mientras se cruzaba de brazos.

—no quiero ir— respondió la pequeña de dieciséis años mientras sentía como su tía abrió la pequeña compuerta del lugar y subía por las escaleras. —oh tía Faith por favor.

—Lizzy tiene que ir, sabes que es lo que tu padre quiere, el consejo de Francia no es tan malo como dicen— respondió la mujer mientras se apoyaba en el suelo del polvoriento ático. Los ojos celestes de la pequeña Lizbeth se giraron a verla.

—hemos ido el año pasado y el anterior a ese. No ha pasado nada, el consejo son solo ancianos que creen tener la razón absoluta y yo misma he visto que no— se quejó mientras se levantaba, Faith soltó una risita mirándola con ternura, sus ojos fueron a los cabellos castaños de la pequeña, los cuales  llegaban hasta su cintura, sus hebras marrones caían levemente onduladas, algunos mechones tenían un color anaranjado que le daba un ligero toque de atracción.

—intentemos una vez más. Si ahora no pasa nada entonces dejaré de insistir y volverás a América ¿qué te parece esa propuesta?— preguntó mientras sonreía con cariño.

—si voy,  pero no pasa nada ¿prepararas pastel? Y ¿galletas?— preguntó mientras sonreía de forma abierta. Faith soltó una risa apoyándose en la escalera.

—¿que te parece dos pasteles?— preguntó intentando persuadir a la pequeña quien lo pensó. Su ceja se arqueó mirando a su tía.

—que sean tres.

—uno de dos pisos ¿que te parece?— negocio Faith mirándola. Lizbeth hizo una mueca insatisfecha y giró sobre sus talones viéndola.

—un pastel, tarta de manzana y galletas— respondió Lizbeth señalándola, Faith levantó sus manos y sonrió en derrota, la pequeña se cruzó de brazos orgullosos por haber ganado.

—bien, ahora, ve a cambiarte y prepárate, partimos enseguida pequeña— aviso la castaña mientras bajaba del ático. Lizbeth suspiró y bajo del ático cercando aquel espacio luego, camino por el pasillo de la fría casa mientras observaba las pinturas. Con pereza camino hacia su habitación para cambiar sus ropas, Faith se acercó a ella con una sonrisa. —ven, te ayudaré con el cabello.

—quería dejarlo suelto, puedo esconderlo bajo la capucha si quieres— Habló Lizbeth mientras miraba su cabello y lo acariciaba, Faith suspiró pero sonrió, le extendió su guante con la hoja oculta la cual esta tomó y sonrió, extendió su mano derecha y ahí lo deposito.

—creo que ya estamos, vamos— Faith comenzó a caminar a lo que la menor la siguió, una vez salir de la casa la caminata se hizo pesada, es que no era cerca, en lo absoluto, su molestia se notó, debido a que un bufido profundo salió de su boca y su tía lo escuchó, esta sonrió con ternura. le daba gracia que sea tan como Connor pero al mismo tiempo tenga la gracia de su madre. 

Assassins Creed: RevolutionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora