Capitulo II Solos tú y yo.

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¡Kagome!, ¡Kagome!, ¡responde!.- lo grita este, tratando de despertarla, cosa que no logra…

Si no hubiera sido tan tonto, ¡arg!... lastimo a Kagome, cuando él mismo prometió en protegerla… pero es que esa noticia no lo dejo pensar bien, ella tuvo la culpa al soltársela cuando se encuentra corriendo

Kagome, por favor despierta…- lo ruega Inuyasha, tomando asiento en una de las grandes rocas del lugar, tratando de despertar a la miko…

Kagome te prometo ya no pelear contigo, me comeré tu comida, te dejare ir a tu época sin repelar, ya no me enojare contigo… por favor despierta…- lo dice desesperado el chico sin tener alguna contestación de su joven miko.

mmmmm…- se escucha aquel sonido provenir de los labios de Kagome, observando como esta mueve poco a poco su cabeza.

Sshh cuidado tonta no quiero que te lastimes mas…- lo dice Inuyasha dejándola en el suelo con sumo cuidado.

Mmmm, ¿Qué paso?...- lo pregunta una Kagome apenas abriendo aquellos ojos marrones.

Nos caímos…- lo contesta - ¿te sientes bien?.- lo pregunta con preocupación.

Me duele solo un poco la cabeza…- se lo confiesa tratando de tocarse la zona que le duele solo que Inuyasha no la deja, retirándole la mano.

Puedes infectarte…- lo dice este, rompiendo un trozo de su haori, para empezar a curar a la chica con el agua del río que esta a unos metros de ellos.

Inu…ya…-

Sshh no hables…- lo interrumpe el hanyou, terminando de limpiar aquella herida.

Pero… los chicos….- lo dice esta en susurro.

¡feh! Ellos pueden arreglársela solos…- lo dice este, sin tomarle importancia, y es cierto Miroku puede acabar cualquier cosa al igual que Sango ellos sobran en algunos momentos.

Pero…-

Kagome por favor…- lo dice este, sorprendiendo a la misma miko al escuchar aquel por favor.

Termina con aquella herida, poniendo una curita que suele traer su Kagome en aquella mochila azul.

¿puedes levantarte?.- se lo pregunta.

Si, creo que si…- lo contesta esta, tomando la mano del chico y poco a poco comenzar a levantarse de aquel suelo con ayuda de Inuyasha

Con ayuda del hanyou caminan ambos dentro de aquel bosque se ve enfrente, apoyándose una ves que parece ser que llegan al centro de este en uno de los árboles.

¿quieres sentarte?.- lo pregunta este

No, solo estoy mareada…- lo comenta, dejando que aquel dolor de jaqueca comience a ceder, debe de ser por sus poderes de sacerdotisa que se encuentran funcionando.

¿Kagome, quiero que me digas como es eso que te casas?.- lo pregunta el hanyou, tratando de no romper el árbol mas cercano con sus garras.

Bueno…yo…- lo comienza a balbucear la misma Kagome, observando el rostro dorado del chico.

¡con un demonio dime!.- lo grita, tratando de tranquilizar aquellos celos.

No es que me case… lo que pasa es que…

¿Cómo que no te casas?, ¿me mentiste?.- lo pregunta interrumpiendo.

No claro que no… pero es que…- lo comienza a decir- mi mamá quiere un nieto… y bueno ella…. Esta buscando candidato… ¿me entiendes?.- lo concluye algo sonrojada ante el asunto.

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