Por otro lado Tony se encontraba escondido adentro de una de sus armaduras que casualmente estaba dentro del armario. —Los muertos no buscarían aquí.
De repente se escuchó el sonido de la puerta de su habitación cerrarse y seguido de eso escuchó pasos calmados, pensó que sería Bucky pero también se le vino a la mente que sería un muerto.
Salió de la armadura y con sigilo salió del closet encontrándose con la persona que quería ver. —¡James!
Barnes giró su rostro y vio a su lindo kotenok parado afuera del closet, tenía en sus manos un gancho pero logró ver que atrás de él estaba la armadura y sonrió con ternura. —¿Tienes tu armadura en el closet para las emergencias pero decides atacar con un gancho?
—Buena pregunta, pero ya solo quiero dejar esto atrás. —Tony se refirió a los muertos y a los sucesos paranormales. —Hace rato un monstruo parecido a un pejelagarto trató de arrastrarme a no sé dónde. —caminó hacia su novio con intención de abrazarlo pero éste lo detuvo colocando su mano delante de él. —¿Qué pasa?
—Hace unos minutos hablé con dos tú y ambos eran falsos, eran fantasmas, ¿Cómo sé que tú no eres uno de ellos? —Frunció el ceño, pero no se animaba a atacarlo como al otro capaz y éste era el Tony real.
—¿Cómo quieres que te lo compruebe? —Tony se cruzó de brazos.
—Dime algo que solo Tony y yo sepamos. —dijo serio el mayor.
Stark lo pensó por unos segundos hasta que finalmente supo que responder. —Una vez tuvimos sexo mientras veíamos Peppa y comíamos jarabe de chocolate. —asintió tratando de recordar la escena. —No me siento orgulloso de eso pero... Ya sabes. —se encogió de hombros.
En ese momento Barnes abrazó a su novio. —Realmente eres tú. —lo estrujó.
—¿Y el muerto?
—Nos encargaremos de él mañana. —lo cargó como su princeso para llevarlo a la cama mientras sentía como el más bajo se acurrucaba en su pecho. —Ya es tarde, durmamos.
—Me parece buena idea. —Dijo dulcemente, habían tenido una larga noche y lo mejor era dormir de una buena vez.
El soldado depósito a Tony sobre la cama y seguido de eso él se acostó a un lado suyo, ambos comenzaban a dormirse cuando Bucky abrió sus ojos con sorpresa pero decidió no tomarle mucha importacia aún así le preguntaría a su kotenok.
—¿Estás dormido, Anthoska?
—No... —se acurrucó el pecho de James.
—¿Te sentirías mal si algo le hubiera pasado a Barton? —abrazó a Tony para atraerlo más a su cuerpo.
—¿Cómo que? —cada vez más Tony hablaba con sueño.
—Pues digamos que se atragantó con la almohada... —Barnes se puso nervioso.
Bostezó Stark. —Es Clint, estará bien. —y finalmente se quedó dormido.
—Eso espero. —Bucky se rio con nervios y luego de eso observó como alguien salía del closet. —¿En serio? Voy a terminar esto de una vez por todas. —se enojó.
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Historias No Tan Cortas
RandomSegunda parte de "Pequeñas Historias". Cualquier situación en la vida de Anthony Edward Stark. Créditos al autor de la imagen.