Escondido

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Llueve a mares, pero por suerte estoy resguardado en mi coche. La noche es cerrada, apenas me alumbra una farola a lo lejos.
Escondido, sin ningún atisbo de amor propio, agachado, con los ojos en el cristal borroso donde se enseñan las gotas sin poder retirarlas.
Ella sale de la casa de él, con una maleta y una caja. ¿Se irá definitivamente? Se que hace tiempo que perdí el derecho a saberlo. Pero aquí estoy, mirándola a tan sólo unos metros de distancia pensando que ojalá se acuerde de mí. ¿Pero qué digo? Si la culpa fue mía. La vida aprieta y yo no supe estar a la altura de las circunstancias, no lo vi claro y la saqué de mi vida, sin más explicación que esa.
Abre el maletero y deja la maleta y la caja y me viene a la mente una pregunta ¿Qué hago aquí? ¿Le digo algo?
Pero me respondo que no, que no puedo ofrecerte el cuento de hadas que ella quiere.
¿Y la maleta y la caja? ¿Le habrá dejado? A ese al que prácticamente le serví en bandeja por culpa de mi inmadurez.
Y me sorprendo alegrándome ¿Pero qué digo? Si estoy aquí espiándola, ¡Pues claro que me alegro!
Está claro que me gusta, y algo más que eso, creo...
Entonces cierra el maletero y mira en dirección a mi coche y yo me asusto y me agacho aún más, con la lluvia, seguramente no pueda reconocerlo tan fácilmente.
"¡Esta es tu oportunidad Marcos! ¿vas a dejar que se escape de nuevo?" Me digo para mis adentros.
Se queda parada mirando su coche, mojándose.
Voy a ir a por todas, está vez estaré a la altura, se lo merece.
Salgo del coche y me adentro en la lluvia. Ella lo oye y se gira hacia mí. Tarda unos segundos en reconocerme, su cara se transforma y me mira asombrada.
Me acerco hasta que puedo ver el brillo de sus ojos enrojecidos, está guapísima a pesar de haber llorado.
Y me digo a mí mismo que no quiero volver a verla así y menos por mi culpa, que quiero verla sonreír, que hace tiempo que no veo su sonrisa.
-No quiero volver a perderte, necesito que me des otra oportunidad. Quizá se pasó mi momento pero quiero que me vuelvas a elegir, no veo mi vida sin tí. Quiero hacerte feliz.
Sonríe amargamente
-¡Cuánto has tardado en darte cuenta!
Dice con una sonrisa rota y yo pienso que nunca ha estado mas guapa que ahora,  empapada y natural.
-¿Me la darás?-insisto
-Prueba a empezar de cero.
-Hola, soy Marcos ¿tienes novio?
-¡qué directo! Pues la verdad... es que no.
-Perfecto porque me encantaría serlo yo.
Ella ríe. Yo la abrazo.

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