Capítulo 12

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Capitulo 12 – El niñero.

Justin no hacía nada más que abrazarme. Dirigí mi mirada hacia él; de nuevo estaba enojado.

— ¿Que sucede ahora? — parte de mi tono contenía inseguridad.

— ¿Por que no contestaste? — dijo frío.

— Estaba en el cine, no podía contestar y pensé que era mi madre.

— ¿Por que apagaste tu teléfono?.

— ¿No te lo acabo de explicar? — pensé — ¿Y tú, porque vienes oliendo a perfume de mujer? — se separó rápidamente de mi — Justin...

— Yo...— pensó — Yo estaba en una reunión con mi jefe y llegó su esposa... solo me saludó —Maldito mentiroso.

— ¿Así, como se llamaba ella? — pensó de nuevo.

— Carmen.

— ¿Que edad tenía?.

— 32 años.

— ¿Como...

— Deja de interrogarme — se quejó y se acercó a mi quitando un mechón que cubría mi rostro.

— Tu lo haces conmigo — me defendí, sus labios terminaron sobre los míos. Maldito, maldito. Me conocía perfectamente sabia todas y cada una de mis debilidades, entre ellas se encontraban sus besos. Le seguí el juego, posó sus manos sobre mi cintura y me rodeó, me apretó contra el y contra su ahora duro miembro, gemí ante su tacto. El gruñó entre mis labios y comenzó a besarme con mas desesperación. Me tomó entre brazos y subimos a la habitación, me tiró en la cama, se quitó el saco y comenzó a besar mi cuello, lo devoraba, dejaba besos sonoros.

 Aproveché a sacarle su camisa, el quitó la mía, besaba mis senos por encima del brasier, me sentía mojada; pero como no, si tenia a este hombre haciéndome suya. Luego volvió a mis labios, mordía de estos, de un momento a otro ambos nos encontrábamos desnudos, con nuestros cuerpos sudados rosandoce, me senté sobre el y ahora yo ataqué su cuello, Justin gemía mientras yo me movía sobre el. No soportó mas y dio un giro dejándome de nuevo debajo de el, se acomodó.

— Princesa, abre las piernas — ordenó jadeante, obedecí. Tomó mis caderas y por fin sentí su miembro en mi. Ahogué mi primer grito en su boca, el me embestía cada vez con mas fuerza.

— Grita, muñeca, grita.

No resistí mas y solté un grito, el sonrió mientras jadeaba. Seguía embistiéndome, sentía que me corría, cada vez tenia menos fuerza de voluntad. El placer que el me proporcionaba nunca nadie me lo daría. Sentía estar en el cielo. A pesar de la fuerza de sus embestidas seguía teniendo ese sutil tacto como si el estuviese tratando a una fina muñeca de porcelana.

 Gritábamos nuestros nombres. Hasta que por fin ambos casi al mismo tiempo llegamos al orgasmo, se corrió en mi; en lo mas profundo de mi. Caímos recostados sobre el acolchonado.

 Nuestras respiraciones se encontraban demasiado agitadas, y luego caí en un profundo sueño.

Me levanté gracias a la luz cegadora que cubría la habitación, Justin aun seguía junto a mi.

 Sonreí. Esperaba que este fuera un día mejor que los anteriores. Me di una ligera ducha, no desperté a Justin e hice el desayuno. Escuché sus pasos venir pero no le tomé importancia, iba a salir de la casa pero mi voz lo detuvo.

— ¿A donde vas?.

— Al trabajo.

— ¿Así? ¿En domingo?.

El Niñero 2da temporada. Justin Bieber y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora