solo tu y yo

Capitulo 4

Después del ataque al teléfono celular que Persia estaba dispuesta a hacer, decidió ir a Atlanta para golpear a Joseph de una manera diferente, como él había aceptado. No le daría lugar a Candice en absoluto. Al contrario, estaba dispuesto a hacer todo lo posible para continuar con José.

Salió de Los Ángeles al amanecer para llegar temprano a la ciudad de su novio. No le pidió al portero que la anunciara, quería sorprender a su novio. Esta vez esperaba que fuera mejor que el otro día. Subió casi saltando y cuando presionó la campana de su novio, sonrió, sin contener la emoción de volver a verlo. Amaba tanto a Joseph Morgan y no le importaba mostrarlo demasiado.

- ¿Persia? ¿Que haces aquí? - Joseph al abrir la puerta la sorprendió y así lo preguntó.

Ella sonrió más que antes, si eso era posible, pero sonrió y lo abrazó.

- ¡Mi amor! ¿Olvidaste que me llamaste aquí? ¡Te quiero dentro de mí! - Respondió maliciosamente ya entrando a su apartamento.

José estaba confundido. No sabía qué decir o qué hacer. Acabo de despertarme para ser honesto.

La morena acurrucó su cuerpo en su cadera, tratando de provocarle que despertara su polla que no tomó mucho tiempo y respondió positivamente haciéndola sonreír y morderse el labio inferior.

- Persia ... yo ... No ... - Ella lo interrumpió colocando sus dedos en sus labios y besando su cuello que era con su suave aroma a madera.

Él acababa de salir de la ducha y ella lo amaba de esa manera.

- Por favor, hazme tuya Joseph. Sólo tuya! ¡Te necesito tanto! Ella lo besó sin esperar que la respuesta del rubio fuera un poco renuente. "Sólo tuya, Joseph ... ¡Por favor! - Le preguntó desabotonando la camisa de vestir que llevaba con un poco de desesperación y la detuvo, dejando a Joseph preocupado.

El británico no creía que fuera una buena idea hacer lo que la morena insistía e insinuaba. Pero él no pudo detenerla. ¿Qué decir? Lo que sea que estuviera diciendo negativamente, llevaría a una gran pelea y no estaba de humor para eso.

"No somos tan buenos, Persia". - Él gruñó, pero ella ignoró - ¡Y creo que me apresuré ayer! - Dijo un poco más firme.

"Atorníllalo". Después de hacer el amor, verás que todo se ha ido ... "Ella tomó sus manos y las colocó en la cremallera de su vestido de seda beige, diciéndole claramente lo que ella quería de él.

Joseph Morgan!

No sé qué me entró, pero con un rápido movimiento, puse a Persia en mis brazos, caminé hacia mi habitación y la acosté con cuidado. Me quité el vestido y la ropa interior en un solo movimiento. Persia pronto cambió de posición y comenzó a quitarme la ropa.

Quería detenerme, pero hay algo en mí que dice que esto es normal porque somos pareja y lo somos, pero he estado en una mejor fase con ella.

Sin mucho ruido y sin juegos previos, ya desnudo, coloqué a mi miembro en su entrada y lo profundicé. No quería que ese acto durara demasiado. No me sentía bien, pero la estaba satisfaciendo porque eso era lo que me pedía con cada empuje mío. Invertí en los empujes lo más rápido posible y pronto alcanzamos el vértice.

Persia me susurró al oído que me amaba una y otra vez; No pude contestar

"Dios, qué me está pasando", pensé, retirando la sábana y cubriéndonos a nosotros mismos.

Ella me atrajo hacia ella y se durmió en mi pecho. Seguí pensando en todo lo que me está pasando y terminé pensando en lo que sucedió en ese momento.

Hice el amor con Persia, pero no podía disfrutarlo, no como solía hacerlo. Simplemente todo el placer que sentí ya no aparece ...

Nunca pensé que diría eso, pero me arrepentí de haberle hecho el amor.