Verano en Konoha! (Un verano inolvidable)

Sarada y las olas

20° One-Shot (día 20)      

Temática: Sarada aprende a nadar      

Titulo: Sarada y las olas      

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Los abuelos nos habían invitado a su casa a pasar el verano con ellos y el tio Itachi, mamá estaba muy entusiasmada, no había dejado de hablar de ello durante toda la semana, y aunque papá no quisiera admitirlo y tratara de disimularlo, era obvio que también estaba emocionado.

Si hay algo que a los Uchiha nos caracteriza es el orgullo, me gustaba pasar tiempo con los abuelos, la abuela Mikoto era todo un amor, trataba como niños a papá y al tio Itachi y ellos aunque avergonzados no podían negarle el cariño a ella, mamá siempre molestaba a papá con ello y papá, bueno el solo sonrojaba y le decía a mamá que era molesta, el abuelo Fugaku era menos expresivo, no me sorprendía realmente dado que bueno, papá había sacado su carácter, sin embargo él solía observarnos a mis padres y siempre parecía que quería decirnos algo, pero nunca lo hacía, solo nos saludaba formalmente y se iba, es mi abuelo y lo quiero, pero a veces me gustaría que fuera más como la abuela.

Habíamos viajado casi un día para llegar a la playa de Konoha, que es en donde mis abuelos vivían, el tio Itachi ya había llegado, así que cuando llegamos me abrazó y me alzó como si fuera una niña pequeña, ya tenía 12 años estaba por cumplir los 13 pero bueno, creo que papá y él jamás entenderían de que ya no era una niña.

Como era de costumbre papá y mi tio compitieron en todo, primero en quien se terminaba primero el plato y después salieron a practicar afuera en el patio, mamá y la abuela tuvieron que salir a calmarlos cuando escucharon que discutían por una tabla para surfear.

-¿Tú porque no vas a la playa Sarada? – mi abuelo me asusto, no lo había visto que estaba detrás mio.

-La verdad, es que no me gusta tanto – mentí, amaba la playa pero no sabía nadar.

-¿Segura que es eso? – inquirió el abuelo.

-Si – mentí, no podía decirle al abuelo que no sabía nadar, se supone que la familia Uchiha estaba hecha de nadadores profesionales, pero pensé en que quizá a escondidas en estas vacaciones podría aprehender a nadar.

Durante los próximos 3 días intentaba perder el miedo al agua, entonces el cuarto día cuando me había sumergido lo suficiente hasta casi no poder aguantar la respiración, me sorprendí al salir del agua y ver a mi abuelo, quien estaba cruzado de brazos observándome.

-¡Abuelo! Me has dado un susto – me lleve una mano al pecho, tome mi toalla y corría a la casa, sin embargo escuche que el abuelo le decía a la abuela.

-Ya se que hare este verano Mikoto, Sarada aprenda a nadar.

Al día siguiente el abuelo estaba en la piscina temprano, incluso más que yo, y eso que estaba ahí desde las 5:30 am.

-Sabes Sarada aprende a nadar de esta forma, es la más sencilla y es para principiantes, después podrás incluso ser dueña en las olas, tal y como lo son tu padre y tu tío – el abuelo dio un salto y comenzó a flotar, después me enseño a bracear y así estuvimos practicando durante dos semanas.

Eran las finales en surf, papá y tio Itachi se habían inscrito solo para competer uno contra el otro como siempre solían hacerlo, entonces, el abuelo tomo una tabla y me pidió que lo siguiera.

-Pe... pero no se si estoy lista – dije con miedo.

-Oh vamos Sarada, serás la reina de las olas, además llevas la sangre Uchiha, es de expertos nadadores y no es por nada, pero te ha enseñado el mejor – sonrió orgulloso, yo sonroje y me dirigí con mi abuelo.

Una vez en el mar, me dijo que cerrara los ojos, que tratara de respirar tranquilamente y que hiciera contacto con el mar, que fuéramos uno mismo, el y yo estaríamos en la misma tabla de surf, y asi fue, después juntos pudimos surfear y debo decir que fue maravilloso, pero una ola hizo que perdiéramos equilibrio y caí de la tabla, sin embargo al abrir los ojos, estaba yo sobre la tabla, había nadado y estaba feliz, el abuelo me sonrió y juntos nadamos hasta la orilla.

-Sarada-chan – mamá corrió a abrazarme.

-Mamá me estas avergonzando – dije sonrojada.

-Ella esta bien, es una excelente nadadora – mi abuelo dijo a mi espalda, papá y tio Itachi se acercaron a donde estábamos nosotras y papá me subió en sus hombros.

-Es algo para festejar, mi hija es maravillosa.

-Claro que si, mi sobrina es la reina de las olas.

El abuelo sonrió orgulloso, sin duda era algo que atesoraría por siempre, pasar tiempo con él había sido de lo más agradable que había tenido en el verano.