Un Juego

271 33 16
                                    

Ella inicio un juego que yo no quería jugar y ahora yo quiero jugar un juego.

Una vez desperté sin saber bien donde estaba, lo único de lo que era consiente era de que Goten estaba a salvo, que todo sacrificio valdría la pena por él.

Escuchare atentamente...

Ahora abra reglas, las mías. No las suyas.

Ya me desconecté de toda una vez, busqué algo que no encontré.

Traición y mentiras.

La primera regla dice que la muerte está en todas partes menos donde la necesitas.

¿Cuántas veces no deseaste que pasara a recogerte para terminar con todo esto?

Le agradezco y la repudio. Mi momento a llegado gracias a que ignoró todas mis suplicas.

La segunda regla dice que el destino no se puede esquivar.

¿Tu destino o el de ellos?

Ambos destinos están entrelazados, desde el momento que decidió llevarme en su vientre, solo que cambio el día que comenzó a jugar conmigo.

La cueva esta frente a mi y a pesar de que mi piel se eriza por regresar siento la adrenalina correr por mis venas, cargadas de odio y sed de venganza. Un sentimiento agradable.

No tienes demasiado tiempo.

Que empiece el juego...

La motoneta la regreso a su capsula. Podría escribir una historia mientras recorro este camino hacia lo más profundo de la cueva, mis pies se mueven sin que se los ordene y trato de tener mi espíritu tranquilo. Pasar desapercibido nunca se había convertido en algo tan primordial como lo es ahora. Ella no está aquí, no la siento. Pero aun así hay muchas presencias ahí dentro.

Mi corazón late desenfrenado, no sé con qué me voy a encontrar cuando este ahí. Información es todo lo que requiero.

¿No sientes ganas de acabar con todo?

Cualquier movimiento, cualquier jugada, todo me puede salir fatal. Tengo un camino que guiar y hacer pagar por todo el daño que involuntariamente le hicieron.

¿A Goten?

La capsula esta cerca, ya puedo verla, la luz sale por la pequeña rendija que ese encuentra arriba de la puerta de metal. Solo eso alumbra mi oscuridad que parece eterna.

Debes entrar.

Una capsula similar a la de mi motoneta es lo que saco, pero en lugar de descomprimir su contenido retiro un cabello azulado que esta sujetado con un cacho de cinta. Solo así no lo he perdido.

Ese pelo ha tenido mucho contigo, lo has cuidado precisamente para este momento.

Casi quedó tostado por todas las cargas eléctricas que recibí por obtenerlo, es obvio que debía cuidarlo como un tesoro.

El cabello es reconocido inmediatamente por la base de datos del laboratorio cuando la luz roja lo escanea. Solo es un delgado haz de luz. La puerta se abre lenta y silenciosamente.

Me dan nauseas el solo estar aquí, las paredes blancas y todas esas sustancias en diferentes frascos. Muchos recuerdos me hacen apretar los puños.

Son los resultados. Tu sangre esta en todos esos frascos, mezclada con diferentes químicos.

Resistencia humana. Vacunas. Curas. Recuperación rápida. ¿Qué más habrá obtenido para su propio beneficio?

Destruye todo.

Si lo hago no servirá de nada, todo aquí son solo muestras. Conozco a mi madre y no es tan estúpida como para tener todos sus experimentos en un solo laboratorio. En una cueva húmeda.

Es extraño, ¿no? Hasta ahora no se ve nadie por aquí a pesar de que hay varias personas cerca. Ten cuidado.

Lo note en el mismo instante en que cruce por esa puerta.

Se que todos aquí están reunidos en un mismo punto, pero ¿Por qué? Se supone que debería haber quien cuide la puerta, quienes continúen con la investigación y quien este al pendiente de los experimentos. Seguramente les di suficiente material para que continuaran sin mí por mucho tiempo.

Sigo caminando sigilosamente, cuidando de no hacer ningún ruido que alerte a todos.

En mi confiscamiento aquí nunca pude salir de la habitación donde me tuvieron haciendo exámenes y pruebas. Esa enorme habitación que con el tiempo se fue haciendo más pequeña hasta que finalmente mi desesperación fue más grande. Esa habitación tal vez siga tal como la deje. Destruida.

Aun recuerdo como la soledad me acompañaba cada noche, sin poder ver una sola estrella por mucho tiempo, sin saber cómo vivía Goten. Sin saber si habían cumplido con su parte del trato.

Un crujido me hace estremecer. Pisé algo e hice demasiado ruido, eso teniendo en cuenta que el lugar esta totalmente silencio y que mi respiración ya es lo suficientemente escandalosa. Miro bajo mis pies. Hice añicos un cristal al pisar, una sustancia viscosa queda en mis zapatos.

Puaj.

—¿mmm? —un ruido, una especie de gruñido me hace poner alerta. Me hace tensar de pies a cabeza.

Camino con demasiado cuidado y entre más me adentro me doy cuenta de que hay demasiadas sustancias derramadas en el suelo. También hay trozos de ropa.

Algo no está bien aquí.

Llego a un punto donde la luz comienza a fallar, veo la oscuridad con miedo sin saber que es lo que voy a encontrar, siento que el miedo se apodera de mi poca luz.

Tranquilízate.

Lo sé. Contesto en un susurro. Estoy preparado para todo. Siempre lo he estado.

Sin ser consciente me he estado acercando a las presencias que sentí desde antes de entrar. Ellos me darán respuestas. Si tengo que pelear para conseguirlas lo hare. Si tengo que matar para salir también lo hare.

¿Hay algo que no estés dispuesto a hacer?

Si. Morir.

Un nuevo gruñido escapa de lo mas profundo de lo que parece ser un túnel sin salida. Siento mi corazón latir con frenesí y mis pupilas se dilatan ante lo estoy presenciando.

¿Estas seguro de que estas preparado para esto?

Estoy preparado para todo menos esto.

Este... No tengo perdón por haber tardado tanto en actualizar esto, casi un año sin sacar un capitulo de este fic.
La imaginación se me agotó y honestamente no sabía como continuar. La idea existía, el clímax también, pero no sabía cómo  le iba a hacer para llegar hasta ahí.
Este capítulo es corto pero ya tengo la certeza de cómo va a continuar la historia, sólo espero no tener ningún bloqueo en el proceso.

Volveré a actualizar pronto, ¡bye!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 19, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La otra cara de la moneda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora