____ sintió sus piernas pesar y no pudo resistir sentarse en la acera. Así paso ella durante esos últimos diez días exactamente.
Sabía que estaba terrible. No se había bañado desde que escapó de la casa y ya casi no disponía de ropa limpia.
Hechó un vistazo a tu reloj, "8:30 p.m". Se hecharía a dormir. Estaba exsausta. Colocó su maleta en el piso y recostó su cabeza en ella. Las cosas no le iban nada bien. Tenía un hambre terrible y quería llorar.
Cerró los ojos. "Va a mejorar. Todo va a salir bien."
Unas manos la sujetaron con fuerza, sobre saltándola. Sus ojos se desorbitaron horriblemente y su cabeza ardió de dolor.
-Dame todo lo que tengas, muñeca.- una voz profunda inundó sus oídos. ______ quizo reir ¿Todo lo que tenga? Si una maleta, un reloj roto y ropa de mujer le serviría, por Dios Bendito, que se lo llevara.
-¡Hey!- se escuchó a lo lejos. Luego de escuchar unos pasos duros y fuertes, todo se obscureció.
* * *
-¿Crees que esté bien?- se escuchó a lo lejos.
-No lo sé, ¿y si la despertamos?- dijo otra voz.
-¿Estás loco? Dejemosla descansar.- intervino otra.
-¿Qué shampoo debe de usar?- otra voz diferente se oyó.
-¡Michael!
_____ frunció el ceño antes de abrir los ojos lentamente. Cuatro pares de ojos la miraban espectantes.
-¡Ahhh!- gritó ella. ¿¡Pero qué diablos?! Cuatro hombres estaban allí observandola. ¡Cuatro! ¿Qué diablos era eso? ¿Un mal·dito secuestro?
-¡No, no, no! Tranquila, tranquila.- le habló un chico. Ella negó con la cabeza, horriblemente asustada. ¿Tranquila? ¡Tranquila sus bolas!
-¡Espera un segundo- volvió a hablarle el chico rubio de piel morena.- Tranquila.- tomó sus brazos para pararla.- Me llamo Ashton.
Trató de solatarse, pero le era imposible. La sujetaba muy firmemente.
-Déjame.- exigió ella.
-Tranquilízate. No estás bien; te dieron un golpe muy duro en la cabeza.- volvió a hablar él. Se tranquilizó un poco.
-¿Qué pasó?- su cabeza ardía.
-Un loco te quería robar.- explicó.
-¿Tú me salvaste ayer?
-No, fué él.- señaló con la cabeza a un chico de tez blanca.
-Hola, mi nombre es Luke.- levantó la mano en gesto de saludo y lanzó una media sonrisa. La cubrió un aire de confianza en todo el cuerpo, su protector era verdaderamente atractivo.
-Dia·blos, Luke. No sé cómo demo·nios haces para que las peronas te tengan confianza.- musitó un chico moreno, divertido.
-Es un don.- respondió Luke.
-Él es Calum.- dijo Ashton. Sintió una gran satisfacción cuando la soltó. Ashton no le agradaba ni un poco.
-Y yo soy Michael.- se presentó un chico rubio con tez pálida y unos ojos verdes preciosos. Le sonrió un mundo desconocido dentro de ella se derretía lentamente.
Los ojos cafés de Calum la observaban cariñosamente, casi haciendola sonrojar.
-Soy ______ Lewis.
