34. Soñadora

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Después mucho tiempo te encontré,
fue algo real que me pasó.

Disfrute cada momento que pasé a tu
lado, nuestras sonrisas eran por
nuestras ocurrencias.

Mis latidos se aceleraban al estar
a lado tuyo.

Mis movimientos eran un poco torpe
lo sabía, aún si viste un lado hermoso
de mi.

Nuestras charlas fueron las grandiosas que
tuve después mucho tiempo.

Nuestra complicidad era única.

Ambos teníamos la felicidad del
otro, sin importar nada.

Cada uno tenía la posibilidad de
cambiar al otro de diferentes
maneras que uno se puede imaginar.

Nuestros abrazos fueron sinceros
como ningún otro.

Pensamientos propios al igual que
dilemas cabían en nuestras mentes.

Un sueño que ambos elegimos tener
que tal vez se cumpla al pasar los años.

Pensamientos Fugaces ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora