Cuadro Octavo

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C U A D R O    O C T A V O
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ESCENA XIV
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Es en e interior de la tienda de Kenio.

Kenio esta junto a Sirem, y al derredor de ellos hay ocho guerreros, entre ellos Ophir.

Sirem esta despeinada y llorosa, y tiembla y salta por el menor ruido.

KENIO. –(a los demás guerreros y mostrándoles a Sirem) Esta es Sirem, la mujer maldita que puso contra nosotros a animo del Rey (señalándoles la cabeza que pende de su cinto) ella puso contra nosotros el ánimo ninivita Y ya ven ustedes como grita y se acobarda.

Sirrem se sonríe, finge serenidad y serenidad y se inclina ante Kenio; él se enfurece.

KENIO. –(a los guerreros y cogiendo a Sirem por los cabellos) ¿Ven esta cara tan bella? Pues verán ustedes que horrible se pone ahora cuando yo entre este puñal en su vientre.

Sirem se horroriza y tiembla y se desfallece.

KENIO. –(sacudiéndola por los cabellos) ¡Ea! Mujerzuela, enderézate, que tu fin ha llegado.

Los demás guerreros la miran y se ríen.

KENIO. –(poniendo la punta de su espada en el vientre de Sirem) Dinos adiós, belleza. ¡pronto! ¡pronto! Que la vida se te va.

SIREM. –(volviendo en sí, y llena de terror) ¡Ay! no, no me mates ¡No! Me hieres, desalmado, cruel. ¿Qué mal te he hecho? Mira, mira que soy mujer, ¡indefensa mujer! Y mujer buena y virgen.

Sirem | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora