Te vi, curioso porque realmente no sentí algo en específico al verte, aun sabiendo que sería la última vez, lo más seguro al menos. Sin embargo, no pude evitar notar lo hermosa que te veías, aún siendo de lejos. Hubiera querido mirarte de cerca una última vez, pero me temo que ya no pasó. Aun puedo recordar el color de tus ojos, aún puedo recordar la manera en que hacías pucheros, al igual que puedo recordar la manera hermosa en que sonríes, puedo recordar tu risa, y puedo recordar la manera en que te sonrojabas, pero ya no puedo recordar tu olor, o la calidez de tus abrazos, no recuerdo la sensación de nuestras manos unidas, ni tampoco la manera en que olías, no recuerdo lo suave de tu piel; pero así como recuerdo cosas, llegará el momento en el que ya no las recordaré más.
Habrá momentos en los que esos recuerdos que tenía de ti, desaparecerán de igual manera. Nuestro primer beso, nuestros abrazos, los momentos de pasar la tarde con videojuegos, o estar simplemente la una junto a la otra, la vez que dormimos juntas, e incluso los momentos de pasión o tristezas o peleas. A veces es mejor recordar lo bueno y aprender de lo malo, ¿no?
En fin, aunque tu presencia me vaya a seguir durante toda la vida, pensando en como estarás una vez cada tanto. Te dejo ir, finalmente lo hago. Te amé, te quiero y te adoraré toda la vida. Espero seas muy feliz. Te deseo lo mejor, cuídate siempre. Adiós, C, tal vez te vea por ahí.
Que nos volvamos a encontrar.
