He perdido las cartas que te he escrito, 3 antes que esta. Cada una con diferentes periodos de tiempo, no perderé el tiempo escribiéndolas una vez más. Pero en pocas palabras diré que decían.
La segunda era yo en la madrugada, pensando en ti y tus manos.
Decía que te extrañaba y que me dolía verte con ella. Me dolía verte olvidarme tan sencillo y tan rápido. Me dolía saber que aunque te hablara, nada sería lo mismo.
Ridículo, lo sé. Agradezco perderla, no quiero ver mi dignidad caer.
La tercera, escribía con furia y dolor.
¿Cómo pudiste dejarme de hablar después de prometerme que pasara lo que pasara estarías ahí? Si, básicamente era eso. Habías prometido estar para mí. Si estaba feliz o estaba mal. Y yo sólo escribía palabras al azar.
La cuarta, pedía disculpas. No fue tu culpa, fue la mía.
Después de dejar que una imbécil se metiera en mi vida y arruinara lo poco que tenía de ti. Me di cuenta que había permitido que esa maldita idiota se metiera en mi moral. Lamentaba haberte lastimado. Pero eso ya lo sabes.
Lo lamento aún.
Y ahora quinta, ocurrió en un periodo de tiempo de un año, de esas cartas hasta ahora. Ya nada es como antes.
Ya no pienso en ti pero mi cabeza me lleva a ti. Se que suena complicado pero es así. ¿Cómo dejó de extrañar lo que fuiste? Has cambiado, o tal vez al fin eres como eres.
Odio lo que eres ahora. Sólo veo como te destruyes. Eso me duele. Dolía.
No tengo mucho que decirte en esta carta en realidad. Quería que supieras sin leerlo. Lo que anteriores cartas decían de ti. Por lo que se que agradeceras la brevedad.
Pero bueno, tengo una carta más escrita antes de esta. Repito de nuevo, ya nada es como antes.
