Capítulo 2

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El olor a humo y licor asaltaron mis pulmones inmediatamente al entrar al club nocturno. Mi falsa identificación paso la inspección con éxito y me pregunté si mi identificación real alguna vez servirá tan bien como la falsa cuando cumpla veintiún años el mes siguiente.

Jennie me abandono al cabo de diez minutos para mezclarse en la pista de baile, me resigné y me acerque a una mesa cerca del bar.

Whispers parecía un establecimiento bastante agradable y habría sido clasificado con menos dureza si mi estado de ánimo hubiera sido mejor. Después de siete años de amor no correspondido, una tiende a estar ligeramente amargada con el mundo.

"¿Algo de beber?"

Levante la vista a la camarera frete a mí. "Dr. Pepper si es que tienes," le dije. No tenía sentido emborracharme y chocar con un árbol o un lago para el caso.

"¿Chofer designado?" adivinó la camarera.

Me encogí de hombros y ella se alejó, dejándome sola con mis numerosos pensamientos, mirando alrededor. Era un club heterosexual, a mi pesar, sin embargo, por su ubicación en el centro de Ft Lauderdale, no podía distinguir la sexualidad de las personas que se encontraban dentro. De cualquier manera, no sé cómo tenía previsto conectar con alguien, aunque es bueno tener opciones.

Jennie se unió a mí en la mesa, algo sudorosa y sin aliento de saltar en la pista de baile. Ella levanto una servilleta con orgullo y sonrió. "Sólo llevo aquí como media hora y ya tengo dígitos."

Tome la servilleta y la mire, luego se la entregue. "¿Y Katrina sabe que tú no bateas de esa manera?"

"En realidad, esto es para ti," explicó Jennie, dándose la vuelta. "Ella me estaba coqueteando y le dije que probablemente tú eras más su tipo. Así que ella me dijo que te diera su número porque tuvo que salir corriendo."

"¿Así que ella me dio una mirada y se fue corriendo?"

"Si. Bastante literal en realidad." Jennie se encogió de hombros. "No sé cómo lo haces, Chae"

"Es un don", respondí secamente.

"No es como si tu fueras fea o algo," continuo Jennie.

La camarera apareció con mi Dr. Pepper y le estuve agradecida por la interrupción. Tome un sorbo del frió líquido, un contraste con el permanente calor del club.

Jennie considero a la camarera, y dijo, "Ayúdame aquí. ¿Dirías que mi amiga es fea?" Casi escupí el trago de soda que tenía en mi boca.

"No diría eso," contesto la camarera. Miré sus ojos de color marrón y sentí que me sonrojaba, una rareza en mí.

"Así que, si fueras de esa orientación," continuo Jennie, muy a mi disgusto, "¿tú irías incluso tan lejos de decir que ella es atractiva?"

"Bastante," respondió la camarera y me hizo un guiño antes de moverse hacia otra mesa. Sacudí mi cabeza y Jennie se encogió de hombros.

"Así que ahí lo tienes," ella dijo, "no es tu apariencia." Ella me miro, sus ojos gatunos entrecerrados me miraron profundamente como si estudiara mi rostro.

Fruncí el ceño. "No me mires de esa manera, Jen. Me asustas."

"Hey ella no pregunto si yo quería algo de beber," se quejó Jennie, mirando alrededor.

Puse mi copa en frente de ella. "Aquí. Bebe. Dales a tus cuerdas vocales un descanso."

"Tú sabes que no puedo tolerar esta porquería." Ella puso su cara para ilustrar su punto. "Sabe cómo a medicina."

Rosé & LisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora