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El amor que se confesaba era un amor sincero, era un amor completo pues eran jóvenes y desde el primer día que se encontraron, aun con lo complicada que era su relación, su corazón cedió a ese extraño sentimiento que no se permitia en el mundo en que se desenvolvían, en la mafia no había lugar para ello pero aún asi decidieron sellar sus promesas entregándose uno al otro sin límites

Ese amor tuvo frutos, con todo en contra hubieron tres personas que siempre entregaron su apoyo incondicional a ambos adolecentes, Oda Sakunosuke y Sakaguchi Ango dos amigos del castaño, Osaki Kouyou la mentora de pelirrojo, ellos eran la familia que nunca imaginaron.

Así es, los dos ejecutivos más jóvenes Osamu Dazai y Nakahara Chuuya tenían una relación que no les importaba ocultar, con tenerse el uno al otro podrían hacer frente a todo el que se opusiera a su amor tan puro que los unía, dispuestos a destruir organizaciones enteras solo para permanecer unidos

Y después de treinta y cinco semanas el fruto de su amor llegó

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El dolor que sentía iba en aumento por cada minuto transcurrido, los gritos hacían eco dentro de ese largo pasillo que recorrían a todos velocidad hasta la sala de parto, su hijo estaba a punto de nacer.

-resiste chuuya, vamos ya casi termina esto - el castaño de 17 años buscaba calmar a su pareja con sus palabras y caricias aunque todo era en vano, sentía miedo de tan solo ver el rostro sonrojado de su pareja y las lágrimas que bajaban, era sin duda algo nuevo para ambos.

El líder de la mafia Mori Ougi como médico experimentado llevaría la cirugía a cabo, él mismo se encargó de darle seguimiento al embarazo durante casi los nueve meses.

Lo recostaron en la camilla, colocaron la anestesia general y finalmente los gritos de dolor se detuvieron dando inicio a la operación

Pasaron horas, el padre preocupado daba vueltas fuera de aquella habitación esperando alguna noticia, sus amigos solo lo observaban en silencio, comprendían su sentir, comprendían su temor pero finalmente como si sus plegarias hubieran sido escuchadas por todos los dioses a quienes rezo un fuerte llanto resonó

Espero.

Tenía que esperar antes de poder entrar y cargar a su hijo, antes de saber cómo estaba joven de ojos zafiro, pero que la femina saliera y le mencionara que todo había salido como era esperado le dio paz y tranquilidad por un poco más de tiempo

¿Quien hubiera imaginado que ese momento de felicidad iba a terminar para convertirse en oscuridad y desesperanza?

Por Mi Familia  >>Soukoku<<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora