IV

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- esa historia ya la conozco Dazai- no podía verlo a la cara, no quería saber que expresión había en su rostro o lo que aquellos orbes avellana mostraban después de tanto tiempo separados - pero eso no justifica lo que hiciste -

- lo se - dio un largo suspiro haciendo una seña al bartender para poder pagar ambas bebidas

- ¿que quieres Dazai? - finalmente elevó la mirada, sus ojos se encontraban ligeramente humedecidos sin embargo las lágrimas se negaban a bajar - ¿porque estas aquí? no apareciste solo para decirme lo ocurrido desde tu punto de vista ¿o si? - fue en ese momento y solamente ahí que permitió que su voz temblará, le era difícil creer que aún con tantos años separados el vínculo lo obligara a sentir aun algo por Dazai

- no, yo en realidad quería verte, Chuuya te extraño, te necesito en mi vida - tomó sus manos entrelazando sus dedos recordando como era sentir la suave piel del mafioso junto a todas las noches que pasaron juntos - vuelve conmigo Chuchu

- no - lo soltó con brusquedad para ponerse de pie - jamás te voy a perdonar así que rompe el maldito enlace y desaparece de mi vida - sin más tomó sus cosas y partió dejándolo en ese deprimente lugar.

No podía perdonarlo tan fácilmente, no era capaz si la herida permanecia abierta, su unión no le permitía sanar y lo que más quería era causarle ese mismo dolor al punto de verlo morir en la desesperación.

〰♦〰

Los días siguiente no volvió a saber de él, Nakahara se enfocó en el trabajo que Mori le había encargado, desplazó su dolor a sus enemigos acabando con ellos de las forma más sanguinaria posible, así había sido cada que corazón dudaba y tenía recaídas poco después de que Dazai lo dejara cinco años atrás.

- me has sorprendido con tu eficacia Chuuya- un azabache que se imponía sobre los demás lo elogió totalmente satisfecho al ver de lo que su subordinado era capaz de hacer - mereces ser recompensado

- no es necesario Mori san, solo cumplo con mi deber - el pelirrojo mantuvo su postura firme y una expresión neutral como el ejecutivo que era

- aún así quiero tu ayuda en un trabajo muy especial - poso un folder de color beige sobre el escritorio - Kouyou necesita ayuda y tu como un omega eres perfecto para el trabajo

- haré todo lo que me ordene - por sus palabras lo primer que vino a su mente fue trabajar en la casa de cortesanas que pertenecía a su mentora, pero el vínculo con su alfa era un gran impedimento para fungir como acompañante; sin articular palabra se acercó tomando el archivo

- bien, presentate a este lugar a las nueve de la mañana, no llegues tarde - movió su mano para que se retirara y tras una reverencia así hizo él

Las enormes puertas enegresidas se cerraron detrás del mafioso quedando solo en ese largo e interminable pasillo

No revisó cual era su nueva misión sino hasta que volvió a su apartamento, en la comodidad de su hogar saco los documentos releyendo la información una y otra vez sin lograr entender.

- debe ser una broma-

Debía estar en el orfanato para los niños que perdieron a sus padres durante los conflictos que iniciaron en Yokohama, lugar que la Mafia protegía además de que los entrenaba para convertirlos a cierta edad en potenciales asesinos desde el día en que Mori Ougi tomó su lugar como líder

- ¿porque? ¿acaso quiere hacerme recordar lo que no pude tener? - cubrió su rostro con ambas manos sollozando en silencio, perdió a su cachorro años atrás y ahora debía hacerse cargo de los de alguien más

Por Mi Familia  >>Soukoku<<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora