Cuando era niña, creía que el amor era algo inalcanzable.
¿Como yo podía amar ? ¿Que es amar? ¿Que se siente amar? Era algo que parecía imposible de ver realizado.
Como cuando pensaba que nunca iba a manejar un coche y luego lo manejas como si no pasara nada.
Así se sentía el amor para mi.
Algo difícil, inalcanzable y hasta podría decir que peligroso.
A pesar del miedo, quería saber que podría llegar a ser el amor y ver que tanta felicidad esté podría brindar a mi vida.
Entonces fue cuando decidí buscar mis propios medios.
Desde kinder, estuve estudiando solo con mujeres.
En mi casa solo vivía con mi mamá y mi abuela
Y la única figura paterna que tenía eran mis tíos.
No sabia cómo tratar a un hombre o bueno, a un niño.
Se preguntarán, ¿por que te complicabas la vida? ¡Es solo un niño! ¡Es como hablarle a otra niña!
Pues no. No era tan fácil. Hablarle a un niño a mis 12 años era como ver el conejo al final del túnel y tirarme por el. Si, tipo Alicia en el país de las maravillas.
No sabía a donde iba a parar, si viva o muerta después de hablarle a un chico.
Era un terreno minado y desconocido.
Tenía algunas amigas que ya tenían amigos, pero ninguna estaba dispuesta a presentarlos ni ha explicarme que hacer.
Eran demasiado egoístas tal vez... pero bueno, ¿que podíamos esperar? Éramos todas unas niñas.
Fue entonces cuando decidí tirarme por el agujero.
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Hubo Una Vez Un Nosotros
Non-FictionUna linea que empieza en 0. El negativo - antes de tu llegada Y el positivo + después de conocerte. Hubo una vez un nosotros...